Los profesores reclaman mejoras de sus condiciones laborales como el reajuste anual de IPC, el incremento del 1.3% o el bono vuelta de conflicto. Además, en el comunicado emitido ayer por el colectivo, lamentan «la clara discriminación frente al estamento académico», al que aseguran que se le negó la participación vinculante.
Según explican en el documento, los argumentos que la UCEN utiliza para no negociar se sostienen bajo excusas como «la incertidumbre e inestabilidad de la UCEN por la nueva Ley de Educación Superior y Gratuidad» o que «la paralización de estudiantes ha producido rebajas en las matrículas que también afecta a los recursos». También se amparan bajo argumentos como que «son los propios académicos quienes dirigen sus destinos y distribuyen sus recursos a través de las autoridades que han elegido”, “sindicato y negociación aparece fuera del escenario tradicional, pues los académicos dirigen y controlan la Universidad”.
Para la UCEN, dicen los firmantes del comunicado, «los docentes perciben remuneraciones altas, están regulados por un Estatuto Académico y no han sufrido rebaja del sueldo en FACED».
En respuesta a estos razonamientos, el sindicato rebatió afirmando que «los académicos de cualquier Facultad no tenemos atribuciones para mejorar las remuneraciones, otorgarnos reajustes ni incrementos y menos fijar los aguinaldos».
Por otro lado señalaron que los académicos «no tenemos las derechos legales que nos permitan obligar a las autoridades al cumplimiento de las promesas y acuerdos, sólo somos citados para ‘participar’ con derecho a voz en excepcionales ocasiones como la Asociación de Académicos, o como en el caso de los Socios Activos de la asamblea a dos reuniones anuales para aprobar la memoria y el balance anual.
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