Como un balde agua fría recibieron estas últimas semanas las agrupaciones de la diversidad sexual, la filtración por parte de la Secretaría General de Gobierno (SEGEGOB), de una minuta publicada en La Tercera el 5 de mayo pasado, con un titular abiertamente despectivo: «Gobierno lanza proceso de diálogos ciudadanos por matrimonio gay» y en el que se señala que se abre una nueva instancia de discusión con distintas organizaciones civiles y ciudadanas para debatir el matrimonio igualitario y todas sus implicancias, entre ellas el derecho a la adopción.
Lo tragicómico del asunto es que se pretende reunir a organizaciones como el Movilh y la Fundación Iguales en debates regionales que “tienen una duración de 5 horas, permitiendo reunir a un grupo de personas (a lo menos 60) en un mismo recinto para que dialoguen respecto a un tema, analicen, debatan, tomen acuerdos y prioricen dichos consensos”, con nada más y nada menos que la Fundación Jaime Guzmán, la Iglesia Católica y la Iglesia Evangélica, todas estas de un abierto sesgo ideológico de carácter homofóbico, como ha quedado demostrado en los últimos 10 años de lucha de las organizaciones por la diversidad en contra de la discriminación.
Para Luis Larraín, presidente de la Fundación Iguales no tiene ningún sentido esta postura de «cabildos» que propone el gobierno a través de su Ministro Secretario General de Gobierno, Marcelo Díaz: «No entiendo que podemos debatir con la Iglesia Evangélica durante 5 horas. Durante todos estos años de ellos sólo hemos recibido insultos y acusaciones de distinta índole, entonces creemos que esto no tiene un gran sentido más que buscar relativizar una discusión que ya llevamos años argumentando, que se encuentra madura, y que ahora debe ser discutido como corresponde en el Congreso Nacional donde nosotros tenemos el respaldo de las bancadas de diputados y senadores por el Matrimonio Igualitario», señaló Larraín.
Estrategia para traspasar discusión al próximo gobierno
Para Rolando Jiménez el anuncio de Marcelo Díaz de presentar el proyecto de ley de matrimonio igualitario el último trimestre del 2017, es traspasar la responsabilidad al próximo gobierno ya que en esa fecha «la presidenta Bachelet está cerrando la puerta por fuera de La Moneda». Además no vieron con buenos ojos la filtración de la propuesta de estas jornadas de discusión ya que la demanda que tiene el MOVILH en la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el Estado Chileno por la prohibición del matrimonio igualitario, pone en serio peligro la salida amistosa a la que estaba dispuesto el gobierno a través de sus comités interministeriales, ya que «con ello violenta el principio de reserva comprometido ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIHD). Esta reserva debe regir hasta que la negociación esté efectivamente cerrada, lo que no ha ocurrido, pues hay muchos puntos en los que aún no hay acuerdo», indica Jiménez.
“Una exigencia de la solución amistosa es que todo el proceso, de comienzo a fin, se llevará en conjunto con la sociedad civil, sin pre-ideas o pre-proyectos, algo que de acuerdo a lo informado por La Tercera no se está cumpliendo”, añadió el Movilh.
El Movilh recordó que “la demanda internacional por el matrimonio igualitario la presentamos el 2012 ante la CIDH y el año pasado iniciamos el diálogo con el Ejecutivo para una solución amistosa, al tiempo que nos hemos reunido con todos los sectores por este tema, incluso con el ex presidente Piñera, quien nos confidenció que el matrimonio igualitario ya viene, lo cual nos alegró mucho”.
En ese sentido, redondeó el organismo, el “ejecutivo tiene que comprender, de una vez, que el debate sobre el matrimonio igualitario está instalado en Chile desde el 2008. Es un debate maduro, no en vano más del 50% de las personas lo apoya. Entonces dedicar tanto tiempo a un debate social y cultural que ya existe, quizás para aparecer como propiciador, es una maniobra dilatoria que no se ajusta a la realidad actual. Son otros puntos a los que debe dedicarse más tiempo”.
Finalmente, lo que esta en claro hasta el momento es que la instancia del matrimonio igualitario se encuentra en una discusión de forma de presentación del proyecto y no de fondo en los contenidos. En ese ámbito, las organizaciones de la diversidad plantean en la base de sus posturas intransables el cambio de la figura del matrimonio entre el hombre y la mujer a matrimonio entre dos personas y abrir la maternidad y la paternidad a parejas del mismo sexo, que marcaría la diferencia entre la Unión Civil que deja afuera a los niños. Según Larraín: «En todos los países donde existe el matrimonio igualitario existe también la filiación por parte de parejas del mismo sexo, así que nosotros no aceptaremos otro tipo de definiciones».
Por último, si bien en la Nueva Mayoría muchos creen que la aprobación de la Unión Civil ya es suficiente como avance para este gobierno, la presidenta Bachelet señaló su compromiso de presentar durante su mandato el proyecto de ley de matrimonio igualitario.
Anteproyecto de ley de matrimonio igualitario