Durante este viernes, el Comité Bulnes Sin Termoeléctricas y diversos representantes de la comunidad agrícola se reunieron con el ministro de Energía, Andrés Rebolledo, para exponer sus principales argumentos de rechazo al megaproyecto energético de Biobíogenera, Central El Campesino.
La iniciativa contempla la instalación de la mayor termoeléctrica a gas (640 MW) en Bulnes, algo que preocupa aún más a los vecinos desde que, en noviembre pasado, la dirección ejecutiva del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) rechazó tramitar tres recursos de reclamación interpuestos por el Comité ante el Comité de Ministros, en contra de la resolución de calificación ambiental que obtuvo el proyecto. Esto, debido a que fueron presentados fuera de plazo.
Sin embargo, para la comunidad es fundamental detener el avance de una iniciativa que amenaza seriamente la calidad de vida de sus habitantes, por lo que repusieron la reclamación en contra del Comité de Ministros y están a la espera de que lo que señale la institucionalidad.
Además, la tesis principal que defiende el el recurso de los detractores de la iniciativa apunta a que se fragmentó convenientemente la propuesta originaria -conocida como proyecto Octopus- y que hoy se presenta a través de dos ideas distintas: Terminal GNL Penco Lirquén -aprobado el pasado 28 de junio- y la Central El Campesino, que obtuvo luz verde el pasado 8 de agosto.
Por eso, el encuentro de hoy de los activistas con el ministro Rebolledo es una expresión más de la lucha que ya está iniciada. «Todas las empresas se han reunido con las autoridades a analizar esto, pero no las comunidades. Es el primer acceso de la gente al diálogo», enfatizó Andrés Dresdner, vocero del Comité Bulnes Sin Termoeléctricas.
LA AMENAZA DE LOS GASES TÓXICOS Y COMBUSTIBLES FÓSILES
Vecinos y vecinas movilizadas aseguran que el impacto social, ambiental y económico que implicaría el proyecto en la comuna de Bulnes será irreversible. Entre algunos aspectos preocupantes, la iniciativa no consideró nunca al metano entre sus gases tóxicos, siendo puede ser más problemático que el dióxido de carbono.
Además, según contaron los activistas, el ministro Rebolledo les aseguró que en Alemania opera la misma empresa, conviviendo armónicamente con la agricultura. «Pero constatamos esos datos con alemanes residentes y nos dice que es sólo una termoeléctrica de respaldo, que además es entibiada por agua. No es el mismo proyecto con el que intervendrán acá, donde pretenden entibiar por aire, en una zona agrícola de altas temperaturas», señaló.
También existe preocupación por el uso de combustibles fósiles, sumamente nocivos ante el escenario de cambio climático que amenaza a todo el mundo. Algunos estudios indican que basta una tonelada de dióxido de carbono para derretir tres metros cúbicos de hielo polar.
«Nosotros invitamos al ministro a conocer la zona», enfatizó el vocero de Bulnes Sin Termoeléctricas, recordando que el 1,5% del suelo de la zona es agrícola, por lo que se afectaría irremediablemente la vida de las comunidades cercanas.
Además, aseguró que realizarán manifestaciones que serán anunciadas en su momento y que le reiteraron al ministro de Energía la posibilidad de que el proyecto sea reubicado donde no habiten personas que puedan ser perjudicadas.
LA VOZ DE TEMUCO
En la reunión también estuvo presente el movimiento Temuco Sin Termoeléctricas, liderado por el activista Jaime Saavedra. Pese a que en la zona el proyecto aún está en su etapa de Evaluación de Impacto Ambiental, la comunidad ya se organiza y prepara para resistir su instalación.
«Creo que fue una reunión positiva, tuvo la disposición de recibirnos y escucharnos», destacó Saavedra y agregó que «este proyecto nos preocupa porque van a ocupar campos de cultivo que son privilegiados por contar con gran cantidad de agua y actividad ganadera«.
En un espacio donde los cultivos orgánicos y la recolección de productos silvestres forma parte esencial del trabajo de numerosas familias, la instalación de una termoeléctrica de tales proporciones amenaza directamente la continuidad de sus labores y las posibilidades de exportación.
Además, el dirigente dejó ver que las empresas operan buscando alterar «la institucionalidad política y social de los lugares con incentivos, regalos y etcétera. Confunden a la comunidad, pero la gente se ha dado cuenta del peligro». Del mismo modo, recordaron las presiones que habría ejercido el ex ministro Máximo Pacheco a favor de Biobíogenera.
«Generalmente estos proyectos se caen por falta de apoyo de las comunidades y por las incoherencias mismas del proyecto. Esperamos que eso pase», cerró Saavedra.