La Alianza por la Justicia Climática emerge como un potente actor conformado por un amplio conjunto de organizaciones de la sociedad civil, preocupadas por las graves consecuencias del calentamiento global y en particular por los efectos que éste provoca en las personas, en especial entre las poblaciones que se encuentran hoy más directamente afectadas.
En conferencia de prensa realizada esta mañana, diversas organizaciones de la sociedad civil dieron a conocer el surgimiento de la Alianza por la Justicia Climática, cuyo objetivo será observar las acciones del Estado y el cumplimiento de sus compromisos internacionales en materia de cambio climático, así como sensibilizar y movilizar a la ciudadanía chilena ante este enorme desafío global que augura grandes procesos migratorios en las próximos años.
Durante el lanzamiento se destacó la necesidad de enfrentar el fenómeno del Cambio Climático desde una perspectiva social y humana, pues éste trae aparejado un conjunto de situaciones que perpetúan y profundizan los amplios grados de inequidad presentes en la región, debido a modelos económicos y de desarrollo que no respetan el medioambiente y ni los derechos de las personas.
«Ese es el enfoque que la Alianza quiere dar a este trabajo colectivo, incorporando la perspectiva de la afectación a las personas y el enriquecimiento de los países del norte, principales responsables de los altos niveles de contaminación imperantes, a costa de la destrucción ambiental y de la calidad de vida humana de los países del sur, principalmente», señaló Eduardo Giesen del Comité Nacional pro Defensa de la Flora y la Fauna, CODEFF. Y es que como bien enfatizó Malú Sierra, de Defensores del Bosque Chileno, «hablar de justicia climática, no es tan solo hablar al cambio climático. Sino de la necesidad de mitigar el efecto sobre quienes son mayormente impactados, como el sector rural y campesino y los pueblos indígenas».
En este sentido, Alicia Muñoz, de ANAMURI, destacó «que las comunidades rurales e indígenas vienen desde la década de los 80 denunciando el uso de químicos en la agricultura, que han alterado significativamente las condiciones de cosecha y generando un envenenamiento de la tierra que tiene mucho que ver con el desastre ambiental que genera hoy para nosotros el cambio climático».
Mientras que la coordinadora de comunicaciones del Observatorio Ciudadano, Paulina Acevedo, recordó que «dada la reciente ratificación del Convenio 169 de la OIT por parte de Chile, tanto el Estado como los inversores nacionales y extranjeros están obligados a la consultar y considerar la opinión de comunidades indígenas que puedan verse afectadas e impactadas por proyectos extractivos, de explotación de recursos naturales o energéticos, entre otros, y a respetar su derecho a definir su propio sistema de desarrollo».
Por su parte Luis Mariano Rendón, de Acción Ecológica, hizo hincapié en cómo las «políticas desplegadas por los últimos gobiernos de la Concertación apuntan en la dirección opuesta a la preocupación internacional que frente al cambio climático, viéndolo solo desde la perspectiva de la oportunidad de negocios, como ocurre con los llamados mecanismos de desarrollo limpio, que en la práctica son reducciones voluntarias negociadas entre norte y sur, sobre la base de la mantención de legislaciones bajas en sus exigencias». Rendón se refirió también a los mil millones de dólares otorgados al fondo de estabilización de combustibles, una política que reduce costos, «pero que a la vez incentiva el uso de combustibles fósiles, uno de los principales emisores que inciden en el cambio climático».
Finalmente, Martín Jacques, de EcoChile, insistió en la necesidad de «incorporar en los institutos de educación superior y universitarios esta problemática, pues son instancias que deberían tener una participación activa en el debate sobre la construcción de un modelo sustentable y la adopción de energías renovables, no solo desde un punto de vista técnico o académico, como se ha enfrentado hasta ahora, sino también desde su dimensión social»
Chile un país altamente vulnerable
Chile es un país altamente vulnerable al cambio climático, debido a la presencia de zonas costeras bajas y extensas, zonas áridas y semiáridas, áreas susceptibles a la deforestación o erosión, áreas urbanas altamente contaminadas, así como ecosistemas frágiles y fragmentados.
Ante este escenario, la Alianza por la Justicia Climática desarrollará un trabajo de seguimiento a las políticas públicas desplegadas por el gobierno y generará acciones ciudadanas asociadas al combate del calentamiento global y sus principales causas y consecuencias, como la emisión de gases de efecto invernadero y el impactos sobre principales poblaciones afectadas y su adaptación.
La Alianza se abocará también a dar visibilidad a los acuerdos y mecanismos internacionales en la materia y a establecer relaciones de discusión y trabajo con actores relevantes en la materia, como autoridades y especialistas del sector público, investigadores, dirigentes sociales y gremiales; además de realizar actividades de extensión, capacitación, planificación participativa, campañas comunicacionales y manifestaciones públicas sobre ésta problemática y la forma de enfrentarla.
Principales efectos esperados
Entre los principales efectos esperados por el Cambio Climático está el aumento en la temperatura superficial de la atmósfera; cambios en los patrones de precipitación; intensificación de eventos climáticos extremos (fuertes lluvias, inundaciones, olas de calor y sequías) y desplazamiento generalizado desde las zonas climáticas más afectadas. Asimismo, habría una intensificación del derretimiento de glaciares y coberturas de nieve, desertificación y deforestación, erosión de bordes costeros, aparición explosiva de epidemias, daños en cultivos y en la biodiversidad, además de déficit de recursos hídricos y energéticos, y graves consecuencias en zonas impactadas por escasez de agua y elevación del nivel del mar.
Chile asiste a Conferencia sobre Cambio Climático sin presencia de sociedad civil
Los representantes de la Alianza manifestaron también preocupación ante la próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 14), a realizarse entre el 1 y 12 de diciembre en Poznan, Polonia, donde asistirá una delegación gubernamental que no incorpora a representantes de la sociedad civil como observadores, como lo hacen otros países a nivel internacional, pese a haber sido solicitado de manera expresa al gobierno sin tener hasta ahora una respuesta favorable al respecto.
Ésta instancia es fundamental para las grandes decisiones que se tomarán en la COP 15 de Copenhague en el 2009, donde se definirán los nuevos acuerdos para el período post 2012, fecha en que finaliza la vigencia del protocolo de Kioto. Hasta ahora, en lo que ya parece una política de estado, la delegación oficial de nuestro país lleva una postura construida sin consultar ni intercambiar información con sectores de la sociedad civil.
Esta misma actitud ha llevado al gobierno chileno a satisfacerse con promover los mecanismos de mercado (MDL) del Protocolo de Kioto, priorizando los negocios generados a raíz de la crisis ambiental, en lugar de ocuparse de los graves efectos e impactos para nuestro país, sin tomar en cuenta las condiciones de inequidad internacional con que se expresa el fenómeno. No debemos olvidar, que los países industrializados y ricos son los principales e históricos responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, cuyas consecuencias sufren y sufrirán con especial intensidad los países más pobres del planeta. Chile es uno de ellos.
Lamentablemente, en Chile la respuesta estatal ha sido lenta y débil. El Gobierno no ha dado pasos importantes para cumplir con los grandes objetivos fijados en la agenda internacional, en los ámbitos de la adaptación al cambio climático, la mitigación de emisiones y la construcción de capacidades nacionales. Por el contrario, se ha mantenido una completa descoordinación e incoherencia gubernamental en el tratamiento de esta materia y otras fuertemente vinculadas a ella, como la conservación de la biodiversidad y la desertificación.
Equipo de Comunicaciones Alianza
Alianza por la Justicia Climática
Integrantes:
1. Acción Ecológica
2. ANAMURI
3. Chile Sustentable
4. CODEFF – Amigos de la Tierra Chile
5. Defensores del Bosque Chileno
6. EA Acción por la Tierra
7. EcoUchile (estudiantes U. de Chile)
8. Fiscalía del Medio Ambiente FIMA
9. Instituto de Ecología Política IEP
10. Observatorio Ciudadano
11. Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales OLCA
12. Red de Jóvenes Investigadores ante el Cambio Climático
13. Recicla UC (estudiantes UC)
14. Red de Defensa de la Pre-cordillera de Santiago
Fotografía: De izquierda a derecha, de acuerdo a primera fotografía (4504, plano general):
Martín Jacques (EcoChile), Constanza Dougnac (FIMA), Alicia Muñoz (ANAMURI), Eduardo Giesen (CODEFF), Malu Sierra (Defensores del Bosque Chileno), Luis Mariano Rendón (Acción Ecológica) y Paulina Acevedo (Observatorio Ciudadano).