El Movimiento Sin Tierra (MST) ocupó este martes la sede del Ministerio de Hacienda en Brasilia en protesta contra el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien aseguró que «nadie ha hecho más» que él por la reforma agraria en el país.
Unos 3.000 manifestantes que llegaron al edificio no encontraron resistencia y ocuparon en forma pacífica la planta baja del ministerio para exigir una reunión con el titular de Hacienda, Guido Mantega, y otros miembros del gabinete de Lula.
Los activistas colgaron en la puerta del Ministerio de Hacienda varios carteles, en los que exigen al Gobierno que «no recorte los presupuestos para la reforma agraria».
En una columna publicada hoy en algunos diarios regionales, en la que responde a la población sobre diversos asuntos, Lula pareció anticiparse a esas críticas y afirmó que su Gobierno lleva a cabo la reforma agraria que «siempre» propugnó.
«La reforma agraria es indispensable para la reducción de las desigualdades» y ya ha beneficiado a un millón de familias, de las cuales 519.111 fueron asentadas desde enero del 2003, aseguró Lula.
También sostuvo que los asentados han sido incluidos en planes para fortalecer la agricultura familiar, que hoy «responde por el 70 por ciento de los alimentos que llegan a la mesa de los brasileños».
Sin embargo, el MST considera «tibias» las iniciativas de Lula y asegura que, al menos dos tercios de las familias que dice haber asentado durante su Gobierno, en realidad sólo recibieron títulos de propiedad de tierras distribuidas en períodos anteriores.
Un portavoz de la organización campesina dijo a Efe que «se trata de que el Gobierno comprenda que debe promover la reforma agraria» y también el desarrollo en los asentamientos que ya existen en el país.
Asimismo, el MST exige que el Ministerio de Hacienda destine 800 millones de reales (432 millones de dólares) al Instituto Nacional de Reforma Agraria (Incra), a fin de acelerar los procesos de expropiación de tierras improductivas, que por ley deben pasar a manos del Estado y ser distribuidas entre campesinos sin tierra.
Otra exigencia del MST es el asentamiento de las 90.000 familias de campesinos que, según la organización, se encuentran acampadas en distintos puntos del país, a la espera de tierras para cultivar.
En los últimos días, el MST ha movilizado a miles de activistas hacia Brasilia, São Paulo, Porto Alegre y otras capitales regionales, en las que se propone radicalizar sus protestas para dar mayor visibilidad a sus reclamos. EFE
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