Las sensaciones de un toque suave o un abrazo se activan en un conjunto especializado de nervios.
En general se cree que el cerebro tiene un “mapa” para la sensación de toques. Pero investigadores ahora dicen que también tenemos un mapa emocional que corresponde a nuestra sensación de recibir un toque suave de otra persona.
Susannah Walker, investigadora en Liverpool John Moores University en Reino Unido, dijo que para los humanos y otras especies sociales, el acto de tocar es fundamental en formar y mantener relaciones sociales.
En un ambiente clínico se ha mostrado que el contacto físico con bebés prematuros ayuda su crecimiento, apoya a su desarrollo cerebral y disminuye el estrés. Según Walker, no se ha hecho muchas investigaciones sobre la base de estos efectos en el sistema nervioso.
El cuerpo humano tiene varios tipos de nervios para percibir el toque. Nervios gruesos rodeados por una capa grasienta de aislamiento (mielina) identifican el toque y temperatura, y rápidamente transmiten estas señales hacia el cerebro. Nervios más delgados sin el aislamiento transmiten más lentamente la información sensorial.
Recientemente, los cientistas descubrieron un subconjunto de nervios delgados, aferentes C-táctil, que responden a sensaciones de toques suaves. Walker quería saber como los nervios se organizaron en el cuerpo, y si solo apenas ver otra persona ser tocada podría causar las mismas sensaciones placenteras.
En el estudio, los investigadores tocaron personas en diferentes partes de sus cuerpos, incluyendo la espalda, la parte superior del brazo, el antebrazo y la mano. Tocaron las partes a diferentes velocidades.
Después las personas contaron que fue más agradable ser tocada en la espalda, y menos en el antebrazo. Según los investigadores, estas partes del cuerpo corresponden a la concentración de los nervios delgados, la espalda tiene más de estos y el antebrazo menos.
La velocidad también es importante, en el estudio se descubrió que la velocidad más agradable era entre 3 y 10 centímetros por segundo.
Los investigadores también mostraron videos de otras personas que fueron tocadas en las mismas partes del cuerpo. Las personas vivieron una sensación de placer parecida a cuando fueron tocadas ellas mismas.
Los resultados, sugieren que mamíferos han desarrollado un conjunto de nervios especializados que transmiten el placer del contacto físico suave, cuales forman un mapa emocional del cuerpo.
Fuente: LiveScience