IMPACTANTE: Denuncian peligro de derrumbe en Mapocho

El día 13 de julio los trabajadores en paro de la línea tres del metro, le informaron a la Seremi del Trabajo de la Región Metropolitana, María Eugenia Puelma, sobre el mal estado en que se encontraba el pique de Cal y Canto, debido al abandono de las obras, y del riesgo de un socavón en la vía pública, producto de la, hasta ahora, incontenible filtración de las napas subterráneas.

Los trabajadores ofrecieron a la autoridad abandonar el pique por veinticuatro horas para que expertos estudiaran el terreno, pero no tuvieron respuesta. Preocupados por la seguridad de la ciudadanía se comunicaron con los gerentes de Metro, estos llegaron a la obra, recorrieron el terreno y se fueron sin prestar mayor atención al asunto.

Esta es la denuncia que el presidente del Sindicato Interempresa Sintrasar, Luis Cortés, junto al tesorero, Simón Silva, realizaron, luego de la inundación que afectó al Centro Cultural Estación Mapocho y que obligó a suspender una obra de teatro programada para las 2O:30 horas del viernes 17 de julio.

La inundación ocurrió cuatro días después de la denuncia y afectó a la sala de teatro subterránea del centro cultural. Los miembros de la Compañía de Teatro del Terror, que estaban en el lugar para presentar la obra Macbeth, contaron que de un momento a otro  aparecieron grietas en el piso por las que comenzaron a fluir chorros de agua limpia, los que inundaron por completo la sala. Según los actores, el personal de la administración les explicó que lo más probable era que lo ocurrido se debiera a los problemas que se estaban generando en el pique del metro y que existía el riesgo de que cediera el piso.

A esa misma hora, en otro sector del Centro Cultural, se llevaba a cabo la muestra de animatronic Transformers,  a la que había asistido más de un centenar de personas y a quienes nunca se les advirtió sobre el posible peligro. Los funcionarios del Centro Cultural, informaron que se habían comunicado con metro para pedir una explicación, pero que estos no atendían hasta el lunes, aseguraron.

Mientras la sala subterránea del Centro Cultural se inundaba, los funcionarios de la línea 2 de la estación Cal y Canto cerraron el acceso Avenida Recoleta – La Paz y una de las rejas de la salida al puente. Consultados los guardias por los motivos, explicaron que se trataba de órdenes de los ingenieros y que ellos no manejaban más información. Al realizar la misma consulta a otros guardias y al encargado de la estación, ellos informaron que les había llegado el rumor de que los trabajadores intentarían tomarse las dependencias del metro, eso a pesar de que en el pique no había más de 10 obreros, dos de ellos en huelga de hambre y el resto ocupado en juntar dinero en la calle.

LA VERSIÓN CONTRADICTORIA DEL CENTRO CULTURAL

Cerca de las 14:00 horas del sábado 18 de julio, Tomás Colvin, coordinador de actividades del Centro Cultural Estación Mapocho, se comunicó con esta periodista para asegurarle que la Estación Mapocho no corría peligro de derrumbe. El encargado informó que tres expertos habían evaluado el daño y que habían determinado que lo ocurrido no tenía relación con metro, “los profesionales aseguraron que al no existir desprendimiento de material se descartaba el riesgo de un socavón”, dijo el funcionario.

Colvin aseguró que a las 11 de la mañana tuvieron certeza de que no había peligro para el público, sin embargo, las puertas para el ingreso fueron abiertas a las 10:00 horas, momento en que la entrada a la Estación Mapocho estaba repleta de niños con sus padres.

Respecto a la identidad de quienes habían realizado el informe, Tomás Colvin respondió que eso era información confidencial y reconoció que no había un documento que respaldara su afirmación. Igualmente admitió que no pudieron determinar  el origen de las grietas y la filtración, y que los expertos no visitaron el pique para descartar la denuncia de los trabajadores.

Consultado Javier Ibarra, director de la Compañía de Teatro del Terror, sobre las explicaciones que el día sábado le habían entregado los encargados del Centro Cultural, este respondió que la información era que los problemas se debían a la construcción de la línea tres de Metro y que la inundación la habían controlado con motobombas.

LAS CAUSAS DE LA PARALIZACIÓN DE LA CONTRUCCIÓN DE LA LÍNEA TRES DE METRO

Más de treinta días lleva la huelga legal del Sindicato Interempresa Sintrasar, durante todo ese tiempo la gerencia de Metro se ha negado a intervenir en el conflicto entre el consorcio español CCL3, encargado del proyecto y los trabajadores, alegando que es un problema entre particulares, aseguró Luis Cortés.

Según el dirigente sindical, metro se reúsa a intervenir excusándose en que el conflicto no les ha generado atrasos en el proyecto ni otro tipo de perjuicios. Sobre el mismo tema, asegura que CCL3 se niega a discutir el petitorio de los trabajadores argumentado que metro los ha multado por los atrasos y que esto les ha causado perjuicios económicos que no les permiten asumir el costo de una negociación.

“Le hicimos llegar la respuesta escrita de la empresa a la Seremi Metropolitana de Transporte, ella quedó en contactarse con la gente de Metro, pero hasta el momento no hemos tenido respuesta. Le enviamos una carta el 13 de julio, pidiéndole que ella hiciera de interventora, explicándole que estamos sin sueldo y que la paralización de las obras ha provocado daños en el pique, y que hay un peligro para la vida de los ciudadanos. Al día siguiente recibimos una citación a comparendo en la Dirección del Trabajo, pero la seremi se juntó por separado con las partes y nuevamente no hubo una respuesta a ninguno de los temas expuestos en esa misiva”, denuncia Luis Cortés.

Consultada la seremi por la denuncia de los trabajadores, en lo que respecta al peligro del terreno, ella respondió que no contestaba ese tipo de preguntas por teléfono y menos sin saber quién era la periodista y cuál eran los antecedentes que manejaba, por lo que ofreció una entrevista el lunes, en su despacho. Interpelada por la urgencia del tema, pensando en el gran número de asistentes a la actividad de la Estación Mapocho, dijo que se contactaría con Metro para informarse sobre la situación y pedirles que entregaran una respuesta. Al cierre de esta nota, tres horas después de la conversación, no había respuesta de Metro ni de la Seremi.