Más de 150 millones de personas participaron en la huelga general que los sindicatos indios definieron «como la más grande que ha visto el mundo». El sector público del país se paralizó completamente junto con miles de trabajadores que reclamaron mejoras salariales. El impacto económico del paro se calculó en casi 2.700 millones de dólares.
A pesar de que los ministros de Financias y Trabajo intentaron evitar la huelga con concesiones de último minuto a los trabajadores, por ejemplo con un aumento de 1,5 dólares el salario mínimo del trabajo no cualificado, las medidas no fueron suficientes y millones de personas se movilizaron en contra de las políticas «anti-trabajadores» y «anti-personas» del gobierno nacionalista de Narendra Modi.
El único sindicato importante del país que no se sumó al paro fue el Bharatiya Mazdoor Sangh que, como el partido gubernamental, forma parte del grupo nacionalista hindú Rashtriya Swayamsevak Sangh.
Los manifestantes exigieron a Modi un aumento de 9,4 dólares (692 rupias), un servicio de salud universal y la prohibición de inversiones extranjeras en el sistema de ferrocarriles y en las industrias de defensa y seguros. Eso porque se teme que estas inversiones puedan comportar finalmente su privatización.
El primer ministro, Narendra Modi, y su partido Bharatiya Janata arrasaron en las elecciones del mayo de 2014. Modi prometió un gobierno abierto a los negocios e implicado para reformar la economía para que la India se convierta en una gran potencia. En el presupuesto de este año se contemplan múltiples privatizaciones y el cierre de muchas empresas públicas deficitarias.
Hazte socio 👍
Con tu donación aportas a la sostenibilidad económica y existencia de este medio.
Elige cómo quieres aportar a la existencia y financiamiento colectivo de este medio!
Reveniu 
