El debate sobre el sistema previsional escribe un nuevo capítulo con la presentación de la propuesta formulada por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) para mejorar las pensiones. El documento de los empresarios consta de 22 propuestas, aun cuando éstas no fueron bien recibidas por parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores No+AFP, agrupación que ha liderado el movimiento por un cambio de raíz al esquema de capitalización individual impuesto en dictadura.
«Esta propuesta no hace más que reafirmar y consolidar este modelo de capitalización individual, la vieja política del ‘ráscate con tus propias uñas‘ está presente, porque se le hace una oferta a los trabajadores que estén dispuestos a cotizar el 1% voluntario, yo como empleador coloco el 2%. El 50% de los trabajadores chilenos gana menos de 400 mil pesos, ninguno va a estar dispuesto a esto, porque esto significa gravar el ingreso líquido», señaló Luis Mesina, vocero de No+AFP en entrevista con CNN Chile.
Los descargos del dirigente apuntan al aumento gradual de 3% de la tasa de cotización, propuesto por la CPC. A esto se sumaría un mecanismo que obligaría al empleador a ofrecer al trabajador un aporte de 2% adicional que, en caso de ser aceptado, tendría que ser complementado con un 1% adicional del trabajador. Con esto, se llegaría a una cotización del 16% y las AFP mantendrían la administración del ahorro previsional.
¿Aumentar la edad de jubilación?
Otro punto que genera rechazo en No+AFP es el aumento de la edad de jubilación. La CPC propuso equiparar las edades de hombres y mujeres en 65 años, para luego incrementar el parámetro hasta los 67 años. A juicio de Mesina, «pretender subir a los 65 años en un sistema de capitalización individual no corresponde, porque este sistema fue construido sobre la base de ciertas promesas, entre ellas, que íbamos a tener un retorno del 70% como tasa de reemplazo y que la mujer tenía que trabajar hasta los 60 años para acceder a ciertos derechos. La mujer en la práctica está pensionándose más allá de los 60, porque las condiciones en las que se jubila son extremadamente discriminatorias».
Adicionalmente, el dirigente bancario observa que difícilmente puede incrementar la edad de jubilación en un país que no cuenta la salud como un derecho social y agregó que «aumentar la edad de jubilación lo único que hace es que la mujer permanece más tiempo en un sistema cotizando una cantidad que es marginal, pero al final de su vida activa, sacaría una pensión que es un poquito mejor y ese no es el tema de fondo, sino que hay que buscar fórmulas para evitar la discriminación como lo ha hecho nuestra propuesta, que compensa en cinco años la edad de pensionarse en las mujeres, es decir, cuando un hombre con 65 y una mujer con 60 años llegan a pensionarse, los indicadores que se le aplican son los mismos».
«La cuarta edad»
Los empresarios propusieron además la creación de una «pensión de la cuarta edad», dentro del Pilar Solidario, recalculando las pensiones autofinanciadas de los beneficiarios con una expectativa de vida hasta los 85 años. Según indicaron desde la CPC, la iniciativa permitiría mantener las pensiones posteriores a esa edad en un monto similar a la que venían recibiendo previamente.
Para Luis Mesina, los sistemas de reparto solidario son menos susceptibles a los cambios demográficos, que los esquemas de capitalización individual, «porque le dicen ‘mire, si usted vive hasta los 80 o 90 años, arrégleselas como pueda’. El problema es que si no tiene empleo, o es muy precario, no tiene posibilidad al final de su vida activa de hacer frente a la diversas necesidades que surgen en la tercera edad de las personas».