Esta mañana los alumnos, profesores y apoderados del emblemático Liceo de Aplicación se manifestaron en las afueras del Mineduc para mostrar su disconformidad con el incumplimiento del proyecto de reestructuración del centro educacional, luego de que sufriera un derrumbe el año 2008. Los estudiantes esperan volver a su colegio de origen a más tardar el 2012.
Los alumnos tienen clases en la ex cede la Universidad de la República, desde que el liceo original, ubicado en Cumming, sufriera un derrumbe en el primer piso, mientras los escolares realizaban una manifestación a fines de agosto del año 2008. Desde entonces se les vienen prometiendo fechas y proyectos de reestructuración que no ha cumplido ni el gobierno anterior ni el actual.
El problema principal radica en que el espacio donde actualmente ejerce sus labores educativas el liceo no tiene las condiciones necesarias para albergar a los alumnos. Las salas, capacitadas para 25 personas, deben albergar cursos de más 40 pupilos. Además, reclaman que el casino es insalubre y se llena de palomas, razón que los obliga a almorzar en el patio. Así también, hay quejas de que la infraestructura es demasiado pequeña para albergar a los cerca de 2.700 estudiantes pertenecientes a esta prestigiosa institución educativa.
Al respecto, Isaac Gajardo, presidente del Centro de Alumnos del liceo, manifestó su molestia por el incumplimiento de los compromisos realizados por el Gobierno, el Ministerio de Educación y la Municipalidad, quienes ya llevan 45 días de retraso del cronograma original. “Estudiamos en condiciones humillantes, lo toleramos, pero con el deseo de volver a nuestro liceo. No vamos a permitir que se nos pase a llevar una vez más”.
Así también, los miembros del liceo argumentan que, además de incumplir las fechas pactadas, el Gobierno actual bajó desde $12 mil a $4.600 mil millones el presupuesto para la reconstrucción del centro educativo. Rogelia Leyton, presidenta del Consejo Gremial de Profesores, señaló que en marzo de este año, el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, bajó el presupuesto a menos de la mitad del original, debido al terremoto, “y ahora ya llevan 40 días de desfase en el proyecto. Los alumnos se sienten engañados. Sea cual sea la respuesta que nos entreguen seguiremos movilizados, porque nosotros ya no les creemos nada”.
El Director del Liceo de Aplicación, Eusebio Milla, también mostró su claro apoyo a la movilización y manifestó su malestar y preocupación ya que esta situación debilita al establecimiento. Milla aprovechó la oportunidad para recordar el rol del Estado en la educación pública. “Alguna vez el Estado deberá hacerse cargo de la educación municipal, anteriormente fiscal, que está en un grave proceso de extinción. Creemos que a corto plazo podemos sucumbir”.
Del mismo modo, Isaac Gajardo, cree que el problema en el que está inmerso el liceo se enmarca dentro de las políticas privatizadoras del Gobierno, que tiene como eje fundamental disminuir a la educación pública. “Lo que están haciendo ellos es destruir este tipo de colegios. Le está pasando al Imba, al Barros Borgoño y a este liceo. De este modo, en nuestros colegios vemos reducidas nuestra capacidad de alumnos, de organizarnos y de luchar por la educación que merecemos, que es una educación pública, laica y de calidad administrada por el Estado”. Gajardo cree que esta es una estrategia del Gobierno para dividir y dispersar al estudiantado por todo Santiago, una vez que los dueños del edificio donde actualmente estudian decidan vender.
Durante esta tarde, el Consejo Escolar del liceo, compuesto por estudiantes, padres, apoderados, asistentes educativos, profesores y el director de la escuela, tendrán una reunión con representantes del Ministerio de Educación para ver las posibles soluciones al conflicto.
Por Katherine Torres T.
El Ciudadano
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