En el primer plebiscito comunal realizado en Chile, ayer los vecinos de Vitacura dijeron NO a las modificaciones del plano regulador en tres sectores de la comuna que impulsaba el alcalde Raúl Torrealba, cuya esposa es accionista de una inmobiliaria. Dirigentes de los vecinos de Vitacura, Peñalolén y de movimientos ciudadanos valoran la experiencia, que abre la discusión sobre los restringidos espacios a la participación ciudadana y la destrucción de los barrios.
Con más de un 90 por ciento de las mesas escrutadas, un mayoritario 77,59% por ciento de los votantes de la comuna más rica de Chile dijeron NO el día de ayer a la especulación inmobiliaria auspiciada desde el municipio.
La votación es inédita en Chile al ser el primer plebiscito vinculante, en el que participó un 70% de los vecinos de la comuna inscritos en los Registros Electorales.
El plebiscito fue convocado por la agrupación de vecinos Salvemos Vitacura, que tuvo que recurrir a la Contraloría para su realización, ya que el alcalde Raúl Torrealba (RN) se negó a aceptarlo.
La consulta hacía referencia a 3 modificaciones al plan regulador de dicha comuna. La primera, que proponía elevar la altura máxima permitida a seis pisos en Escrivá de Balaguer, fue rechazada por el 80,41% de los votos. El apoyo a este ítem fue de un 19,59%.
La segunda correspondía a aumentar a 9 pisos la altura permitida en Alonso de Córdova y edificar un boulevard, propuesta que fue rechazada por el 70,87% de los votantes. Un 29,13% dijo Sí a dicha modificación.
La tercera propuesta era elevar a 12 pisos la altura máxima de edificación en Kennedy Oriente, a la altura de Fernando de Argüello, la que fue rechazada por el 77,12% de los votos. Un 22, 88% de los vecinos aprobó dicho cambio.
Decenas de personas celebraron el triunfo de la opción NO en el frontis del colegio Sagrados Corazones y con caravanas de autos que recorrieron la comuna. Germán Picco, de Salvemos Vitacura, destacó a El Ciudadano que “hay un empoderamiento de las personas respecto de los procesos de participación. Hemos demostrado que los plebiscitos son una herramienta para obligar a los municipios a hacer consultas a los vecinos cuando no hay acuerdo”
Daniel Jadue, sociólogo y arquitecto, valora que “personas que han votado toda su vida por el mercado, hoy han votado en contra de éste. Eso ya es un avance, el problema es que dicho plebiscito no se podría hacer hoy en una comuna pobre”.
Patricio Herman, de Defendamos la Ciudad, considera que “la señala más potente es que los vecinos han sabido sobreponerse al autoritarismo y lograr decidir sobre el cómo quieren vivir en su barrio”. Picco agregó que el plebiscito “es un mensaje a Torrealba que le dice que no siga construyendo”.
Por su parte, Lautaro Guanca, concejal del Movimiento de Pobladores en Lucha (MPL) de Peñalolén, considera que el plebiscito de Vitacura “es una potente señal de que se puede participar más. Esto da cuenta de que la gente está avanzando en tomar medidas que la restringida normativa urbanística permite participar. Lo de Vitacura demostró que la votación popular puede parar proyectos invasivos a la comunidad”.
UN PLEBISCITO QUE EL ALCALDE NO QUERÍA
Extraño resulta para los pobladores de Vitacura ver hoy al alcalde Torrealba en los medios de prensa satisfecho por el plebiscito y mostrándose como el primer alcalde del país que convoca a su comunidad en un proceso de decisiones. Y es que el funcionario municipal hizo todo los posible para que éste no se concretara, por lo que los vecinos tuvieron que acudir a la Contraloría para obligar a efectuar la consulta.
Todo partió cuando los vecinos de dicha comuna se dieron cuenta de que el municipio cambiaría el plano regulador y permitiría elevar la línea de edificación en la comuna. El ordenamiento territorial restringe la iniciativa de modificación de los Planes Reguladores Comunales al alcalde, lo que debe ser aprobado o rechazado por el Concejo Comunal.
Dicha modificación implicaba un cambio drástico en las condiciones de vida de los vecinos y la calidad de los barrios, ya que se edificarían más torres comerciales y habitacionales, con consecuente incremento del parque automotor en calles ya colapsadas.
La esposa de Raúl Torrealba tiene una participación accionaria en la constructora Simonetti, que ha desarrollado proyectos inmobiliarios en Providencia, Las Condes y Vitacura.
El rechazo de los vecinos de Vitacura no se dejó esperar, quienes acudieron al alcalde Torrealba, quien los desestimó. Ante el rechazo, los vecinos lo instaron a realizar un plebiscito, según permite la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, para que ésta materia fuera resuelta democráticamente.
Como Torrealba se negó a llamar a plebiscito, los vecinos recurrieron a juntar las firmas, y validarlas ante notario, del 10% de los ciudadanos inscritos en el registro electoral de la comuna.
Pese a dicho esfuerzo, el alcalde se negó a la realización del plebiscito, por lo que los vecinos recurrieron a la Contraloría, la que dictaminó la obligación del alcalde a permitir que los vecinos se expresaran mediante un plebiscito.
Picco también acusa que el alcalde Torrealba “se esté llevando las flores de este plebiscito, en circunstancias que siempre se opuso a éste y permitió que sólo se plebiscitaran las modificaciones al plano regulador en 3 sectores de la comuna siendo que nosotros pedimos pasar por escrutinio público los cambios en toda la comuna”.
Si bien hay otros cambios urbanísticos en carpeta, la autoridad municipal aceptó finalmente plebiscitar las modificaciones al plano regulador en tres limitados sectores en Escrivá de Balaguer, Av. Kennedy y Alonso de Córdova.
Picco agrega que la instancia es un llamado al “cambios en la actitud de las autoridades frente a los vecinos, que realmente integren nuestras opiniones en las decisiones y que éstas sean transparentes. Si tenemos el derecho de estar informados respecto de lo que pasará en nuestra comuna y opinar respecto del uso del suelo de tu casa y el sector en donde vives”.
MÁS PLEBISCITOS VINCULANTES
Hace dos años el diputado Esteban Valenzuela presentó un Proyecto de Ley para bajar el porcentaje requerido por la ley del 10% de los electores de una comuna para poder someter una materia a plebiscito a un 5 por ciento. Sus compañeros del Parlamento lo rechazaron.
Herman sostiene que hoy es el momento de efectuar dicha modificación. También agrega que se debe terminar con la exigencia de legalizar las firmas ante notario, ya que esto además de hacerlo engorroso “es excluyente en términos económicos con un porcentaje importante de la población del país”.
También Herman llama a los alcaldes que dicen creer en la democracia que no esperen a que los vecinos los obliguen a plebiscitar las distintas iniciativas. Jadue agrega que estas consultas debieran estar “financiadas por el dinero de los contribuyentes y al servicio de la comunidad. El problema es que aún se tiene miedo a la participación comunitaria”.
Picco cree que “en algunas instancias de planificación comunal hay que cambiar la ley para que la participación sea efectiva y vinculante y no, como ocurre hoy, que se informa cuando el queque está cortado y termina siendo una mera consulta”.
“Más que el dinero que tienen los vecinos de Vitacura, influyó el que manejaran la información técnico jurídica sobre estas materias. Ellos descubrieron que los planos reguladores urbanos se pueden plebiscitar”- cuenta Herman, quien espera que “esto se replique en todas las comunas del país, si los que son los dueños de los territorios son los ciudadanos y no las autoridades, que son migrantes”.
Guanca comenta que “hasta ahora sólo los que tienen recursos pueden gestionar procesos plebiscitarios, o sea, sólo los ricos tienen derecho a modelar la ciudad. A las poblaciones les sale caro pensar y ejecutar ciudad. Hay licencia para pensarla, no así permiso ni recursos para construirla”.
Guanca considera que es necesario aprovechar las líneas de participación ciudadana que hoy permiten los planos reguladores: el plebiscito y las 3 audiencias públicas que se hacen cuando estos se presentan. “Es necesario a futuro hacer vinculante la opinión de la comunidad sobre el plano regulador expresada en dichas instancias, la que hoy es sólo consultiva, y también que las mismas comunidades puedan proponer cambios a los planos reguladores de sus territorios”.
El Ciudadano