Las nuevas propuestas del Movilh tienen por fin el reconocimiento social y jurídico de las parejas homosexuales y de sus hijos como familia, en un país donde se sigue negando a la diversidad sexual la igualdad. De hecho, un tío denunció que un tribunal de Santiago quiere quitarla el cuidado de su sobrino de dos años sólo por ser homosexual.
De todos los derechos demandados por lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) el que sigue causando una de las más fuertes oposiciones es el reconocimiento de las parejas homosexuales y de sus hijos como una familia.
Así, mientras en torno a las uniones civiles existe una mayoritaria aceptación entre los chilenos y chilenas, en el caso de la adopción o del derecho a cuidar menores se regista un amplio rechazo en la sociedad, según variadas encuestas.
Para sensibilizar a la población sobre la importancia de terminar con esta desigualdad, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) lanzó hoy la campaña «Somos Familia», la primera que a nivel nacional sensibilizará sobre tal tópico.
Junto a ello fue presentado el boletín «Movilh Informa», un texto impreso de cuatro páginas en couché que ya está siendo distribuido gratuitamente a la población LGBT de ciudades del norte, centro y sur de Chile.
«Queremos que todas las minorías sexuales se informen sobre la discriminación que padecemos, pero también sobre los derechos que como Movilh hemos conseguido, pues muchos no los conocen y si no saben que existen, no los pueden ejercer, ni exigir», apuntó la activista Sofía Velásquez.
La nueva campaña y el primer boletín informativo, ambas iniciativas del «Bicentenario de la Diversidad Sexual» que impulsa el Movilh, son financiados por la Embajada del Reino de los Países Bajos y cuentan con el respaldo de la Federación Chilena de la Diversidad Sexual (Fedisech) y de la Red LGBT del Mercosur.
La pertinencia y necesidad de las propuestas quedó hoy especialmente clara luego de que un tío, Elías Bermúdez Garrido, denunciara que el Juzgado de Familia de Santiago y el Servicio Nacional del Menor (Sename) iniciaron el proceso de adopción de su sobrino de dos años, negándole la tuición sólo por ser gay, un brutal caso de discriminación cuyo fin aún es incierto.
«SOMOS FAMILIA» Y BOLETIN INFORMATIVO
«Las parejas de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales constituimos familia y por eso exigimos protección social y jurídica como todos los chilenos», señala la frase central de la campaña sostenida en una imagen de dos hombres y dos mujeres que caminan de la mano con sus respectivos hijos.
La propuesta ya ha sido presentada oficialmente en La Serena, Chillán y Valdivia. Hoy le tocó el turno a Santiago, tras lo cual vendrán nuevas ciudades y regiones.
«La sociedad, y sobre todo nuestras autoridades, deben comprender que cuando exigimos matrimonio, uniones civiles o adopción de hijos, no lo hacemos sólo por razones patrimoniales o económicas, sino también porque nuestro amor va acompañado de la construcción de redes familiares», señala el activista del Movilh, Juan Hernández.
Redes que diversos sectores se niegan a reconocer, a un punto que la Unión Demócrata Independiente (UDI) ha tratado de impedir en más de una oportunidad que el Movilh sea recibido por las comisiones de Familia del Senado y de la Cámara de Diputados por cuanto desde su visión, tales instancias no tienen relación alguna con las minorías sexuales. Es decir, se rechaza que puedan ser familia.
El Movilh está más que claro que de aprobarse las uniones civiles en Chile, lo más probable es que el término familia ni siquiera aparezca en la norma, pues a la homofobia de la UDI, se suman las presiones públicas de las iglesias evangélicas, así como otras más privadas, pero más efectivas, de la Iglesia Católica.
El tema es tan sensible que ningún candidato presidencial se ha pronunciado a favor de la adopción, mientras la mayoría de los abanderados quiere limitar el concepto matrimonio sólo a los vínculos entre hombre o mujer. Una minoría de ellos dice, en tanto, que eso les da lo mismo, pues no les importa el nombre del vínculo (matrimonio u unión civil), aún cuando del mismo depende si las parejas LGBT serán reconocidas como familia.
Las propuestas del Movilh no terminaron ahí, pues el organismo lanzó un inédito boletín informativo impreso para las minorías sexuales, en cuyo primer número la noticia central está justamente vinculada a los derechos habitacionales de las parejas homosexuales.
«Todos deben saber que tras un acuerdo entre el Ministerio de la Vivienda y el Movilh este año conseguimos que las parejas homosexuales también tengan el derecho de acceder los subsidios habitacionales del Estado, para hacer realidad el sueño de la casa propia», añade Hernández.
Junto a ello, el boletín de distribución gratuita informa sobre adelantos en materia educacional y municipal, en derechos de las lesbianas y sobre diversos eventos públicos reivindicativos previstos para los próximos meses en el país.
HOMOFOBIA EN TRIBUNALES
Pese a que todos los estudios científicos serios indican que no existe incompatibilidad entre la crianza de menores y la homosexualidad, la cruda verdad es que en tribunales ello se desconoce, operando la homofobia en muchos casos de tuición.
El más reciente hecho, denunciado hoy, afecta a Elías Bermúdez Garrido, a quien el Juzgado de Familia de Santiago y el Sename le están impidiendo cuidar a su sobrino de dos años sólo porque es homosexual.
El caso es dramático, pues la madre del menor padece esquizofrenia y tiene antecedentes de maltrato a sus hijos, siendo Bermúdez Garrido el único que ha apoyado y cuidado al niño de siglas A.I.B.B, según reconoce toda la familia.
Aún sabiendo ello, el Juzgado, a petición del Sename, decidió iniciar el proceso de adopción y negar el derecho al tío, sólo en razón de su orientación sexual.
«Elías es soltero y su opción para formar una familia es con una persona del mismo sexo, lo que de hacerse efectivo no contribuiría en nada a un desarrollo normal del menor» , sostuvo la jueza Marcela Palamara, dando inicio al proceso de adopción, en el marco del primer caso de este tipo que se conoce en el país.
«Esto violenta la dignidad y la igualdad ante ley, pues cuando hoy un familiar consanguíneo dispuesto a criar a un menor, este tiene la preferencia, pero tribunales impide ello en este caso sólo porque el tío del menor es gay», explicó la abogada del afectado, Marcelina Llancapan.
Añadió que «se tomó esta determinación sólo tras entrevistar por cinco minutos a Elías, quien además ha sido acusado injustamente de descuidar a su sobrino, cuando ha sido el único que lo ha cuidado y visitado a la Casa de Acogida para Lactantes Grada, donde se encuentra internado desde los dos meses de vida precisamente por el maltrato de su madre».
En efecto, A.I.B.B nació el 12 de septiembre del 2007 y dos meses después debió ingresar a Grada, tras padecer un comprobado mal cuidado de su madre que lo mantuvo en cama en el Hospital Alberto Hurtado por desnutrición y bronquiolis.
«Yo adoro a mi sobrino, él me quiere y tenemos el derecho a estar juntos. No nos pueden quitar este derecho sólo por amar a personas de mismo sexo», señaló Elías con los ojos llorosos y anunciando que «ya apelamos a la primera decisión del Juzgado de Familia, para revertir la medida».
El Movilh, instancia que ya se reunión con Grada para recopilar todos los antecedentes del caso, repudió por su parte al Sename, pues «este cuestionado organismo también puso en alerta la orientación sexual de Bermúdez Garrido para demandar la tuición, lo cual es inaceptable».
Así, mientras el Senado uruguayo aprobó ayer que homosexuales puedan adoptar hijos, en Chile el derecho a la crianza es negado incluso a familiares sanguíneos, una realidad que ahora quiere cambiarse con la nueva campaña por los derechos humanos de las minorías sexuales lanzada por el Movilh.
por Catalina Herrera