Este último tiempo se ha conocido a través de la prensa graves vulneraciones a garantías laborales básicas de los trabajadores de la construcción. En la demolición del edificio Torre O’Higgins, sus obreros han denunciado ser obligados a trabajar más de doce horas y de lunes a lunes, entre otros abusos. Frente a este panorama, se ha levantado en la Región del Bio Bio un joven sindicato, llamado Sintec, Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción.
Boris Vásquez, delegado de la provincia de Concepción, cuenta que el Sintec comenzó a crecer desde las obras del Muelle petrolero de Enap que se construye en la Bahía de San Vicente. Ahí, junto a otros sindicatos realizaron movilizaciones que les dieron importantes mejoras en las condiciones laborales a quienes allí trabajaban. Hoy el sindicato concentra sus afiliados en la construcción del Mall del Centro de Concepción. Ahí han denunciado una serie de abusos, por las empresas Socoicsa – Cypco y también han logrado grandes conquistas. El 23 de agosto paralizaron completamente las faenas, presionando por mejoras en las condiciones laborales, alcanzando aumentos de sueldo, que en el caso de los jornales fueron de 220 mil a 245 mil pesos, más bonos y horas extras. Los maestros también alcanzaron los 350 mil pesos, más bonos y horas extras.
Sin embargo, no se consiguió todo, pues, a pesar de que la empresa hizo compromisos de cambio, persisten las excesivas jornadas laborales, que si bien son ilegales, son ignoradas por la Dirección del Trabajo. Boris relata que han habido ocasiones en que los obreros se han ido a sus casas a las 06:00 de la mañana, habiendo entrado a trabajar a las 8:00 de la mañana, del día anterior: “A la empresa le interesa el avance, lo único que le importa es no tener que pagar multas por días de atraso, que en el caso de esta obra pueden alcanzar los 36 millones de pesos, por eso no están ni ahí con pagar multas o tener que pagar los costos del accidente de algún viejo, que no le va a salir más caro que el atras. De hecho, los vecinos cuando se trabaja de madrugada, aparte de llamar a carabineros que cursa una multa de 50 mil pesos por ruidos molestos, han llegado a tirarles piedras a los que que están laborando y ese riesgo a nadie le importa”.
En estas condiciones, la accidentabilidad es un peligro constante, plantea Boris “tienes a un viejo mal dormido, mal comido, sumamente agotado, que en cualquier momento puede caerse, pisar mal, etc… después como el sueldo base siempre es el mínimo ($182.000), el pago de su licencia es mucho menor que su sueldo, (porque no tiene bonos, horas extras) vuelve a trabajar, muchas veces sin recuperarse bien. Pasa un tiempo y la empresa lo despide… ya no le sirve, ya no le rinde como antes”
Ante esta situación, surge la pregunta por el papel de los prevencionistas de riegos y la Dirección del Trabajo, a lo que Boris responde “los prevencionistas, en esta obra, los pone la misma empresa, por eso como saben que las instituciones de salud harán todo lo posible por abaratarles el costo de un accidente, no les importa si hay situaciones de peligro o incidentes”. Pero lo más aberrante es cuando, según señala Boris, “tarde, mal y nunca” los inspectores han ido a la obra y son guiados por los mismos prevencionistas que han ignorado y ocultado todo al servicio de la empresa.
Lo que señala el entrevistado es un botón de muestra de una práctica sistemática. La Dirección del Trabajo, cada vez cursa menos multas, no porque sean mejores las condiciones laborales, sino porque en vez de multas, la DT ha implementado el otorgamiento de plazos para “resolver irregularidades”, además de bajar la cantidad de inspectores, pero además -como fue planteado por la periodista Yael Schnitzer- los inspectores deben investigar los hechos puntuales que se les piden, sin poder involucrarse en otras áreas. No obstante, fuera de estas situaciones, las multas que cursa la DT son irrisorias para empresas que calculan en millones sus utilidades.
En este panorama, el sindicalismo es una tarea difícil. “Las listas negras con los nombres de los obreros que han armado sindicatos corren de empresa en empresa. También lo es porque al interior de las obras, hay diversas empresas contratistas con muy pocos trabajadores y sin ninguna garantía. Pero igual, a pesar de todo, los viejos buscan la organización, porque saben que es la única forma de ganar algo, de mejorar su situación, de hecho el paro que hicimos el 23 de agosto fue porque ellos mismos presionaron a los delegados para que declararan el paro y se ganó”.
El Sintec se ha adherido al Consejo de Sindicatos de la Exportación de la VIII Región, que agrupa a trabajadores provenientes del sector forestal, pesquero y portuario. El motivo, explica Boris, es porque ellos están presentes en la construcción de varias de las instalaciones de estas áreas estrégicas, por lo tanto tienen un lugar importante ahí. Además, porque tienen la certeza de que la unidad y la organización serán las únicas herramientas que les permitirán a los trabajadores sacarse de encima el yugo que le ha puesto el empresariado junto a la clase política y que no serán, sino ellos mismos, quienes lo hagan.
Objetivos estratégicos:
** Tarifado Regional Único para todos los trabajadores de la construcción
** Jornada de 8 horas de trabajo. Si gano un buen sueldo, ¡no tengo por qué hacer horas extras!
Publicado originalmente en Resumen
El Ciudadano