La delicada situación de la machi Francisca Linconao, quien estaba en huelga de hambre desde el 23 de diciembre generó en la última semana una ola de apoyo más allá de las fronteras del Wallmapu y Chile.
La anciana de 60 años lleva ya nueve meses en la Cárcel de Temuco junto a otros comuneros mapuches a quienes se les ha aplicado la Ley Antiterrorista promulgada durante la dictadura de Pinochet.
Pese a que no hay pruebas en su contra, sino sólo una declaración obtenida bajo apremios ilegítimos y después desmentida por uno de los detenidos, los mapuche están procesados por el ataque incendiario que costó la vida al matrimonio Luchsinger-MacKay en el mes de enero de 2013.
La aplicación de la legislación antiterrorista impedía que la machi Linconao accediera a la medida cautelar de arresto domiciliario (esta en proceso y no condenada), pese a que una mayoría de jueces habían fallado a favor de la anciana.
La solidaridad que provocó el caso traspasó las fronteras del país. Ya para el 21 de noviembre de 2016 el vocalista de Calle 13, Residente, junto a varios actores chilenos y la dirigenta indígena colombiana Ati Quigua, habían pedido la libertad de la machi Linconao a través de un video.
Ya en octubre de 2016 la machi recibió el apoyo de una red internacional desde ciudades como Hamburgo, Oslo y Barcelona.
Este fin de semana en la Cumbre del Rock realizada en Santiago el grupo Weichafe también solidarizó con los mapuche procesados y demandaron el fin de la Ley Antoterrorista.
En las últimas semanas personas anónimas de diversas partes del planeta enviaron fotos con un cartel, manifestando así con un pequeño gesto, la petición para liberar a la autoridad tradicional del pueblo mapuche.
Finalmente el viernes 6 de enero un fallo de los tribunales de Temuco, tras el cambio de postura del abogado del gobierno, dejó a la machi con prisión domiciliar mientras continúa el proceso.
El Ciudadano