Durante este fin de semana en distintos diarios de circulación nacional, el ministro de Justicia, José Antonio Gómez, reiteró la que ha sido su postura frente a la reforma constitucional comprometida por la Nueva Mayoría. El ex senador adelantó parte del debate en la materia subrayando la necesidad de cambiar la carta fundamental a través de participación ciudadana y democrática.
Ante las dificultades y vicisitudes que puede ofrecer el ordenamiento político nacional, Gómez dijo que se deben buscar todos los mecanismos para reformar la Constitución, e incluso analizó la posibilidad de un plebiscito.
Recordando que el ministro de Justicia es un confeso partidario de la Asamblea Constituyente, el presidente de Renovación Nacional (RN) Carlos Larraín rechazó la idea, quien llamó a someter la reforma constitucional al “trámite normal” del Parlamento.
“Yo creo que es una mala idea, demuestra precipitación, la Nueva Mayoría tiene mayoría en las dos Cámaras y luego le llegó el refuerzo de este grupo que se llama Amplitud, que es tan amplio como para darle todos los votos que necesita a la Concertación para hacer los cambios constitucionales, entonces por qué no someterse al trámite normal que ocurre en las Cámaras en lugar de ensayar esta aventura de la Constituyente, que en realidad es ajena al ordenamiento chileno y también el plebiscito que produce toda clase de suspicacias, y que tampoco está contemplado con este objeto al menos en la Constitución chilena”, enfatizó Larraín.
El ex senador designado aseguró que para los intereses de su sector, habría sido más cómodo aprobar los ajustes al sistema político que surgieron de los acuerdos de RN con la Democracia Cristiana, que según sus impulsores, se propuso justamente para detener la oleada ciudadana que clama por la Asamblea.
Larraín tampoco cree que posturas se equilibren en el trabajo de Gobierno, en consideración de las recientes declaraciones de la ministra secretaria general de la presidencia, Ximena Rincón, también personalmente partidaria de la Asamblea Constituyente, encargada junto a Gómez de la reforma constitucional, quien finalmente, sobre el mecanismo, asegura que quien decide es la Presidenta Michelle Bachelet.
Finalmente, la determinación del Ejecutivo en la materia se queda sólo en el anuncio de que la nueva Constitución debe concebirse a través de una vía “democrática, participativa e institucional”.
Mientras, en la propia DC, el secretario general Víctor Maldonado, aseguró que la discusión del mecanismo no es lo más relevante en esta materia. ”Lo más probable es que esto incluya lo primero un diálogo entre gobierno y oposición para ver cuáles son los cambios que están todos dispuestos a apoyar en un primer momento. Yo no sé si dejarlo para el último sea la idea más práctica, yo no lo creo, pero creo que el mecanismo no es el fin, el fin es el cambio de la Constitución de una manera que sea ciudadanamente aceptable, y eso es lo que tiene que definir el gobierno de aquí al 21 de mayo”, indicó.
Según el dirigente DC, lo más relevante sigue siendo el cumplir los objetivos del programa, es decir, cambiar efectivamente la Constitución y “validarla ciudadanamente”.
Al mismo tiempo Maldonado dijo que ni las posturas expresadas por Gómez y otros sectores, ni la negativa de gran parte de la DC a la Asamblea Constituyente o a un plebiscito van a primar por sobre la decisión que finalmente tome la Presidenta Michelle Bachelet.
Por otra parte, las declaraciones del secretario general de la falange encontraron respuesta en el sociólogo Manuel Antonio Garretón, quien participa del Manifiesto Plebiscito por una Nueva Constitución, quien no concibe una nueva Carta Magna bajo los mismos mecanismos que se redactó el actual documento.
“La forma determina en gran parte el contenido, el contenido no está separado de la forma, si la Constitución es hecha por dos o tres personas eso va a reflejar la visión de esas dos o tres personas, y de lo que se trata es que refleje la visión mayoritaria del pueblo a través de representantes que son elegidos para la Asamblea Constituyente. No se trata de decir que importa el contenido y no la forma, significa decir que uno podría decir que la Constitución de Pinochet es buena, por lo tanto, no hay nada que discutir”, explicó el también académico de nuestra casa de estudios.
La nueva Constitución, como proyecto de Gobierno no figura en la agenda inmediata de la Nueva Mayoría. Al inicio del ciclo, el Ejecutivo decidió priorizar el envío de las reformas tributaria y educacional, también ejes programáticos de la administración.
Mientras, organizaciones políticas y sociales están coordinando encuentros y actividades para presionar a las autoridades por la Asamblea Constituyente como el Foro Panel sobre la AC convocada por mujeres socialistas a favor de este mecanismo, en el que participarán el constitucionalista Fernando Atria, el ex precandidato presidencial Gustavo Ruz y el abogado y ministro del Tribunal Constitucional, Francisco Fernández; a realizarse el próximo cinco de abril.
Por Héctor Areyuna