Mauricio Valiente es doctor en derecho, activista social y político, y forma parte del equipo de seres humanos que gobernará en el Ayuntamiento de Madrid -España- los próximos cuatro años. Mauricio, junto a sus compañeros de Ahora Madrid, lograron reunir diferentes fuerzas sociales y políticas bajo un partido que consiguió el pasado 24 de mayo arrebatar el poder en el Ayuntamiento de Madrid a la tradicional derecha española del Partido Popular. Los resultados fueron históricos, y muchos auguran que lo sucedido el pasado domingo en las urnas de España fue el inicio del cambio, el despertar del poder popular.
Hablamos con un convencido y esperanzado Mauricio Valiente para que nos cuente cómo fueron los inicios de Ahora Madrid, qué medidas serán las primeras en poner en marcha y cómo prevén que serán los próximos cuatro años de gobierno de un partido surgido de la unión popular.
¿Cómo surgió Ahora Madrid?
Ahora Madrid tiene un precedente claro en las movilizaciones de los últimos años que han supuesto la participación en la vida social y política de mucha gente que tradicionalmente no estaba vinculada a los espacios organizados. Surge fundamentalmente después del 15M. Se produjo una ebullición de nuevas formas de lucha, de organización, de movilización que se ha visto en las calles, en las reivindicaciones sociales y que ha tenido un gran peso, una gran acogida entre mucha gente. Logró éxitos importantes en la lucha, pero faltaba la construcción de un referente político que les pudiera identificar.
Hace un año aproximadamente desde sectores vinculados a los centros sociales de los barrios de Madrid, surge una iniciativa que se denomina Municapalia, para construir una alternativa política que sirviera de referente a esa lucha social que se había creado en los barrios. La participación en Municipalia era a título individual aunque empezaron a vinculares al proyecto militantes de organizaciones políticas y sociales que compartían esa necesidad de construir una alternativa que supusiera un asalto a las instituciones.
A partir de ahí se organiza lo que se denomina como Ganemos Madrid, un espacio de confluencia, de unidad popular donde, de una forma más organizada, se va constituyendo la alternativa. Participan representantes de distintos partidos como Equo, Por un mundo más justo, Partido Comunista, Izquierda Unida; de movimientos sociales relevantes en nuestra ciudad, y otra mucha gente a título individual. Todos se incorporan al trabajo de elaboración programática, de consolidación de unas estructuras de organización muy participativas, y de toda una dinámica de confluencia que permitiera poner en marcha esa alternativa.
Tras la creación de Ganemos Madrid, surge la posibilidad de un acuerdo con Podemos, que es una organización política que tuvo una gran influencia después de las elecciones Europeas del año pasado. Se plantea la configuración de un entendimiento entre Ganemos Madrid, con toda esa composición plural que tenía, y Podemos como una organización referente que planteaba la posibilidad de un cambio en nuestra ciudad.
Se llegó al acuerdo de construir Ahora Madrid como un espacio unitario que tuviera tres características fundamentales: ámbito municipal, es decir, que nos centráramos en el ámbito de Madrid, en la necesidad de cambiar nuestra ciudad después de tantos años de gobierno de la derecha; una dinámica participativa y una amplia base ciudadana, tanto el programa como la toma de decisiones se hizo de una forma participada por primarias abiertas y con esa finalidad; y, por último, la vocación de transformación real de lo que hemos vivido durante estos años en nuestra ciudad.
Con esos tres criterios organizamos Ahora Madrid a través de un acuerdo conseguido con dificultad, ya que no fue fácil el proceso porque teníamos que poner de acuerdo a muchas personas. Aún así lo hicimos, y configuramos hace muy pocos meses lo que se ha venido a conocer como Ahora Madrid.
¿Esperabais los resultados obtenidos en las municipales?
Teníamos una ambición clara. Dijimos desde el minuto uno que todo este esfuerzo unitario y de participación lo hacíamos por ambición, porque creíamos que era el momento para cambiar la forma de gestionar la ciudad, la forma de hacer política y el modelo político impuesto, un modelo especulativo al servicio de las grandes empresas. Teníamos esa vocación de mayoría, de ganar, y por eso la idea fuerza que manejamos en un principio fue Ganemos Madrid.
¿A qué crées que se debe la consecución de tan buenos resultados?
Desde luego creo que los resultados tienen que ver con la gran movilización que ha habido los últimos años en Madrid, movilización que se había cristalizado en una gran voluntad de cambio. La gente quería cambiar y hemos sido capaces de encontrar unas formas que han reflejado muy bien esa aspiración. El cambio no queríamos que fuera simplemente un cambio de personas o un cambio en las etiquetas, sino un cambio en las formas de hacer las cosas. Si no hubiéramos sido capaces de hacer una dinámica participativa estoy convencido que no hubiéramos movilizado esa gran ilusión que es la que nos ha dado la victoria en las elecciones del 24 de mayo.
¿La campaña electoral ha sido clave para el triunfo?
La campaña ha sido muy difícil para nosotros porque es una estructura nueva, con personas que tenían formas de entender las actividades muy distintas, y eso nos ha hecho que funcionáramos con mucha dificultad, con muchos errores, pero al mismo tiempo esta novedad nos ha dado frescura y espontaneidad. Le ha dado un contenido de ciudadano, de participación libre, de identificarse en un proyecto de una forma tan espontánea que yo creo que si lo hubiéramos pensado no nos hubiéra salido mejor.
La unión de fuerzas es complicada y precisa de un esfuerzo mayor para llegar a un acuerdo. Ahora Madrid es la demostración de que esa unión es posible y de que además merece a pena el empeño, ¿estás de acuerdo?
Sí, porque en toda España lo que las candidaturas como Ahora Madrid, Barcelona en Comú, Zaragoza en Comú o las Mareas Atlánticas en ciudades gallegas han demostrado es que la unidad no sólo suma sino que multiplica. La unidad no de cualquier forma sino con estas formas nuevas de participación, de ilusión colectiva. El resutlado es claro: donde hay unidad popular se gana o se está en disposicion de poner en dificultades al bipartidismo, a quienes han gestionado la política y la economía desde el neoliberalismo los últimos años en nuestro país. Donde no nos hemos unido, donde no hemos sido capaces de generar esta dinámica, pues al final ganan los de siempre, y yo creo que esto es una idea muy poderosa. Espero que los próximos meses, de cara a las elecciones generales, esta reflexión que yo creo que es muy compartida, pueda tener algún fruto.
¿Lo que pasó el pasado domingo 24 de mayo en las urnas puede suponer un verdadero punto de inflexión en el futuro político de España?
Sí, la derecha más rancia que representa el Partido Popular y el propio partido socialista no se esperaban este resultado y esta reacción tan creativa y con tanta fuerza. Esto hace que pensemos que lo que hemos vivido en las calles se puede dar también en las instituciones. Sería muy importante que lo hubiera a nivel de todo el país, porque los ayuntamientos son muy importantes para dar un giro a las políticas, pero buena parte de las políticas están determinadas desde ámbitos más globales, estatales e incluso de la Unión Europa.
Un resultado de rebeldía de España, sumado al de Grecia y los países del sur de Europa, yo creo que tendría un impacto muy grande. Y es una obligación que tenemos, por lo menos de intentarlo. Después de una crisis tan dura que al final los de siempre se salgan de rositas tiene un efecto desmovilizador tremendo. Sin embargo, si hay posibiliades de hacer un cambio real, yo creo que llenaría de esperanza y alegría a la mayoría social de este país.
La principal crítica que lanza la derecha española contra agrupaciones como Podemos, Ahora Madrid o Barcelona en Comú, es la falta de proyectos concretos y de medidas determinadas. Las urnas os han dado la oportunidad de demostrar si realmente existen o no esos proyectos, ¿por dónde vais a empezar?
La primera medida que vamos a poner en marcha es un plan de emergencia social que cubra la alimentación, la alternativa habitacional y la pobreza energética. Son medidas concretas que se pueden impulsar desde el ayuntamiento de atención a quienes han vivido y han sufrido la crisis con especial intensidad.
A partir de ahí queremos desarrollar otro modelo de ciudad, queremos tomar medidas que refuercen lo público. Se han vivido años de privatizaciones de distintos servicios, de convertir la acción social del ayuntamiento en un negocio para algunos pocos, y queremos revertirlo con una estrategia de remunicipalización de los servicios públicos fundamentales, empezando por la limpieza en sus distintos aspectos. Esto es algo que van a vivir y van a sentir los ciudadanos de una forma muy directa.
Vamos a apostar de forma clara por auditar la deuda. Madrid es uno de los ayuntamientos con mayor porcentaje de deuda de toda España, y eso lo vamos a combatir con una auditoría ciudadana que esclarezca por qué se ha llegado a esta situación, quién tiene esa deuda, y cómo podemos reestructurar para liberar de alguna forma la situación social del ayuntamiento.
En la estructura propia del ayuntamiento también hay muchas cosas que cambiar. La derecha habla de prescindir de servicios públicos y de prestaciones a los ciudadanos, pero lo que ha hecho es crear una hipertrofia de asesores, de cargos de confianza y de parásitos de las instituciones que tenemos que cortar de raíz. Queremos un ayuntaminto mucho más democrático, mucho más descentralizado, que llegue a los barrios de Madrid. Queremos que las juntas de distritos tengan más poder y llevar experiencias como los presupuestos participativos, la transparencia o la rendición de cuentas.
En definitiva, hacer que el ayuntamiento tenga menos parásitos, que cumpla más su función social, y sobre todo algo que es fundamental: combatir la corrupción, que ha sido una auténtica lacra. Unos pocos se han aprovechado ilegalmente o de forma encubierta del patrimonio de todos.
Comienzan ahora cuatro años de gobierno que se prevén duros por la presión social y política que ejercerán aquellos que no confían en Ahora Madrid, ¿estáis preparados para lo que viene?
Sí, de hecho ya lo estamos viviendo. Todavía no hemos tomado posesión y ya estamos viendo una ofensiva mediática. Seguro que vamos a vivir años difíciles porque por mucho que vayamos a ir con la mano tendida a construir consenso, sabemos que vamos a afectar intereses de gente que se ha beneficiado y ha construido convivencias con empresas privadas de una forma muy fuerte y que cuando esos intereses se tocan van a salir reacciones muy duras en nuestra contra. Estamos dispuestos a soportarlo y sabíamos que formaba parte de esta apuesta que estabamos haciendo.
Otra cosa es que la ciudadanía nos mire con lupa y que no se nos conceda ni siquiera los cien días de cortesía, eso nos parece bien. Creemos que la rendición de cuentas y que la política contemple las instituciones como servicio público es fundamental. Es necesario que se rompa esa visión de la política egoísta y de la política de unos pocos que llegan a las instituciones para servirse de ellas. Empezamos con un código ético que reduce nuestros ingresos de una forma drástica para dar ejemplo porque nos parece que es un aspecto fundamental.