Un estudio elaborado por la organización WIN/Gallup International, durante el que se encuestaron a casi 64.000 personas de 65 países, revela que dos tercios de los habitantes del planeta se identifican como «religiosos», informa el diario ‘The Independent‘. Cabe destacar que en la investigación se han omitido algunas regiones de África y Oriente Medio.
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Mapa del porcentaje de personas que se consideran religiosas a nivel mundial.
Tailandia se coloca a la cabeza como país más religioso, con un 94% de población creyente y un 1% de ateos. La siguen de cerca Armenia, Georgia y Marruecos, todos ellos con un 93% de población que se define como religiosa. China se postula como el país más ateo del mundo, con un 61% de población no creyente y un 7% de población religiosa. Al gigante asiático lo siguen Japón (31%), la República Checa (30%) y Suecia (17%).
Aunque en ocasiones pueda parecer que el laicismo le gane la batalla mundial a la religión tradicional, esta investigación demuestra que no es así, puesto que existe casi el doble de población religiosa (63%) frente al conjunto de personas no creyentes (22%) o ateas (11%).
La religión es dominante en todos los continentes. Los habitantes de Europa occidental y Oceanía destacan por ser menos religiosos que los del resto del planeta. En África, las Américas, Asia, Europa del este y Oriente Medio las personas religiosas constituyen el doble frente a las que escogieron otras alternativas en la encuesta.
Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio hace referencia a que las personas mayores son menos religiosas que los jóvenes a nivel mundial. La población de mediana edad (entre 45 y 54 años) son los menos religiosos en comparación con otros tramos de edad, con un 58% frente a, por ejemplo, el 65% de religiosos entre la población de 25-34 años; también son los más ateos, junto con la población mayor de 55 años (con un 14%).
En cuanto a la diferencial poblacional en relación a la ocupación, la investigación establece que las amas de casa tienden a ser las más religiosas (76%), seguidas por los jubilados (67%) y los estudiantes (66%).
Asimismo, se ha determinado que las personas con mayor poder adquisitivo tienden a ser menos creyentes, ya que hay una pronunciada caída de la religiosidad entre los individuos de renta media y aquellos de renta alta. Así, la población atea representa un 8% en la clase media, mientras que en la clase media-alta asciende a un 25%.
Una tendencia similar, aunque menos extrema, es el porcentaje de población religiosa en función del nivel de estudios. Cuatro de cada cinco personas que no recibieron educación superior se identifican como religiosas, cayendo esta cifra hasta tres en el caso de personas que sí han asistido a la universidad.