Hangar es un centro de producción de artes visuales del barrio del Poblenou, Barcelona. Desde 1997 es un espacio que facilita a artistas que empiezan su carrera un espacio y medios de producción para la concreción de sus obras.
Su actual director, el artista visual Pedro Soler, se encuentra en Chile, invitado por el Centro Cultural de España. Con experiencia en arte y las nuevas tecnologías (Master en Artes Digitales del Instituto de Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra,), Soler ha desarrollado una amplia trayectoria profesional tanto como creador como gestor cultural.
Soler es impulsor y catalizador de varias iniciativas artísticas relacionadas con los nuevos medios, tanto individual como colectivamente, con equipos como Fiftyfifty, distribuidora independiente de arte multimedia; y Dadata, de creación audiovisual. Desde diciembre del 2006 es director técnico de Hangar.
¿Qué te parecen las actuales condiciones de producción artística?
– Creo que hay muchas iniciativas y pocos espacios para que éstas se desarrollen. Por ello creo de interés la experiencia de Hangar, centro de artes visuales que surge luego de un proceso político de las organizaciones artísticas de Cataluña, quienes se movilizaron como gremio ante la subida de los precios en Barcelona. Presionaron al Ayuntamiento para que se les diera un espacio para trabajar.
¿Estamos en una época de bisagra en tanto formatos y la economía de producción artística?
– Sí, hoy mucho trabajo artístico es un proceso y no genera necesariamente objetos. Hay que ir combinando cosas, tenemos que tener economías mixtas.
Paralelamente desarrollaste un trabajo sobre las buenas prácticas entre los artistas y el poder civil. Cuéntanos de qué se trató.
– La idea fue formalizar a través de un documento una buena relación entre los artistas y sus clientes. Por ejemplo, y eso no sucede a menudo, que cuando se nos invita a exponer en un museo o galería se debiera recibir dinero para la producción de la obra y honorarios. Hay mucho abuso en las relaciones con los artistas. El artista pareciera estar debajo de la cadena alimentaria. Así, la idea es crear una ecología de las relaciones entre los artistas, el poder local y sus clientes. Sobre todo considerando que a las instituciones les gusta estar más asociadas a difusión y propuestas cosificadas ya. Ahí ponen su logo. Hay mucho trabajo por hacer.
DECISIONES EN ASAMBLEA
Hangar toma muchas de sus decisiones en asambleas generales ¿Qué te parece tal experiencia como metodología de trabajo?
– Nuestra propuesta es un centro gestionado por la propia organización ,pero con fines públicos. Así, la directiva es elegida por la asamblea general. La organización la integramos unos 1300 artistas. Te cuento, además, que cuando surgimos la organización asambleraria tuvo que generar una fundación, por lo que los artistas más destacados donaron algunas obras que pusieron el capital de la organización.
También Hangar trabaja con software libre. Más allá de un asunto de costos ¿Qué implicancias ves en esta opción?
– Nuestra gestión apuesta por otro tipo de sociedad y de comprensión del conocimiento. Es una apuesta para que la cultura circule y no se estanque. Esto también se combina con el tema de los derechos de autor y licenciamientos públicos de obras.
MÁS INFO:
http://www.hangar.org