Pablo Ramírez se encontraba el pasado 29 de julio en el Supermercado Mayorista de Hualpén, en la región del Bíobío, cuando dos jóvenes entraron en el establecimiento e intentaron robar. Pablo, que trabaja como cajero de Servipag, se resistió al asalto y fue entonces que los atracadores le rociaron con combustible para luego incendiarlo.
La agresión dejó al joven con el 30% de su cuerpo quemado y con graves secuelas. Es por eso que su familia y amigos reclaman justicia para que este tipo de hechos no vuelvan a ocurrir y evitar la impunidad de los responsables.
Los ciudadanos y ciudadanas que quieran solidarizarse con Pablo Ramírez pueden firmar y compartor la petición en Change.org.