Representantes del mundo político, social, cultural, sindical y académico del país se reunieron hoy para dar a conocer, por medio de una declaración pública, las próximas acciones en el marco de la suscripción del Manifiesto Plebiscito para una nueva Constitución.
Se propone movilizar a las bases sociales en torno a una reforma constitucional que permita un plebiscito, en el cual los ciudadanos se manifiesten respecto del cambio o permanencia de la actual constitución.
En caso de votar cambio, deberá dictarse una ley que convoque a una instancia, que para los expertos debería ser la Asamblea Constituyente, por su carácter representativo de todas las fuerzas sociales, para la redacción de una nueva Constitución, según comentó en la presentación el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, Manuel Antonio Garretón.
“Un proceso constituyente parte por un plebiscito que le pregunta al pueblo si quiere o no quiere tener una Constitución legítima. Si la respuesta es sí, la fórmula es una Asamblea Constituyente con representantes de todo el país, que fija su Constitución que luego es aprobada en otro plebiscito”, señaló.
La necesidad de realizar una nueva Carta Fundamental que surja de la voluntad popular y de un proceso constituyente institucional plenamente democrático es un punto que reúne las voluntades de los firmantes.
Para Gabriel Boric, ex presidente de la FECH y director de Fundación Nodo XXI, este es el eje principal sobre el que se debe exigir un cambio a la actual Constitución, quien añadió que “tenemos una actual institucionalidad que es intencionadamente anti-popular, que desconfía de sus ciudadanos y no permite que seamos los ciudadanos los que tomemos el futuro en nuestras manos. Por eso necesitamos un nuevo contrato social, con el que estemos identificados, nos pertenezca, y eso es la Nueva Constitución”.
Cómo motivar a la ciudadanía y empoderarla en torno a la necesidad de generar un nuevo documento, constituye una preocupación para los expertos. Raúl de la Puente, presidente de la ANEF, reiteró en la importancia de que esta nueva carta esté basada en los derechos de todos los ciudadanos, quien declaró que “queremos una Constitución que garantice un equilibrio entre capital y trabajo, porque la desigualdad es producto del grave desequilibrio que existe en este tema. Es necesario fortalecer la capacidad negociadora de los trabajadores. Por eso la nueva Constitución debe estar basada en derechos”.
Las principales propuestas de cambio apuntarían a promover las formas de expresión que garanticen la titularidad del pueblo soberano, establecimiento de un nuevo sistema electoral, derechos ciudadanos sobre todo de sectores más segregados haciéndolos exigibles frente a los tribunales, restablecer el carácter público de los recursos naturales básicos y la descentralización del país, son algunos de los puntos urgentes sobre los que trabajar y establecer la nueva Carta Magna.
La importancia de poner este tema en debate durante este año electoral, supone un desafío y oportunidad para que todos quienes pretenden ocupar los cargos políticos definan sus opciones en torno a la actual constitución, puntualizaron los –hasta el momento- 161 firmantes.
Imagen: sentidoscomunes.cl