David venció a Goliat. O lo que es casi lo mismo, los trabajadores culturales de la ex Cárcel de Valparaíso, agrupados en la Corporación Parque Cultural ex Cárcel, lograron lo que parecía imposible: dar de baja el proyecto arquitectónico impulsado por el hoy derrotado alcalde de Valparaíso Aldo Cornejo y por el Ministerio de Obras Públicas.
Este proyecto, que fuera presentado por Cornejo en el Encuentro Iberoamericano de Alcaldes, el 5 de octubre de 2007, no contó con la participación de la principal organización que reúne a los artistas y usuarios de la ex Cárcel, como a ninguna otra organización de la ciudad-puerto.
El proyecto Niemeyer no sólo era un proyecto inconsulto, sino que también era un plan que no respetaba la identidad del entorno ni de la ciudad, como tampoco la herencia patrimonial del recinto. El Gobierno apostaba por demoler la mayor parte de las instalaciones de este espacio para hacer una obra modernista tan características de Oscar Niemeyer, centenario arquitecto cuya obra principal es el diseño de Brasilia, sede del ejecutivo de Brasil.
En el fondo el proyecto Niemeyer fue un gran fraude que no llegó a concretarse. Cornejo intento hacer creer que había habido participación cuando el proyecto fue diseñado entre cuatro paredes, entre Santiago y Brasilia, por personas que nunca habían estado en la ex Cárcel. Peor aún: para hacer posible este proyecto, se hizo hasta lo imposible por desvalorizar el edificio de la galería de reos, el que –al margen- fue víctima de tres incendios intencionales que no lograron quemarlo.
El ingeniero Ricardo Luna, por encargo del director de arquitectura del MOP V Región, Juan García Pérez de Arce, hizo un estudio en el que aseguraba que esta galería estaba colapsada y sólo quedaba demolerla. El Colegio de Arquitectos y destacados académicos demostraron que este análisis era absolutamente erroneo y falso, siendo el edificio totalmente recuperable como ha sido reconocido por el propio MOP. Luna, que se ha adjudicado gran parte de los estudios de la Dirección de Arquitectura del MOP Quinta Región, trabaja en una empresa que es propiedad de un primo de García (Rodrigo Pérez de Arce) y la gerenta del proyecto Niemeyer (cargo que ya no existe) es su esposa Xochitl Poblete.
Sin embargo, estos estudios erróneos y los últimos dos incendios intencionales y simultáneos- que afectaron al Parque ex Cárcel el 6 de marzo de este año, sirvieron para cerrar y desalojar este recinto argumentándose razones de seguridad.
Tras 8 años de trabajos voluntarios y sueños colectivos era desalojada la ex Cárcel, que ha sido considerada el principal centro de arte independiente de Chile. Sin embargo, y contra todas las previsiones, los artistas y usuarios de este recinto dieron una lucha que ya puede ser considerada épica en lo referido a la recuperación de espacios públicos: Olla común en la plaza Aníbal Pinto por tres semanas; manifestaciones y tomas de ministerios; actos culturales y un recurso de protección posibilitaron abrir nuevamente las anchas puertas de este Parque Cultural el pasado 11 de abril.
Y si este logro fue grande, la derrota del proyecto Niemeyer han convertido la lucha por la ex Cárcel simplemente en una leyenda.
La pulverización del proyecto Niemeyer
El Municipio de Valparaíso, en otra maniobra poco transparente, intentó quitarle la cualidad de protección patrimonial que tiene la ex Cárcel: desde 2003 es un Inmueble de Conservación Histórica (ICH). Lo hizo mediante un artilugio: En el contexto de la modificación del seccional de Playa Ancha, se introdujeron solapadamente dos párrafos en los que se quitaba la condición de ICH a la ex Cárcel con el fin de facilitar su demolición.
Esta maniobra fue advertida por las arquitectos Sandra Horn y Paz Undurraga, quienes hicieron observaciones a esta propuesta de enmienda. La Corporación ex Cárcel denunció públicamente esta situación, lo que fue ampliamente acogido por la prensa y, lo que es más importante, por el Concejo Municipal, que el 30 de julio pasado -por unanimidad- votó por mantener la cualidad el ICH de este Parque Cultural.
Fueron muchas otras las acciones que los defensores de la ex Cárcel hicieron para impedir su demolición, pero sin duda la más importante de ellas fue la antes mencionada, puesto que supuso la detención del proyecto Niemeyer. Esto, porque este contemplaba el uso de casi todo el espacio de la ex Cárcel incluyendo el ocupado por la galería de reos, que al no poder ser demolida por su cualidad de ICH, obligaba a replantear la propuesta.
Cornejo y la directora nacional de arquitectura del MOP Verónica Serrano intentaron hacer que Niemeyer replanteara su proyecto. Pero Niemeyer contestó que ya no lo haría. Esto fue conocido el viernes 31 de octubre luego que El Mercurio de Valparaíso publicara en portada: «Se cae proyecto Niemeyer para la ex Cárcel».
Dos semanas después que esto ocurriera, los artistas de la ex Cárcel denuncian actitudes intimidatorias por parte del Gobierno que se ejemplifican en el hostigamiento del delegado del Gobierno Regional para la ex Cárcel Rodrigo Díaz, que pone todo tipo de inconvenientes a la realización de actividades culturales y que incluso saca fotos sin autorización de los visitantes y usuarios del recinto con el fin de intimidarlos.
Por otra parte, el Gobierno todavía no se acerca a dialogar con los usuarios de este recinto y con su Corporación para buscar en conjunto una salida consensuada al conflicto. La Corporación plantea, en este sentido, que el futuro proyecto que se haga debe ser participativo, debe respetar los usos actuales, mejorando estructura y equipamiento para ampliar sus posibilidades. Asi mismo, sostienen que debe respetar su condición patrimonial y la identidad de Valparaíso, buscando antes que nada ser auténtico. También sostienen que el proyecto de la ex Cárcel debe ser pensado y desarrollado en primer lugar para y por los porteños y, enseguida, debe estar destinado a los habitantes de la región, el país y los turistas.
El Ciudadano