Si bien este relato es sobre el pasado domingo, quisiera antes referirme a la última plenaria del movimiento que fue convocada por el Foro de Lucha contra el Aumento a los Pasajes el día martes 25 de junio en el Instituto de Filosofía y Ciencias Sociales (IFCS) en pleno centro de la ciudad. La presencia de ciudadanos fue masiva, considerando el carácter de la reunión. Tenía alrededor de 3 mil personas en el “Largo do São Francisco” reunidas para decidir los próximos pasos del movimiento. Los antiguos vicios de articulación volvieron a aparecer.
La plenaria careció de verdadera voluntad de organización y tras más de cinco horas de plenaria solo fue decidido un calendario semanal de las próximas marchas y sus respectivos recorridos. Una de ellas, fue la del día domingo a las 15 hrs, durante la final de la copa de las confederaciones, que se complementaría con otra marcha convocada por el Comité Popular Copa y Olimpiadas de Río.
La jornada comenzó temprano. Ya a las 10 de la mañana se inició la concentración en la plaza Saens Peña en el barrio de Tijuca. Aquí se convocaron innumerables organizaciones sociales, partidos políticos y ciudadanos “independientes”. Pasado el medio día la movilización emprendió camino hacia el Maracaná. Si bien el grupo era formado principalmente por jóvenes, la primera marcha tuvo un carácter “familiar”. Todo en un marco pacífico de expresión popular. Tras más de 1 hora de caminata la marcha llegó hasta el cerco policial que por la “ley de la copa” se construye a un radio de 2 kilómetros del estadio Maracaná donde queda prohibida la circulación de cualquier persona que no sea residente o tenga una entrada para tal evento en la mano.
La marcha respetó el cerco policial y luego de permanecer un tiempo frente al contingente policial, la caminata continuó rumbo hasta la plaza “Afonso Pena” donde fue finalizada en un ambiente de total tranquilidad. Pero ese pacifismo estaba previamente negociado. La represión sería después, durante el segundo acto.
Muchos de los asistentes a la primera manifestación se reagruparon nuevamente en la plaza Saens Peña en donde la manifestación tenía una otra energía, diferente, como diferente se veía también a la policía. Lo que en un comienzo prometía ser una pequeña manifestación, poco a poco comenzó a crecer y a medida que avanzaba se iban sumando más y más personas. El perímetro establecido por la policía fue reforzado y en las vías de acceso al estadio se dispusieron el doble de policías que las que se encontraban en la primera marcha.
El normal desarrollo de la final de la copa de las confederaciones tenía que ser garantizado por el estado brasileño. La segunda marcha tomó un recorrido diferente para llegar al perímetro policial. Una vez ahí, la manifestación permaneció pacifica por un tiempo, y mientras Fred celebraba la apertura del marcador a favor de Brasil, (ante una España irreconocible!) comenzaba la represión sobre los manifestantes que protestaban de manera pacífica frente al cerco de la policía militar estatal de Rio de Janeiro.
Varias personas fueron heridas durante este acto. La Copa de las Confederaciones es un ensayo para la Copa del Mundo. La represión de la policía fue testeada en esta ocasión y durante junio del 2014 será implacable. El banquete para la FIFA y sus socios no puede ser, bajo ninguna circunstancia, manchada por expresiones populares de lucha por derechos. La “mafia FIFA” ya declaró abiertamente su postura frente a los conflictos ciudadanos en Brasil, en donde la diversidad y la democracia son un obstáculo para el normal desarrollo de una Copa del Mundo de Fútbol.
Este domingo vimos diferentes “Brasil”. Uno dentro de las protestas reivindicando la lucha contra el capital internacional, el “Brasil que despertó” y el que nunca se fue a dormir, con años de luchas de organizaciones populares que toma un nuevo impulso tras este mes de junio que pasó. El otro Brasil, que aun duerme, sentados en los bares y restaurantes de todo el país, que vestidos y pintados de “verdeamarelo” celebrando un 3-0 que le viene muy bien a la clase política brasileira y que, según muchos, huele a fraude. La redonda está más manchada que nunca y para el 2014 puede quedar aun más sucia.
El pueblo brasileño se organiza, aún falta 1 año para el mundial, y en menos de 1 mes tendremos la visita del Papa en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud. Los ojos del mundo están puestos en Brasil, y el foco principal es Río de Janeiro ciudad que tras cada protesta demuestra que no es más esa “cidade maravilhosa”.
Por Juan Pablo Díaz
Fotos: Pablo Vergara
Desde Río de Janeiro