Ayer el Senador Alfonso De Urresti (PS) y el diputado Leonardo Soto (PS), ambos presidentes de las comisiones de Constitución del Senado, manifestaron por medio de una carta dirigida a la Presidenta Michelle Bachelet su aspiración hacia la Asamblea Constituyente con el objetivo de presionar a la mandataria y exigir la convocatoria a la AC y así puntualizar y avanzar -un poco- a lo que fue parte de sus promesas en su última campaña electoral, la creación de una nueva Constitución (¡sí, la queremos!)
En la carta los parlamentarios sugieren a Bachelet que comience con los trámites para la esperada Nueva Constitución, ambos integrantes de la “bancada AC” destacan que la Presidenta ha estado permanentemente coqueteando con la idea de terminar el patrocinio que nos entrega la ilegítima Constitución de 1980, tanto en el programa de gobierno como en los primeros meses de su mandato, por lo que creen que ahora, en medio de tanto desorden político, la jefa de Estado debería poner play a la iniciativa.
En el mensaje de Soto y De Urresti se establece claramente que Bachelet cuenta con el apoyo hacia estudiar, tramitar y generar los actos legislativos que sean necesarios para contar con todas las herramientas requeridas en esta misión, además de reflejar el anhelo que tiene la bancada AC de poder decir de una vez que el pueblo constituido en asamblea asumió, luego de 80 años, su rol constituyente. Fuera de esto, se le agrega a la misiva, el dato sobre la ofensiva que precisarán los adjuntos a la AC dentro de las próximas semanas, que compromete una reforma constitucional que habilite a la Presidenta para que convoque a un plebiscito. Lo que se manifiesta como petición en particular es que sean las personas quienes determinen el mecanismo y los factores necesarios para la modificación de la Constitución.
“Democrático, participativo e institucional”, es por el momento la consigna que el gobierno le ha asignado a este proceso, lo que para los parlamentarios solo refleja que tendremos que esperar mucho tiempo más para que el Estado opte por una Asamblea Constituyente. De hecho, dentro de las principales tesis que sugieren los redactores de la carta, es que un sector del actual Parlamento se encontraría imposibilitado de delimitar los puntos que concreten el cambio a la Carta Fundamental, ya que dentro de aquel sector se encontrarían -obviamente- involucrados con aportes irregulares a sus campañas políticas, donde además indican que están conscientes del holocausto que se vive dentro de la Moneda por los casos Penta-SQM y Caval, advirtiendo sobre la ineptitud o incapacidad de los materiales hasta ahora reunidos por el Gobierno para poder detener, evitar y contrastar ese tipo de estafas, perdón, situaciones. Ambos parlamentarios redactactaron al respecto en el texto al que tuvo acceso La Tercera:
“Nuestro sistema de convivencia, particularmente el político, se encuentra bajo numerosos cuestionamientos, y cada vez resulta más evidente la incapacidad de los mecanismos de control para evitar que hechos como los que han conmocionado a la opinión pública puedan ser previstos, controlados y sancionados antes de que pareciera poner en jaque las instituciones democráticas”
También creemos que el Estado se encuentra insuficientemente capacitado para comenzar ahora con los esperados trámites, pero todos han sido pacientes por más de ochenta años y probablemente tendremos que esperar más para que en un futuro -ojalá cercano- se avisten las primeras luces hacia la Asamblea Constituyente. Sin embargo, por suerte no estamos desde cero, el primer paso es informarse.