Durante el próximo sábado 3 de septiembre, hinchas de todos los colores se verán las caras en un encuentro inédito, organizado por la Asociación Nacional de Clubes y Organizaciones de Hinchas (ANCOH). La instancia, que lleva por nombre «Otro fútbol es posible», se posiciona como una jornada histórica que por primera vez reunirá a los fanáticos de los distintos clubes en chileno en pos de un solo fin.
La actividad prefundacional se realizará de 9 a 14 horas en el Liceo Matilde Brandau de Ross (Av. Brasil 1901, Valparaíso) y aglutinará en un mismo espacio a hinchas de clubes como Universidad de Chile, Universidad Católica, Colo-Colo, Santiago Wanderers, Magallanes, Coquimbo Unido, Ñublense, Deportes Valdivia, Unión La Calera y Deportes Concepción, entre otros.
Aunque algunos de ellos son rivales históricos fuera y dentro de la cancha, el esfuerzo de unidad de los hinchas responde a la necesidad de adoptar criterios comunes para abordar un diagnóstico general sobre la crisis del fútbol chileno, conocer las diversas realidades de los clubes y desarrollar una iniciativa en común en contra de las Sociedades Anónimas y el fútbol de mercado.
Uno de los puntos importantes que motivó la cita es la discusión del Proyecto de Modificación a la Ley N° 20.019 -que regula la existencia de las Sociedades Anónimas en el fútbol- y que fue presentado en mayo pasado, con el patrocinio de la diputada Camila Vallejo (PC), Matías Walker (DC) y Pedro Brown (Amplitud), entre otros, tras un trabajo realizado en conjunto al Club Social y Deportivo Colo-Colo.
El presidente del CSD Colo-Colo, Fernando Monsalve, explica que «hemos sido impulsores de esta propuesta legislativa por considerarla un paso significativa en la transformación del modelo. Principalmente porque permite que las corporaciones y fundaciones sin fines de lucro queden habilitadas para administrar el fútbol profesional, cosa que hoy día no sucede».
El proyecto se abre a diversas formas de administración de los clubes, asociando algunos principios del modelo de administración alemán. «Da distintas posibilidades y perfecciona otros rubros, como la fiscalización, con la idea de inhabilitar dirigentes. Pero entendemos muy bien que esta agrupación lo debe estudiar y tener una postura e incidencia final y determinante en el proyecto«, apunta Monsalve.
En efecto, en anteriores encuentros donde el proyecto de ley fue presentado, los hinchas de diversos clubes han manifestado sus diferencias y también la necesidad de generar un catastro de las realidades de otros equipos antes de afinar la propuesta.
«No se puede hacer un proyecto bueno sin conocer la realidad de todos los equipos. Necesitamos una iniciativa consensuada y tranversal», apunta Andy Zepeda, presidente de la Asociación de Hinchas Azules. Así, los criterios comunes sobre la ley en cuestión comenzarán a ser definidos a partir del sábado.
UN NUEVO ACTOR SOCIAL EN EL FÚTBOL
No es casualidad que el encuentro se realice en Valparaíso y no en Santiago, donde también se replica la mirada centralista de los medios sobre el fútbol chileno. Así lo explica Mario Oyer, presidente de la Corporación Santiago Wanderers: «Al ser una entidad de alcance nacional, lógicamente busca llevar la discusión en torno a la realidad de nuestro fútbol a todos los rincones del país, sacando de la capital la toma de todas las decisiones. En la ANCOH no se diferencian clubes por categorías o divisiones. A ello se debe a que este encuentro se realice en Valparaíso y que el segundo se esté proyectando hacerlo en Concepción».
La Corporación Santiago Wanderers jugó un rol protagónico en la organización de la ANCOH y señalan que el encuentro busca poner la primera piedra en la construcción de una entidad de representación nacional de las socias, socios e hinchas del fútbol chileno. Para ellos, el verdadero motor de este deporte.
«Entendemos que hoy en torno a la ANFP se reúnen los grandes capitales involucrados en el balompié nacional y que por tanto, no existe quien se haga cargo de defender y representar de forma unitaria los intereses de los hinchas. La ANCOH viene a responder a esa necesidad y surge para llenar ese vacío, buscando a la vez que entre todas las Corporaciones y organizaciones de hinchas podamos desarrollarnos y potenciarnos de forma colaborativa», declara Oyer.
La Asociación Nacional de Clubes y Organizaciones de Hinchas se proyecta como una institución que permanente en el tiempo, que pretende crecer y plantearse como actor ante el poder Ejecutivo, el Congreso, la prensa, la opinión pública e incluso la propia ANFP, defendiendo siempre a los socios e hinchas.
Mario Oyer enfatiza que uno de los próximos desafíos, en este sentido, apunta a definir una orgánica lo más representativa posible y democrática. «Por mientras ello ocurre, del encuentro del sábado saldrá un vocero quien estará facultado para interlocutar a nombre de la ANCOH durante este período», cierra.
PESE A LAS RIVALIDADES: LA UNIDAD ES LA CONSIGNA
Movidos por los principios de horizontalidad, participación y cooperación con el desarrollo social y cultural de clubes y sus hinchas -como proyecto opuesto a la intimidad y exclusión ofrecida hoy por las Sociedades Anónimas- la ANCOH tendrá el desafío de lidiar con las diferencias y rivalidades históricas del fútbol chileno.
Un esfuerzo que conlleva la comprensión de una meta final más importante. «Acá no se lucha sólo por la U, Católica o Colo-Colo, sino por el futuro del fútbol chileno. Cada uno lo hace con el amor propio hacia su club, el esfuerzo es grande pero se lleva mejor cuando se visualiza el objetivo final, que es tener un fútbol distinto, más humano, donde los hinchas recuperen sus espacios», explica el presidente de la Asociación de Hinchas Azules, Andy Zepeda.
Conscientes de la enemistad que el propio fútbol genera al interior del mismo pueblos, los hinchas aseguran que la división de los fanáticos fue un factor determinante en la llegada de Heller, Yuraszeck, Vial, Mosa y otros empresarios que hoy lideran las principales sociedades anónimas. «Sólo así pudieron tomar el poder de algo tan significativo como el deporte. Son personas que sólo buscan interés político, personal y patrimonial. Y eso lo logran atomizando a las bases de los clubes deportivos, que son los hinchas, quienes realmente quieren a sus clubes», puntualiza Monsalve.
Lejos de las diferencias que ha tejido la historia al calor de los amores por un determinado equipo, los hinchas entienden este encuentro como el inicio de una lucha mancomunada por recuperar el fútbol como un bien social y cultural de los pueblos, que implica valores y una forma de relacionarse en comunidad, muy ajena al espíritu de las Sociedades Anónimas y elfútbol de mercado. Un modelo al que la mayoría de los hinchas organizados apunta como un fracaso.
TRANSFORMAR EL FÚTBOL CHILENO: LA DEMANDA SOCIAL
Aunque el fútbol ha sido históricamente mirado con desprecio desde la izquierda, algunas voces emblemáticas, como la del escritor uruguayo Eduardo Galeano, han apuntado a defender su valor social y rol determinante en la vida de los pueblos.
En algunos de los pasajes de su valioso libro «El fútbol a sol y sombra» (1995), el escritor señaló que incluso «en aquellos primeros años del siglo, no faltaron intelectuales de izquierda que celebraron al fútbol en lugar de repudiarlo como anestesia de la conciencia. Entre ellos, el marxista italiano Antonio Gramsci, que elogió “este reino de la lealtad humana ejercida al aire libre”.
Inmersos en un escenario de reivindicaciones sociales, los hinchas no son ajenos al deseo de transformar y desechar las estructuras de poder y dinero que los han despojado de participación e incidencia en los clubes sociales y deportivos. Por ello, la construcción de este nuevo espacio va en estrecha relación con el contexto político que se vive en el país y propicia el levantamiento de los movimientos sociales.
Así lo describe Zepeda, de la Asociación de Hinchas Azules: «Hay un aire nuevo en Chile en relación a querer buscar transformaciones sociales, hay una comprensión de que es la misma gente la que debe llevar a cabo su soberanía y no la clase política. La prueba más fehaciente de esto es lo que se viene viviendo con el movimiento estudiantil desde hace años o con el surgimiento del movimiento NO+AFP».
Por su parte, Monsalve, del CSD Colo-Colo complementa que «el deporte y los clubes sociales son una manifestación viva de lo que sucede en la sociedad y de una vez por todas debe ser tomado en serio. Esto se construye de la mano con la crítica social y estructural que se le hace al modelo imperante en las últimas décadas».
Hoy, la realidad misma del deporte chileno evidencia cómo se ha olvidado deslegitimado el rol de la gente en los clubes. Por ello, los hinchas que se organizan se sienten tan parte como otros del «gran estallido social» -como lo califica Zepeda- que hoy hace posible una iniciativa de estas proporciones, algo que durante muchos años resultó completamente impensado. Una muestra más de un país que parece haber comprendido el valor del colectivo como la principal herramienta para enfrentar a los poderosos, esos que en el fútbol, por cierto, también abundan.