La diversidad sexual en Chile ha debido aplanar calles y remecer medios para poder hacerse sitio en la consciencia ciudadana, consciencia que al parecer aún no remueve al Parlamento. Luego de que en la sala del Senado la UDI solicitara una segunda discusión para el proyecto de ley AVP, el debate en el Congreso queda retrasado para el 7 de enero, fecha en que ya los números comienzan a presionar la agenda del Gobierno.
Esta es la fecha del año en que los gobiernos comienzan a recibir el peso de la balanza, empiezan a llegarles las cuentas entre lo que se dijo y lo que se hizo, y se les atraviesan las infalibles promesas que al final sólo así quedaron, como promesas. Lo que ocurre estos días en el Congreso hace pensar que así podría quedar el Acuerdo de Vida en Pareja (AVP). Por ahora el mandatario deberá quitar de la suma y resta el proyecto anunciado en la franja electoral del año 2009 por el Presidente Sebastián Piñera, y todo gracias a una zancadilla puesta por su propia Alianza.
Rolando Jiménez, presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), explica que la pelota está en la cancha del Gobierno, “el anuncio de discusión inmediata hecho por el ejecutivo hace unos días, es tan necesario como uno para cuando llegue a la Cámara de Diputados”. Es que para Jiménez es éste el que tiene que saber ordenar sus filas y hacer uso de sus herramientas. “Si hay voluntad política debiéramos tener aprobado el AVP para el 11 de marzo del 2014”, afirma.
El presidente de Movilh dice no sorprenderse ante la traba puesta por el sector UDI en la tramitación del proyecto de uniones civiles, “no nos sorprende que la Unión Demócrata Independiente desarrolle una estrategia ya predeterminada ante los proyectos que tienen que ver con las libertades individuales”, pero pone énfasis en el compromiso que tiene el actual gobierno con la salida de una ley de AVP dentro de su período, “el Presidente Sebastián Piñera va a quedar con una promesa incumplida, su promesa por una ley que reconociera y le diera dignidad a las parejas de hecho, heterosexual y homosexual, sería falsa.”
Rolando Jiménez, aclara que no están de acuerdo en que el Acuerdo de Vida en Parejas se transforme en discusión del próximo período legislativo y gubernamental, pues para entonces Chile ya debería ser un país en debate de matrimonio igualitario. “Transitoriamente congelaríamos nuestra participación en las legislaciones de uniones civiles y nos centraríamos en trabajar exclusivamente en matrimonio igualitario, porque esa es la agenda legislativa que tiene que desarrollar el próximo Congreso y próximo Gobierno”, afirma Jiménez.
Por María Jesús Ibáñez Canelo
El Ciudadano
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