Como pueblos de la Región de Tarapacá, manifestamos nuestro más enérgico rechazo a la aprobación por parte del Comité de Ministros, del proyecto de “Sondajes de Prospección Paguanta” -de la minera del mismo nombre- el pasado lunes 28 de julio. Esto supone un duro golpe no sólo para las comunidades indígenas, sino también para el anhelo ciudadano de construir un nuevo modelo de desarrollo basado en la sustentabilidad tanto social, como ambiental, que supere la reproducción de una estructura económica basada en una industria minera depredadora, que además se apropia ilegítimamente de las riquezas de todos los chilenos.
Consideramos además que la decisión de respaldar Paguanta, es contradictoria con el programa de Nueva Mayoría y los esfuerzos que impulsa la presidenta Bachelet, por aplicar la Consulta Indígena establecida en el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas según estándares internacionales; así como es contradictorio con el objetivo de avanzar en la descentralización del país, lo que supone necesariamente mayor respeto por las decisiones que se toman en la región. Esto, a raíz del hecho de que el proyecto Paguanta fue tramitado utilizando una visión restringida de la participación en la consulta previa, propia de la política del gobierno de la Derecha, de ahí que el Consejo de Evaluación Ambiental, compuestos por los seremis y presidido por el intendente regional, rechazaran la iniciativa.
Las comunidades indígenas, así como los ciudadanos de Tarapacá, no aceptaremos que desde Santiago, se nos imponga un proyecto minero sin consulta indígena real, destinado a destruir la vida, la cultura y el patrimonio de la Quebrada de Tarapacá. Desde hoy nos declaramos en estado de alerta y movilización, y anunciamos que desarrollaremos todas las iniciativas a nuestro alcance, tanto desde el ámbito institucional, como de la legítima protesta social, para impedir que este proyecto se lleve a cabo. De la misma manera, nos declaramos dispuestos a dialogar y apoyar las medidas que se desarrollan desde el gobierno para aplicar una Consulta Previa que efectivamente respete la jurisprudencia internacional sobre el tema; como asimismo, apoyaremos y abogaremos por la profundización de todas las medidas e iniciativas que apunten a la descentralización del país, por la vía de dotar de mayor autoridad y autonomía a las regiones.
El desafío de avanzar hacia un Chile desarrollado, exige transformaciones profundas en las bases del modelo económico, social e institucional impuesto en dictadura. Un Chile desarrollado para por un país en el que el crecimiento económico debe estar al servicio del ser humano y no a la inversa; un país que respete sus culturas y tradiciones; que preserve el medio ambiente y la vida; que empodere a las comunidades locales y que democratice las relaciones de poder. Ese es el mandato de la historia y en buen grado, la promesa de gobierno de Nueva Mayoría. Como ciudadanos y comunidades, afirmamos desde ya que seremos férreos luchadores contra los resabios de un viejo Estado neoliberal que se resiste a morir, así como socios activos de todos aquellos que estén por hacer de estas tierras, un lugar mejor para nosotros y nuestros hijos.
Tarapacá, 30 de julio de 2014.