La explosión que en la madrugada del 22 de mayo sacudió al barrio Matta, y que despedazó al joven ciclista Mauricio Morales Duarte que la portaba, no sólo salpicó de esquirlas al antiguo vecindario capitalino, sino que las más contundentes se esparcieron por toda la ciudad. Desde la muerte de Morales, distintas casas okupas, bibliotecas comunitarias y centros culturales están siendo allanados por la policía.
Un video registrado por una cámara de vigilancia de una empresa cercana al sitio donde ocurrió la explosión, da cuenta de que Mauricio iba acompañado por un ‘sujeto encapuchado’, según señalan las fuentes policiales. La búsqueda de este personaje visó la cacería que poco después del mediodía del sábado 22, se iniciaría. Cuando los habitantes del Centro de Estudios La Idea, ubicado en la calle Rafael Sotomayor 449, estaban almorzando un contingente de guerra de la PDI destruyó la puerta del centro social okupado. Más tarde ocurriría lo mismo con el Centro Cultural anarquista ubicado en las calles de Cueto con Andes.
La explosión también sirvió para reactivar una investigación esquiva para los agentes policiales. Desde el 2005 se han colocado en Santiago más de 70 bombas en las inmediaciones de instalaciones policiales, el diario Las Últimas Noticias y bancos. La estrenada reforma procesal con toda su pirotecnia de recursos no había podido obtener mayores datos respecto de los autores. Incluso a principios de año el Gobierno solicitó al fiscal especial, Xavier Armendáriz, que junto a otros 2 designados especiales realizan las pesquisas, mayor celeridad en la investigación. Plazo que se cumplió hace meses.
El allanamiento a la casa okupa La Idea estaba anunciado hace tiempo. La policía lo justificó diciendo que sospechaba que allí se confeccionaban las bombas caseras.
Un comunicado de La Idea acusa que la PDI desplegó con ellos “un operativo militar con todo el aparataje tecnológico que tienen a su servicio: equipos swat, rifles con infrarrojos, armamento de guerra y helicópteros. Rápidamente nos redujeron contra la pared, esposándonos, apuntándonos con sus armas a nuestros cuerpos sin preguntas previamente, comenzaron a revisar la casa incluido techos y casas vecinas también desocupadas”.
Luego del ingreso de los comandos de Policías en Acción, llegaron efectivos vestidos de ropa civil con maletas negras, quienes incautaron computadores, celulares, pendrives, discos compactos, DVDs, literatura y hasta bicicletas. En el operativo se detuvo a 20 personas, quienes fueron interrogados y fotografiados. Incluso habrían pateado en el suelo a un ocupante del recinto que les reprochaba que se trataba de un centro cultural. Los detenidos fueron llevados a las oficinas de la BIPE, donde fueron separados, desnudados y les sacaron los piercing. La casa en tanto quedó destrozada, incluso el suelo que fue cavado.
El comunicado de La Idea sostiene que “nunca dejamos de afirmar que esta casa cumplía una función abierta socialmente y que aquí no se fabricaban artefactos ni menos guardábamos elementos parecidos, siempre sabiendo que esta casa a estado vigilada, pero nosotros firmes en que su función son actividades publica, solidarias y autoeducativas”.
Una vez liberados los okupas, volvieron al centro social intentando dimensionar lo sucedido. El conteo de las pertenecias perdidas con la incursión policial da cuenta del extravío de una cámara digital de video, una cámara digital de fotos, 2 computadores , 2 bicicletas en mal estado , películas , cds, documentales, celulares, libros, letras de canciones y ropa. También acusan la pérdida de una alcancía con la que sostenían las actividades del centro cultural, la que calculan tenía unos 60.000 pesos.
El comunicado de La Idea añade que “en esta casa nunca existió material explosivo, ni tampoco material escrito para su fabricación, en ninguna parte. Venían niños a diario y el perfil de la casa es obviamente otra. Transita mucha gente, pero también somos cuidadosos en que lo que ocurre en la casa es decidido en asamblea”.
La policía en tanto no halló cosa alguna que vinculara dicho espacio con la explosión. Según difundió la prensa, la incursión policial logró incautar “químicos que son analizados”, los que no se especifican, y el “Manual de cocina anarquista”, un instructivo para armar bombas. Claro que este material lo puede tener cualquiera que los descargue de internet.
RESISTENCIA DE BIBLIOTECA
También en la tarde del viernes 22 fueron allanadas la casa okupa de Agustinas con Sotomayor, ocasión en que personal de Investigaciones se llevó a todos sus okupantes detenidos, y la ubicada en Cueto con Andes, donde se incautaron todos los computadores, DVD, libros y material gráfico.
Enterados de esto y luego de ver que el entorno en donde se encuentran era militarizado por carabineros de Fuerzas Especiales, los okupas del Centro Social Zacco Vanzetti, ubicado en General Bulnes con Santo Domingo, decidieron resistir el ataque.
En las afueras vecinos y participantes de los talleres realizados en el centro cultural solidarizaban con los okupantes, algunos de los cuales fueron detenidos. La situación se hizo tensa en horas de la noche del sábado 22, cuando se efectuaba una velatón en memoria de Mauricio Morales, la que fue reprimida violentamente por un fuerte contingente de Fuerzas Especiales y personal de civil de la policía uniformada (OS9). Los incidentes dejaron una decena de detenidos. Las manifestaciones se trasladaron hacia el Barrio Brasil donde se levantaron algunas barricadas.
Pero pasada la medianoche un fuerte contingente de Fuerzas Especiales regresó al lugar, intentando ingresar a la casa okupa, cosa que fue resistida con barricadas. La lucha duró hasta cerca de las 4 de la madrugada, sin que carabineros lograran ingresar a la casa, aunque se llevaron a cerca de 20 detenidos, 8 de los cuales serán formalizados por la Fiscalía en el Séptimo Juzgado.
En tanto, este lunes trascendió que el Gobierno dispuso la vigilancia de las casas okupas y espacios vinculados a grupos anarquistas. La acción será emprendida por la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros (Dipolcar).
REPRESENTACION MEDIATICA
La muerte de Mauricio Morales cayó muy bien en el Gobierno y los medios. La asociación que necesitaban entre anarquistas, okupas y bombas que matan a sus portadores quedó reducida a tal hecho. Claro que no se escatimó recursos a la hora de construir la caricatura.
El noticiario de la tarde del Canal 13 este domingo ponía énfasis en los ‘tatuajes satánicos’ de Morales; o Las Ultimas Noticias del sábado decía que éste era “descrito por sus amigos de infancia de la Villa Cristóbal Colón, con quienes jugaba baby fútbol en el club Punto Rojo, coom un chico piola, nadie tiene claro cómo llegó a comprometerse tanto con el movimiento anarquista”. También la crónica señala que asistía a la escuela dominical de una iglesia evangélica cercana, pero que “tuvo un cambio radical. ‘De repente empezó a vestirse de negro, a usar bototos, se dejó el pelo largo cargado sobre un ojo’”- sostiene la crónica citando a un vecino.
La construcción mediática reduce así la diversidad de expresiones anarquistas y de casas okupas, que van desde un pacifismo profundo a corrientes mas radicales, pasando por vegetarianos, punkies, centros culturales, activistas no violencia o gestores de centros culturales ocupados. La reducción incluso opera respecto del vestuario: se puso especial énfasis en el uso de ropa negra, bototos o rayados de poleras que en vez de exhibir un logo dicen ‘Sin dios ni amo’.
VEA EL COMUNICADO PÚBLICO DEL OKUPA LA IDEA
COMUNICADO DE CENTRO SOCIAL OKUPADO SACCO Y VANZETTI
El Ciudadano