Es cierto que en el escenario político-sindical se abrieron discusiones y desafíos que tensionan al mundo laboral y específicamente a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), representante de los trabajadores en el ámbito nacional.
Los temas son tan amplios y profundos que abarcan cuestiones en ocasiones polémicas, pero sobre todo centrales en cuanto a la organización, movilización y demandas de las trabajadoras y los trabajadores. Asuntos secundarios o que suelen imponer como agenda los medios conservadores, no pueden constituir el trazado para la CUT y el mundo social y sindical. El país demanda posicionamientos y acciones en temas trascendentales.
En esa línea está la continuidad de las luchas de sindicatos, agrupaciones sociales, trabajadores de medios, por la reivindicación de la sindicalización y fortalecimiento de los contratos colectivos, la exigencia de grandes cambios en materia de prevención y seguridad laboral y empleo juvenil.
Es el marco en que la CUT encarará dos momentos importantes en su desempeño. El Consejo Consultivo Nacional Ampliado, el 21 y 22 de enero, donde participarán delegados de todas las provinciales de la multisindical y representantes de las agrupaciones del sector público y del sector privado afiliadas a la Central.
Será un evento de gran impacto, junto a un próximo Consejo Directivo Nacional Ampliado fijado para el mes de marzo, pues allí se tratarán temas y agenda del Congreso Nacional Ordinario y Extraordinario de la CUT, convocado para el mes de abril y que tendrá como objetivos prioritarios sacar adelante resolutivos en materias política, agenda laboral y reforma estatutaria.
Los temas están definidos por los propios acontecimientos. Termina el primer año del gobierno de derecha, periodo más que suficiente para medir su impacto en la vida laboral del país y diseñar la estrategia de la CUT para este año 2011, que será determinante para lo que haga la administración piñerista en materia laboral, ya que los dos años siguientes deberá concentrarse en las elecciones municipales y en las parlamentarias y presidenciales y no querrá aplicar medidas antipopulares.
Diversos anuncios públicos del Gobierno ya adelantan lo que serán los 5 ejes principales en materia legislativa del Ejecutivo: Reformas en materia de Modernización del Estado, Educación, Salud, Adaptabilidad Laboral y privatización o incorporación de capitales privados en las empresas del Estado.
Varias de las iniciativas y medidas del gobierno de derecha significarán precariedad laboral, retrocesos en derechos, medidas restrictivas, beneficios a las empresas, ambigüedades frente a las demandas de los trabajadores, despreocupación en temas como salarios, sindicalización, contratos colectivos y seguridad laboral.
Por ello, y por una situación general que afectará al movimiento social, la CUT deberá enfrentar grandes desafíos que están reflejados en la tabla de los temas a tratar en la convocatoria a sus eventos. Para mencionar algunos:
– Se requiere precisar una estrategia político-sindical, que por un lado impida que los trabajadores pierdan más derechos de los que actualmente tienen, y por otro, reflotar los temas que permitan la conquista de nuevos derechos.
– Para eso hay que disponerse a desplegar grandes esfuerzos para que el sindicalismo sociopolítico que la Central ha venido impulsando desde los últimos años tenga mayor comprensión a nivel de sus bases y no sea sólo una expresión cupular.
– Buscar la manera de articular una política de alianzas con los partidos políticos progresistas y de izquierda, que se han declarado oposición, con las organizaciones sociales, ya sean de pequeños empresarios, de estudiantes y territoriales.
– Cómo fortalecer la estructura operativa y el funcionamiento de la Central, a través de una reforma de estatutos que permita acercar más la CUT al territorio, que consiga mayor participación de base en sus organismos de toma de decisión y perfeccione el sistema electoral con vistas a la elecciones del 2012.
Por otra parte, no hay que olvidar que la CUT tiene una Agenda Laboral que fue asumida en las elecciones presidenciales por el candidato de la Concertación y del Juntos Podemos y que, a mediados de año fue entregada al actual Mandatario.
Un aspecto que no se debe despreciar, es que ningún estamento del movimiento sindical debe apostar a la fragmentación y, por el contrario, se debe reforzar el trabajado coordinado y la unidad. Habrá espacios y momentos para el debate y la diferenciación de posiciones, pero lo vital será el fortalecimiento del espacio de discusión común y el momento de la acción común para enfrentar las medidas restrictivas y antipopulares de la derecha y su gobierno y movilizarse para lograr objetivos reivindicativos específicos y nacionales.
Habrá que oponerse con fuerza a la mayor flexibilidad laboral y luchar por la defensa de la propiedad estatal sobre recursos como el agua y el petróleo; habrá que hacer enormes esfuerzos para que no se amplíe la privatización de la educación y la salud y la marginalidad de los pobres en el acceso a ambos servicios; habrá que volver a exigir los derechos electorales de los trabajadores y denunciar las acciones represivas del Gobierno.
Será fundamental reponer dos batallas de gran relevancia, que son estratégicas para el desarrollo del movimiento sindical; la sindicalización automática y la negociación colectiva sectorial.
Por eso, 2011 se viene con enormes desafíos para el mundo del trabajo en todas sus expresiones.
Por Guillermo Salinas
Mundo Laboral, segunda quincena enero 2011
El Ciudadano Nº95