Aval: destapando el hormiguero
Por su parte el proceso de lucha de la sociedad de Loncopué, también fue gradual. Si bien se venía trabajando hacía tiempo con comunidades mapuce, criollas y campesinas, jamás habían pensado en enfrentarse, como un grupo organizado, primero al gobierno de la provincia, y luego a una empresa multinacional.
La Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Loncopué (Aval), nace como respuesta al avance de una empresa canadiense que había empezado a hacer trabajos exploratorios en la zona. En 2007 la gente comienza a ver maquinarias, a escuchar explosiones por la noche y a ver luces en los cerros. Hasta que aparecen trailers y maquinaria pesada. Unos días después, en un acto del Día del Pueblo, el cura advierte a la gente de la situación, y exige saber qué estaba pasando, porque no había respuestas por parte del gobierno. Luego de eso, todo cambia. Es como cuando uno destapa un hormiguero. La gente empieza a descubrir todo lo que viene detrás de la megaminería y lo que significaba esto para la localidad y los alrededores. “Aval realizó un trabajo de hormiga, de información y educación en contra de la megaminería”
En abril de 2008 es frenada la acción de la empresa Golden Peaks, que estaba realizando trabajos exploratorios, a través de un simple recurso de amparo. Luego de esto, la empresa se retira. Desde ese instante y a pesar de la sorpresa de ese primer triunfo, Aval comienza un trabajo más intenso, como de hormiga, charlando con la gente, yendo a escuelas, imprimiendo material informativo con dinero que sale de su propio bolsillo. La idea es que el resto del pueblo sepa lo que la megaminería implica.
Un año después de esto, mediante un funcionario municipal integrante de Aval, se enteran de que la minera estatal china MCC, llegaba para explotar el cerro Tres Puntas, en el corazón del lof Mellao Morales. Comparada con esta empresa, Golden Peaks era un pequeño negocio local. Casi un kiosko, dirían en ese entonces.
Viviana Vaca es integrante de Aval, vive en el pueblo desde hace unos 26 años, y fue una de las fundadoras de la Asamblea. En su rol de trabajadora social – y como misionera – integraba la Diócesis de Neuquén, que era encabezada por don Jaime de Nevares. Las asambleas eran cada vez más numerosas, recuerda Viviana. En una ocasión, fueron con el sacerdote del pueblo, José María Dorfeo, a contarle a la gente de la comunidad Mellao Morales acerca de la situación, porque la empresa se había trazado el cerro Tres Puntas como objetivo.
En la ocasión también pudieron hablar con crianceros criollos que viven rodeando al cerro Tres Puntas, en Campana Mahuida y Cajón de Almaza. Junto a ellosconforman la Asamblea de Vecinos de Campana Mahuida, Avacam. Se unen para trabajar en conjunto, la Asociación de Fomento Rural Weku Ko, el Lof Mellao Morales, Avacam y Aval, quienes junto al asesor legal Cristian Hendrickse, comienzan a diseñar una estrategia jurídica para impedir que se hagan las audiencias públicas, que eran consideradas el último paso para que la minera pudiera comenzar la explotación.
El 30 de septiembre de 2009 se realizaría una tercera audiencia, con carácter de definitiva. Ahí los vecinos recurren al último as de la manga con que contaban: presentan en el Juzgado de Neuquén, junto al Lof, una acción jurídica para pedir la nulidad del contrato firmado por ambas empresas, basado en la falta de consulta previa a los Mellao Morales.
En esta instancia, el juzgado se declara incompetente, y lo deriva directamente al Tribunal Superio de Justicia (TSJ). El expediente duerme en un cajón durante 9 meses, ante lo que las asambleas y el Lof comienzan a hacer presión en el Tribunal, buscando que se expida.
Finalmente logran que el 28 de septiembre el Tribunal tome la medida cautelar de suspender todo el proceso administrativo que se venía llevando adelante hasta ahora, con respecto a Campana Mahuida, en tanto se determine la legalidad del contrato entre Cormine y la empresa china. Viviana recuerda que Martín Irigoyen, presidente de Cormine, salió del TSJ muy enojado; “eso para mí fue una alegría, si este señor está enojado, nosotros tenemos que estar contentos. Después subimos ahí con el Logko Pedro Beroiza, el abogado y la Werken y nos dieron la gran noticia”, cuenta la asambleísta.
Posteriormente el mismo Irigoyen reconoció públicamente que la empresa, y la provincia habían perdido el interés en la explotación de esa área. “Esperemos que por muchísimo, muchísimos años más eso esté suspendido y que realmente nunca se haga. Creo que fue un triunfo de la gente de ese granito de arena que todos pusimos con cuerpo y alma para que esto no se hiciera”, afirma Viviana.