La visita del papa Francisco a Bolivia ha dejado grandes titulares. El miércoles sus declaraciones sobre el mar y Bolivia fueron interpretadas de diferentes formas: como un «inequívoco resapldo» a la demanda marítima boliviana, o como una afirmación de que el conflicto marítimo es un asunto bilateral que debe solucionar ambos países a través del diálogo. También fueron muy aclamadas las palabras del pontífice pidiendo disculpas por las barbaries cometidas «contra los pueblos originarios» de esta parte del mundo durante la evangelización que tuvo lugar en los siglos XVI y XVII.
Ayer, durante el II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares celebrado en Santa Cruz, el Santo Padre habló del papel que juegan las organizaciones populares y sociales en el «proceso de cambio«. El pontífice explicó que esa expresión le agrada especialmente: «Me gusta la imagen del proceso, donde la pasión por sembrar, por regar serenamente lo que otros verán florecer, remplaza la ansiedad por ocupar todos los espacios de poder disponibles y ver resultados inmediatos«, expresó el pontífice durante el discurso que clausuró el encuentro.
El papa Francisco defendió frente a todos los presentes un cambio profundo que «no llegará porque se impuso tal o cuál opción política o porque se instauró tal o cuál estructura social«, sino que precisará de una «sincera conversión de las actitudes y del corazón«, pues sino terminará por «burocratizarse, corromperse y sucumbir«, explicó el pontífice según información publicada por la agencia boliviana ABI.
El invitado de honor al encuentro resaltó la importancia de los movimientos sociales en el mundo actual y el papel protagonista que juegan en el proceso de cambio: «Queremos un cambio que se enriquezca con el trabajo mancomunado de los gobiernos y los movimientos sociales«.
Francisco dijo que su Iglesia se siente especialmente cerca de los movimientos sociales, y que eso le «alegra mucho«.
El II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares celebrado en Santa Cruz reunió a más de 40 países para aprobar un decálogo en el que aseguran que un sistema que no brinda tierra, techo y trabajo para todos, que socava la paz entre las personas y que amenaza la propia subsistencia de la Madre Tierra no puede seguir rigiendo el destino del planeta.
Las organizaciones sociales presenten entregaron las conclusiones a las que llegaron tras tres días de encuentro al presidente Evo Morales y al papa Francisco. El pontifice coincidió con los allí presentes en que la problemática social y ambiental son dos caras de una misma moneda: «No se achiquen. Luchen en las tres T: trabajo, techo y tierra«, dijo el pontífice al millar de delegados de movimientos sociales y populares allí presentes.
El decálogo presentado ante el pontífice por las organizaciones de 40 países expresa una crítica directa hacia el modelo neoliberal que tiene como único fin el beneficio económico: «Debemos superar un modelo social, político, económico y cultural donde el mercado y el dinero se han convertido en el eje regulador de las relaciones humanas en todos los niveles. Nuestro grito, el de los más postergados y marginados, obliga a que los poderosos comprendan que así, no se puede seguir«, expresa el decálogo.
Este viernes el pontífice abandona Bolivia en dirección Paraguay, la última parada de su gira latinoamericana.