Al mediodía de este martes se inaugurará en La Ligua el nuevo sistema de generación eléctrica basada en fuentes de origen eólico y solar. El dispositivo beneficiará a los tradicionales dulceros de esa ciudad.
Este martes 19 de abril, a las 12 horas, se inaugurará el nuevo sistema de iluminación con energía solar y eólica en la sede comercial del Sindicato de los Dulceros de La Ligua, iniciativa que nació del trabajo conjunto del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (Ical), la municipalidad de la ciudad y el gremio de dulceros de La Ligua: La iniciativa contó con la cooperación económica de la Embajada de Finlandia.
Según cuenta el encargado del área ambiental del Ical, Pablo Canelo, por medio del municipio de La Ligua, el instituto comenzó a trabajar con el Sindicato de Dulceros, el que carecía de energía eléctrica en su sede sindical. Como una forma de resolver esta deficiencia y tras una evaluación ambiental, se resolvió postular a los fondos de cooperación técnica que entregaba la embajada finlandesa, bajo una propuesta de desarrollo de energía renovable no convencional (ERNC).
Iniciado en noviembre de 2010, la instalación del sistema quedó lista el 6 de marzo de este año, y tuvo un costo cercano a los 18 millones de pesos. El actual sistema de generación de energía, le ha permitido a la sede del Sindicato de Dulceros contar con el recurso eléctrico limpio y renovable, para el consumo de aparatos eléctricos, iluminación, refrigeración, y acceso a medios de comunicación.
Por otro lado, el funcionamiento de este sistema implicó además, la inclusión de la comunidad en su mantención y uso. Se trató, según Canelo, “no solamente que supieran (la comunidad) ocupar el sistema, sino que también entendieran la importancia que tiene el cuidado del medio ambiente y el fomento de la energía limpia”.
En efecto, para el instituto, el fomento y desarrollo de las ERNC en el ámbito productivo, en especial, a nivel de organizaciones comunitarias y sociales de base, se origina a través del “análisis crítico de los efectos del calentamiento global y el cambio climático en el planeta”, como afirma el instituto en el informe realizado al respecto.
Tras poco más de un mes de marcha blanca, este martes 19 de abril, al mediodía, se realizará la ceremonia oficial de inauguración del sistema, en donde se espera la asistencia del alcalde de La Ligua, Rodrigo Sánchez, el embajador de Finlandia, Ilkka Heiskanen, los trabajadores del Sindicato de Dulceros de La Ligua y el director del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (Ical), Marcos Barraza.
En dicho acto se hará la entrega formal a los dulceros de los equipos que forman parte del proyecto medioambiental, y que consisten en las llaves de la caseta fotovoltaica, donde están las baterías del sistema eléctrico, y del mástil eólico de más de 10 metros de altura.
LOS PASOS DE LOS DULCEROS
Lo primero que se hizo fue construir la caseta de control donde van instalados los insumos que permite almacenar y distribuir la energía, edificación que estuvo a cargo de dos maestros de la construcción. Los trabajos de obra gruesa demoraron aproximadamente cinco días, durante la primera semana de febrero.
Posteriormente, se efectuaron las instalaciones eléctricas, a cargo de dos expertos en el sistema. En esta etapa se implementó el sistema al interior de la caseta de control, se colocaron los paneles solares y se conectaron a la caseta y, finalmente, se realizó el cableado hasta las instalaciones de la sede del sindicato de los dulceros.
El punto más expectante de la etapa de construcción fue el izaje del mástil eólico de 12 metros de altura, que va conectado a la caseta y permite extraer energía del viento.
En total, fueron más de dos semanas de trabajo en terreno y que contó con la colaboración de los propios trabajadores dulceros, quienes se vieron bastante entusiasmados con las nuevas instalaciones en su área.
Durante la etapa de marcha blanca se controló y evaluó el funcionamiento del sistema, el que no arrojó ningún problema. Las aspas del mástil eólico deben funcionar durante cuatro horas seguidas para que pueda producir la energía necesaria para la generación de electricidad.
Por Christian Armaza Benavides
El Ciudadano