El Sindicato Unificado Metro, que agrupa el 100% de los conductores, además de supervisores de tráfico y controladores, protestó ayer contra la impasibilidad de la empresa frente a las demandas que los trabajadores vienen reclamando desde hace tiempo. Más seguridad y dignidad laboral así como el pago correcto de las horas trabajadas son algunas de sus exigencias.
“Las reivindicaciones que necesitamos son respeto a las políticas de maternidad, que el Metro no respeta en su totalidad los convenios colectivos, además tenemos problemas de infraestructura, nuestros trabajadores no tienen donde ir al baño, hay problemas de defeca y ratas en todos los puestos de trabajo y además de eso debido a la estructura variable que tenemos no nos pagan completas las remuneraciones”, explicó a El Ciudadano la presidenta del Sindicato Unificado Metro, Daniela Pérez.
800 operarios acompañaron al directorio sindical en la entrega de una carta dirigida al gerente de la compañía para dejarle clara la posición categórica de la asamblea.
Además los trabajadores anunciaron una escalada de movilizaciones para presionar la empresa, pero por ahora aseguraron que no quieren entorpecer la ciudadanía: “Nosotros queremos mantener la seguridad, queremos mantener todavía el servicio del metro, queremos darle la oportunidad a Metro que por la vía del buen diálogo y las buenas relaciones cumplan con lo que debe que no es más que pagara lo que corresponde”, dijo Pérez.
Sin embargo, si Metro continúa haciendo oídos sordos a sus demandas, el sindicato advierte: “No descartamos en ningún momento una acción extrema como es el paro”.
La organización, con más de 1200 socios, se reunió esta mañana con la empresa y en base a este encuentro decidirá cuáles serán las próximas acciones de protesta.