En más de 100 mil personas evaluó la Confech la convocatoria de la masiva marcha convocada por el Movimiento Estudiantil en Santiago, en el día previo a la reunión que sostendrán los dirigentes con la ministra de Educación en el contexto del envío al parlamento del proyecto de ley de Educación Superior.
Una concentración claramente masiva que, a juicio de Camila Rojas, presidenta de la Fech, se debe a la adhesión de personas que anteriormente no habían participado de las movilizaciones. Al respecto, Marta Matamala, presidenta de la Federación de Estudiantes de la USACH, señaló que los estudiantes no fueron los únicos que formaron parte de la movilización. «Contamos con trabajadores de la educación, con profesores, se nos sumaron también los trabajadores movilizados del BCI», ejemplificó la dirigente, quien aseguró que todos estos sectores «tienen un relato común» y se ven afectados igualmente frente al modelo económico que nos rige.
«El movimiento estudiantil ha materializado su ofensiva», declaró por su parte Gabriel Iturra, presidente de la Feucen, quien destacó que a las seis casas de estudios tomadas, ahora se sumó la Universidad Alberto Hurtado.
El también vocero de la Confech se refirió igualmente a la Reforma Educacional del gobierno, haciendo una analogía contundente: «Es como el puente Cau-Cau, se cae a pedazos», dijo Iturra.
La jornada de este viernes 9 de junio será clave para el Movimiento Estudiantil, luego de que aceptaran reunirse con la ministra de Educación, Adriana Delpiano, quien les informará del proyecto de reforma a la educación superior del gobierno que ingresará este mes al Congreso. «Si nos van a presentar solamente instituciuonalidad no basta. Si no se hace cargo de un sistema desregulado, de reconstruir la educación pública, de un cambio estructural del mundo universitario, de los centros de formación técnica, no basta», señaló Camila Rojas, de la Fech.
En ese mismo sentido, Marta Matamala añadió que si el proyecto no responde a exigencias como gratuidad universal o democratización de los espacios universitarios, «el trabajo de miles de estudiantes durante 10 años y de los tres que hemos estado sentados en mesas de negociación no sirvió de nada».
La movilización fue reprimida desde un comienzo por Fuerzas Especiales de Carabineros, quienes ante el ataque de un pequeño grupo de encapuchados a la altura de Santa Rosa con la Alameda, comenzaron a gasear y mojar a los manifestantes que avanzaban pacíficamente por la vereda sur de la avenida principal de Santiago. Esto, sin embargo, no impidió que la masiva marcha continuara su curso hasta llegar aproximadamente hasta Estación Central.