Tras nueve años de defensa del agua limpia que corre de cordillera a mar en el último río que da vida en el desierto más árido del mundo, amenazada hoy principalmente por el proyecto minero Pascua Lama de la transnacional canadiense Barrick Gold, la comunidad del valle del Huasco, en la región de Atacama, sigue realizando acciones para rechazar abiertamente el primer emprendimiento binacional del planeta.
Se puede decir que este conflicto socioambiental comenzó el 2001, cuando la Conama aprobó este proyecto extractivo aurífero por primera vez. Quienes se enteraron en ese momento no alcanzaron a dimensionar las implicancias que traía consigo, pero pese a eso, la comunidad apuntó a lo esencial del proyecto: ¿dónde mencionaban los glaciares que alimentan la vida de la gente del valle?
Barrick Gold, la transnacional más importante en extracción de oro, simplemente no mencionaba los glaciares. El proyecto se aprobó, pero quedó pendiente la presentación de un plan por parte de la empresa para resguardarlos antes de que comenzara a extraer minerales.
Por eso, cuando Barrick ingresó una ampliación del proyecto Pascua Lama el año 2004, incluyó su ridículo plan de manejo de glaciares, cuestionado por científicos, organizaciones y la misma comunidad, que no entendía cómo una masa glaciar, luego de ser dinamitado, podía ser trasladado en cargadores frontales, bulldozers y camiones, para justamente no afectarlos.
Esto suscitó una polémica y un debate que traspasó las fronteras de la región y del país y que duró hasta el 15 de febrero de 2006, cuando nuevamente la Conama aprobó el proyecto, pero con la condicionante de que Barrick no afectase los glaciares y los monitoreara para evitar cualquier disminución.
En esos primeros años, la comunidad del valle del Huasco se organizó, realizó varias marchas, y, apoyados por la iglesia local, el discurso pasó de estar en contra de Pascua Lama a defender el agua, la vida e, incluso, La Creación. Pero también, diversas instituciones y personas se comprometieron a entregar el apoyo a la transnacional y su proyecto. Emblemático fue la silenciosa firma que ocho de los nueve directores de la Junta de Vigilancia, organización que reúne a los regantes del valle, estamparon para recibir sesenta millones de dólares por parte de Barrick a cambio de dejar su oposición al proyecto minero. La entrega se haría en tres millones anuales por veinte años. Hoy, Barrick ya ha depositado seis millones de dólares a la Junta de Vigilancia.
Sin embargo, los habitantes del valle del Huasco continuaron realizando actividades para defender el agua, la tierra y su forma ancestral de vida. Marchas, misas en el borde del río, caminatas por la vida, denuncias ante diversas instituciones nacionales -como el Consejo de Defensa del Estado- e internacionales -como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos-, además de la presentación de las graves irregularidades del proyecto minero ante la comisión de Recursos Naturales de la Cámara Baja y a la ministra de Medioambiente, quien incluso visitó la zona y se comprometió fue a regresar, aunque la comunidad la espera.
Frei y Menem entregaron la cordillera a las mineras extranjeras Pascua Lama es el primer proyecto binacional del mundo, que se enmarca bajo el Tratado de Integración y Cooperación Minera entre las repúblicas de Chile y Argentina, cuerpo legal único en su clase. Según especialistas en minería, en la práctica, este tratado entrega la cordillera a las transnacionales mineras, desde Antofagasta en la Segunda región hasta Punta Arenas en la Duodécima región de Chile, para que exploten donde nacen las aguas que alimentan los valles de Chile y Argentina.
Ese texto legal fue firmado por Eduardo Frei y Carlos Menem en 1997 con la excusa de “integrar” a los pueblos de ambos lados de la cordillera, y debía ser ratificado en 2001 por los presidentes Ricardo Lagos y Néstor Kirchner. En Chile, primero debía ser ratificado por el Senado. Durante ese proceso, la comisión de Minería citó a Frei, quien entonces era senador vitalicio, a explicar las implicancias del cuerpo legal inédito en el mundo. Una de las preguntas que le hicieron fue por qué el tratado binacional incluía el sur de ambos países si allí no existe prácticamente minería. El economista Julián Alcayaga, uno de los que presenció dicho suceso, narra que “nadie supo, ni el ex Presidente de la República, ni la directora de fronteras y límites, ni los asesores de Cochilco”. De hecho, agrega el economista, “fue tan vergonzoso, que esa parte no existe en el boletín del Senado. La pregunta no la pusieron”. Hay antecedentes de que el tratado binacional fue impulsado por los ejecutivos de Barrick y esa sería la razón de que Frei fuera incapaz de responder en la Comisión de Minería del Senado.
Las especulaciones a la respuesta de por qué el tratado binacional minero incluye desde Antofagasta hasta Punta Arenas en Chile, dan cuenta del acceso al agua que las transnacionales mineras tendrían a lo largo de la frontera chileno-argentina. Es en la zona austral de nuestro país donde llueve casi todo el año y el agua es uno de los insumos esenciales de la minería.
Diez años de resistencia, diez años de aplazamientos en Pascua Lama
Dentro de algunas investigaciones que se han llevado a cabo, quedó al descubierto que ya en 1994 Pascua Lama cobró las primeras víctimas fatales, y a la fecha se contabilizan quince muertos en las faenas del proyecto, ocurridas en siete accidentes que la empresa reconoció al programa Semillas de Agua en abril de 2008.
Luego de casi diez años de lucha cotidiana contra la transnacional, ha quedado claro que lo único efectivo ha sido la resistencia comunitaria que denuncia, difunde y rechaza las suculentas ofertas monetarias que hace Barrick a las organizaciones vecinales y las diversas actividades que la misma comunidad sostiene casi a puro pulso.
Lo más importante ha sido el rescate del agua como bandera de lucha por la vida sana, limpia y comunitaria sostenida en base a la confianza, que gota a gota ha ido fortaleciendo para cambiar el curso de los caminos por ríos naturales que alimenten las raíces.
Así, se ha revalorizado las formas de vida que han permitido que el valle viva por años y años sin problemas, más lejos del dinero y más cerca de la tierna confianza.
La resistencia ha seguido. En los últimos días, el artista local Oriel «Pijiro» Campillay obtuvo el segundo lugar en el tradicional Festival del Higo en Conay, pequeña localidad al interior del Valle del Huasco, interpretando una canción contra Pascua Lama (Disponible en www.youtube.com).
Censura previa en radio municipal de Alto del Carmen
La oculta mano de Míster Larrick y su conviviente Norack (Así es cómo la comunidad ha comenzado a llamar a Barrick y a la nueva alcaldesa de Alto del Carmen, Nora Rojas), re-pinta los murales a los pocos días de haber aparecido para eliminar cualquier manifestación, ya sea a favor de la vida o abiertamente en contra de Pascua Lama. Esto ha dejado claro no sólo que la comunidad está luchando, que ya no cree en la bonanza económica que el proyecto minero supuestamente iba a llevar al valle a cambio de la destrucción del ecosistema, sino que quienes están comprometidos con la transnacional temen que quienes rechazan el proyecto hablen muy fuerte y Barrick deba invertir más dinero para sacar su emprendimiento estrella.
Tal vez por eso es que en la radio municipal de Alto del Carmen dos opositores a Pascua Lama fueron censurados a fines de enero, antes siquiera de comenzar a hablar, por ser reconocidos por su postura anti Barrick. Esto sucedió en medio del lanzamiento múltiple de varias producciones en contra del proyecto y a favor de la vida. Uno de ellos era el disco musical “Unidos por el agua decimos no a Pascua Lama, al saqueo y a la contaminación”, que incluye canciones de diversos grupos y artistas que hablan del agua y diferentes conflictos socioambientales. También se lanzó el libro editado por Quimantú titulado “Pascua Lama: Conflicto armado a nuestras espaldas”, que recorre los años de conflicto contra la transnacional dando antecedentes inéditos de los fundadores de Barrick, y un documental canadiense denominado “La sed del oro” (Más información del lanzamiento en www.olca.cl/oca/chile/region03/pascualama362.htm).
La censura también afectó a un grupo de jóvenes misioneros que, en su último día, mientras se despedían de la comunidad que los había alojado por casi dos semanas, hablaban en la radio sobre la importancia de cuidar el medioambiente. De pronto, paff!… silencio. Música, y retomamos, pero ya sin opiniones divergentes.
Por Javier Karmy