Jaime Huenchullán Cayul, werkén de la Comunidad Mapuche Autónoma Temucuicui, y encarcelado en la cárcel de Angol, desde mediados de enero tiene en venta un riñón para poder pagarse las costas del juicio y poder mostrar su inocencia. A partir de este miércoles está en huelga de hambre.
Huenchullán está acusado de atentar contra Rene Urban. El 21 de enero de este año se realizó la audiencia de revisión de medida cautelar por cierre del plazo de investigación. El Tribunal decidió dejarlo en prisión preventiva, argumentando que no existen las garantías para que el werkén no se declare en rebeldía y vuelva a la clandestinidad.
Frente a esto, Huenchullán decidió renunciar a la nacionalidad chilena. Un comunicado publico de la comunidad de Temucuicui acusa que “siempre se le ha negado su condición de hijo del Pueblo Mapuche, y siente necesario, ahora más que nunca, hacer valer sus derechos como miembro de Pueblo Originario, y que se le respeten todos los derechos que tiene como tal, según los tratados internacionales”.
Huenchullán renunció además a la defensa brindada por la justicia chilena, ya que acusa que en los 4 meses que ha estado en prisión, “no he recibido un trato oportuno ni efectivo de la defensoría mapuche, y la constante ineficiencia de este equipo jurídico me han llevado a tomar esta decisión, puesto que hasta el momento no han realizado su trabajo y me han dejado en el más absoluto abandono”-según declaró en un comunicado.
El dirigente mapuche acusa que su reclusión es producto de un montaje orquestado. “Estuve más de un año preso, y posterior a eso, ya que comprobé que la justicia en los tribunales chilenos no existe para los mapuche y se nos condena por el simple hecho de luchar por nuestras reivindicaciones, es por lo que asumí dignamente la clandestinidad por más de dos años, y con varios perdigones en mi cuerpo, disparados por René Urban, delito que quedó en la más absoluta impunidad”- acusa Huenchullán.
Durante este período acusa que la comunidad de Temucuicui sufrió allanamientos y golpizas de parte de carabineros. La complicad situación lo hizo recurrir a una machi para poder sanarse.
Finalmente tuvo que acudir al Hospital Regional de Temuco, donde fue detenido. Se le diagnosticó una pancreatitis aguda, por lo que debió ser intervenido en tres ocasiones, y sin estar aún completamente recuperado, fue trasladado a la enfermería que Gendarmería tiene en la Cárcel de Angol, donde acusa que pasó los últimos días de su recuperación sin recibir atención médica en los drenajes que le fueron puestos.
Huenchullán responsabiliza al Estado chileno y su gobierno de turno, “de utilizar todas las armas a su alcance para frenar el digno proceso de lucha que hemos desarrollado en todos nuestros años de lucha, especialmente cuando estamos tan cerca de recuperar nuestro territorio usurpado, y al igual como lo hacían antes, hacen sentir su poder manipulando a la Justicia, a la prensa, a las policías y a la CONADI, quienes con la política del garrote y la caricia han logrado dividir a nuestro sector y ponernos en una situación de vulnerabilidad de nuestras familias”.
El Ciudadano