¿Por qué quebró la mesa de negociación entre la CTC y Codelco?

Según señalaron en el comunicado emitido por la organización, la empresa estatal «incumplió por segunda vez el protocolo de acuerdo e intensificando las prácticas antisindicales y represalias contra los trabajadores».

El mismo viernes, el dirigente de la CTC, Manuel Ahumada, fue entrevistado en CNN Chile y reiteró que el motivo principal de la ruptura fue que el protocolo que establecía garantizar el fin a las represalias, despidos y persecuciones a los trabajadores, «no se cumple» desde que fue firmado por ambas partes. 

El representante, que exige que se dé esta condición para proceder negociar «tranquilamente», denunció que hoy día «tenemos 53 trabajadores en Fusat que son parte de este conflicto, 53 trabajadores que fueron despedidos, 53 trabajadores que no obedecen al reintegro o no integro de estos trabajadores de las empresas contratistas, sino que dependen directamente de Codelco. Y hoy día además nos enteramos que Codelco a través de Fusat, que en definitiva es lo mismo, empieza a reemplazar estos puestos de trabajo». Y agregó: «Hay trabajadores en todas las divisiones con cartas de despido, con despidos, con amenazas, con violencia laboral».

Otro factor determinante para el sindicato fue la información publicada la semana pasada que reveló la implicación de funcionarios de Codelco -tanto de la División El Salvador, como del alto rango jerárquico nacional de la Estatal- en la planificación, ejecución y mando de la represión de las movilizaciones en las que el trabajador Nelson Quichillao murió a causa del disparo de FFEE de Carabineros.

The Clinic Online informó que el prefecto de Carabineros de Atacama, Jorge Garrido Díaz, uno de los encargados del operativo para despejar el camino que une esa ciudad con El Salvador y el ingreso a una mina, relató las “presiones” que supuestamente le transmitió el intendente de esa región, Miguel Vargas (PS), para desalojar a los manifestantes de la CTC.

Una suma de argumentos que han hecho que la gota colmara el vaso. Las protestas que vendrán los próximos días buscan conseguir unas mínimas garantías para abrir una nueva mesa de diálogo, sin embargo también servirán para medir la fuerza que a día de hoy, y después de todos los acontecimientos de los últimos meses, el sindicato puede aglutinar bajo sus siglas.