Durante la noche de ayer, el sacerdote Mariano Puga, se refirió a la denuncia en su contra.
El sacerdote participó en el programa El Informante, de TVN y en él, dijo que en la Iglesia «las acusaciones pasan a las autoridades sin que los acusados sepan mucho de ellas», Esto respecto de las acusaciones que se encuentra revisando la Congregación de la doctrina de la Fe, en su contra.
Sin embargo, el Arzobispado de Santiago, mediante un comunicado, aclaró que Ezzati “no ha efectuado ni acusación ni denuncia alguna” en contra de Mariano Puga, José Aldunate y Felipe Berríos, indicando que lo que se hizo fue “responder a una solicitud de la Nunciatura Apostólica en Chile de enviar las distintas declaraciones que han hecho estos tres sacerdotes y que han aparecido en diversos medios de comunicación”.
Según lo que dijo Mariano Puga, él envió una carta al nuncio apostólico en Chile para «informarse» sobre la situación y la preocupación que existían en relación a ellos tres, la respuesta que recibió fue que «cuando hubiera una respuesta nos llamaría personalmente para dialogar sobre la opinión que Roma daba».
Sobre los dichos que han realizado los tres sacerdotes y que han motivado la investigación, Mariano Puga fue claro al indicar que son temas que hoy están en la palestra en el Vaticano ya que «la institucionalidad de la Iglesia, este espíritu nuevo que está poniendo el papa no ha llegado a toda la institución».
Respecto de Ricardo Ezzati, el sacerdote dijo que, hasta el momento, no ha tenido contacto con él.
Por su parte, la Compañía de Jesús, congregación a la que pertenece Berríos, lamentó a través de una declaración oficial, el aparecimiento público y mediático que se ha hecho de las presuntas denuncias que habría realizado Ricardo Ezzati sobre los sacerdotes jesuitas Mariano Puga, José Aldunate, y Felipe Berríos.
A través de esta declaración, firmada por el provincial jesuita Cristián del Campo, la organización aseguró que ni la compañía, ni los sacerdotes han recibido información sobre el contenido de las eventuales acciones eclesiásticas.
En el mismo escrito, la orden señala que Felipe Berríos fue destinado a “vivir y trabajar” en el campamento La Chimba de Antofagasta. Este traslado fue propuesto por el mismo religioso y aceptado por Pablo Lizama, arzobispo de la capital regional.
Esta situación se hará efectiva en enero, pero la decisión había sido tomada en el mes de septiembre; sin embargo, se decidió hacer pública esta información en la jornada de ayer noche.