Los sueños no se hacen para construir
Que la vida de cada uno es una obra suprema
y la vida cotidiana es invadido por la embriaguez de existir
este es el final que queremos vivir juntos
Pierre Méric
En las colinas de Sabina, entre Roma y Rieti.
¿Qué proyecciones nacen de las ideas anarquistas en el siglo XXI? Ciertamente, grandes proyectos se pueden enarbolar desde la teoría y, sin duda alguna, múltiples programas se pueden trazar en función de un corpus ideológico, mas ¿de qué nos sirven las palabras o pensamientos si no ponemos nuestros principios en tensión con la realidad que nos ha tocado vivir?
El anarquismo, antes de una teoría revolucionaria, es una práctica revolucionaria, un método que se articula en cada región, que se piensa en diversas disciplinas y se complementa en el diálogo de visiones y posiciones que encuentran su punto común y la comunidad está en estrecha relación con su desarrollo libre y armónico, en la fecundidad que se expresa todo sentido, lejos de toda autoridad, norma impuesta y orden exterior.
De ahí la hermosa experiencia que presentamos a continuación. Se trata de “La Belle Verte”, una comuna agrícola que se desenvuelve según los principios comunistas libertarios en la región italiana. En el próximo número de Erosión incluiremos una entrevista realizada a las compañeras y compañeros de “La Belle Verte”. De momento, hemos traducido un escrito donde se señala la necesidad y pertinencia de esta iniciativa en el sistema capitalista actual, de los principios y propósitos que movilizan los esfuerzos y voluntades de la comuna, de la importancia de vivir la utopía.
Los Sueños no se hacen, se construyen
La actual situación económica determina el fin de todas las ilusiones respecto del sistema capitalista, la desilusión de la expectativa de poder aun construir la propia existencia siguiendo las reglas de la propiedad y del sistema productivo basado en la explotación del hombre por el hombre y de la naturaleza.
Sin embargo la crítica radical al actual sistema no basta. En plena crisis la autogestión, la solidaridad y el apoyo mutuo pueden convertirse de súbito en la solución al problema contingente y de protección natural colectiva capaz de volverse una valida alternativa concreta.
Crear un lugar común, sin propietarios, más abierto a la colaboración y a la experiencia, significa experimentar un nuevo sistema de relaciones humanas y políticas, repensando en el hacer cotidiano conjunto no solo a la economía, sino también a la cultura, la formación y la sociabilidad.
Estamos convencidos de que una comuna agrícola pudiese ser un lugar liberado de la explotación y donde la superación de la propiedad sea práctica de cada día, sea uno de los mejores recursos para alcanzar y reivindicar la independencia del actual sistema equipando nuestra vida con estabilidad y sustenibilidad.
No tenemos construido el sueño, lo estamos construyendo, lo hemos llamado “La Bella Verte”, no es un planeta lejano, sino un experimento de autogestión de la existencia, utopía en camino, una comuna agrícola comunista libertaria en las colinas de la Sabina, entre Roma y Rieti.
Trabajo y medios de producción en las mismas manos, las nuestras; el huerto, el horno, la carpintería. El grupo de adquisición solidaria, a los talleres de intercambio de saberes está funcionando.
Una puerta por decisión está siempre abierta a todas y todos, pudiendo siembre alcanzar una conversación, una copa de vino, para dar una mano, para dar un paseo.
Un camino abierto que demanda la afirmación de todas y todos en el movimiento, y de la participación de tantos compañeros y compañeras fuera posible para crear un lugar que sea realmente de todas y todos.
Pierre Méric
Texto extraído de Revista Erosión Nº4, año II, 2014
Periodico Acracia, 14 de Mayo del 2014
Traducido por Cristian Del Castillo
+ INFO: Comune La Belle Verte