Los libros de Eloísa la Cartonera

En una esquina del barrio La Boca de Buenos Aires hay un taller. Adentro un grupo de personas se afanan en cortar las tapas de unos libros; un poco más allá otros pegan con cola y por allí otros pintan las tapas. Es la cooperativa Eloísa Cartonera, que fabrica libros de autores latinoamericanos usando cartones recolectados en la calle por   (también) cooperativas de cartoneros.

Su catálogo es de unos 200 títulos de diversos autores. Entre los chilenos están Pedro Lemebel, Martín Rivas o los poetas José Angel Cuevas, Enrique Lihn y Gonzalo Millán. Los géneros son poesía, cuento, novela breve, teatro y hasta literatura para niños.

Una novedad reciente es la edición de ‘Las Casas del Viento’, un libro infantil con muchos colores de Ernesto Camilli, un clásico de la literatura argentina.

También han editado libros de Rodrigo Rey Rosa, Manuelito Alemián, Gabriela Bejerma, Ricardo Piña, Andrés Caicedo y  Fabián Casas.

La idea parte el 2003, dos años después de la crisis económica que tumbara la aplicación de las políticas neoliberales en Argentina y diera paso a la formación de cientos de fábricas autogestionadas por sus trabajadores o cooperativas de trabajo.

Por esos días muchos trabajadores copaban las calles protestando, desarrollando  asambleas barriales o clubes de trueques.

“Somos un grupo de personas que se juntaron para trabajar de otra manera, para aprender con el trabajo un montón de cosas, por ejemplo el cooperativismo, la autogestión, el trabajo para un bien común, como movilizador de nuestro ser. Nacimos en esta época loca que nos tocó y nos toca vivir, como muchas cooperativas y microemprendimientos, asambleas, agrupaciones barriales, movimientos sociales, que surgieron por aquellos años por iniciativa de la gente, vecinos y trabajadores, acá estamos”- cuentan en su portal web.

Al principio vendían libros y verduras. Extraña mezcla, mas no para aquellos tiempos.  El primer libro que publicaron fue ‘Pendejo’ de Gabriela Bejerman.. Pero con el tiempo fueron haciéndose famosos con sus libros únicos. “Aprendimos todo de cero. Aprendimos el trabajo ¡y hasta lo inventamos!”- cuentan.

“Con el cooperativismo aprendimos que el trabajo es lo mejor que nos puede pasar. Convertimos el trabajo en parte de nuestra vida, y nunca una obligación, algo desagradable; convertimos al trabajo en un sueño, en nuestro proyecto”- detallan.

A futuro desean adquirir un terreno en Florencio Varela para construir una casa y diseñar una huerta orgánica. El sueño es con el tiempo armar una escuela agraria.

A quienes quieran conocerlos pueden ir a Aristóbulo del Valle 666, La Boca. Si no puedes ir visítalos en su portal web.

Mauricio Becerra R.
@kalidoscop

El Ciudadano