Por si a alguien le quedaba aún alguna duda de la fuerza, cohesión y responsabilidad que impera entre los empleados del Registro Civil, hoy día se viene otra demostración de todo eso en lo que ellos mismos han bautizado como “el día de la solidaridad entre los trabajadores del Registro Civil”.
Tras la asamblea de la tarde de ayer, convocada para definir cómo proceder ante el anuncio de la Dirección Nacional de aplicar descuentos a los funcionarios por los días no trabajados durante el paro, se resolvió que aquellos que no tengan recortes en sus sueldos donarán parte de sus remuneraciones a quienes vean reducidos sus ingresos. “Todo aquel colega que no reciba descuento le hará el sueldo al colega que reciba descuento”, afirmó la dirigente Nelly Díaz.
En la reunión, los trabajadores también decidieron que hoy día las puertas del servicio de la sede de la calle Huérfanos abrirán con media hora de retraso. Continúa así las nueva movilización de los trabajadores que ahora reclaman contra la falta de claridad, la arbitrariedad y los errores en la elaboración de la lista de descuentos salariales.
Además, adelantaron que durante el fin de semana se llevará a cabo una reunión entre los dirigentes nacionales, para evaluar si el retraso en la apertura de puertas se extenderá o no al resto de las oficinas.
Descuentos tramposos
32.062 horas descontadas a un total de 1.482 personas son las cifras que presentó la Dirección Nacional a los funcionarios tras aplicar lo establecido en el Estatuto Administrativo. Según aclaró la jefatura en un comunicado, “el detalle de los descuentos y la confección de la planilla se efectuaron con información proporcionada por las respectivas jefaturas, la cual luego fue procesada por las áreas de recursos humanos del nivel central y de regiones”. Aseguran haber verificado en distintos controles los antecedentes de las personas afectadas y haber constatado “fehacientemente” que no realizaron “las labores que les corresponde al interior del Servicio”.
Sin embargo, de todos los filtros que pasó el listado, ninguno reparó en que entre los nombres señalados figuran personas que jubilaron y otras con licencias siquiátricas o prenatales, tal y como explicó la dirigente durante la mañana de ayer.
Juego sucio en toda regla que llega al colofón con la ausencia del nombre de la propia Nelly Díaz de la lista de “penalizados” porque, según argumentó la dirección nacional, los dirigentes “gozan de fuero gremial, que otorga cierta cantidad de horas para realizar sus labores gremiales”. Una justificación bien sospechosa teniendo en cuenta como ha sido amenazado el colectivo, en general, y su dirigente, en particular, durante las movilizaciones. “Hoy día no me descuentan nada a mí ¿no les parece raro esto? Quieren ponerme en contra de la gente, en contra de mis funcionarios. Pero los colegas son más inteligentes que eso”, espetó la líder sindical.
La estrategia de la dirección del Registro Civil así como del propio Gobierno entorno a los empleados públicos ha sido clara: criminalizarlos, amedrentarlos, situarlos contra la opinión pública y, ahora, castigarlos para frenar el ejemplo que representaron sus 39 días de paro. No les pasarán ni una. Ayer el director del Registro Civil, Luis Acevedo señaló que el retraso en la apertura de puertas también estará afecta a descuentos.
“Nos quieren dar duro, quieren dar un ejemplo a través de los funcionarios del Registro Civil, pero cada cosa que han hecho no les ha dado resultado”, exclamó Díaz, quien además ironizó: “Son tan hombrecitos que se están yendo contra las mujeres”, en referencia al 70% de trabajadoras que conforman el total de empleados del servicio. Y reiteró: “Desde el Gobierno me dijeron en la mesa de negociación que cada día va a ser peor. Y se está cumpliendo al pie de la letra”.
Corta fue la tregua que los empleados estatales dieron al Ejecutivo. El colectivo da una nueva demostración de fuerza y unidad frente al empeño que pone La Moneda para quebrarles. Lo dijo Nelly Díaz parafraseando a Clotario Blest en su natalicio: “Los funcionarios entendieron que la unidad de los trabajadores es inquebrantable”.
Meritxell Freixas