Bajo la consigna «NUEVA EDUCACIÓN, NUEVA CONSTITUCION: ASAMBLEA CONSTITUYENTE» el Movimiento por una Asamblea Constituyente fue parte de la movilización que sorprendió con el nivel de convocatoria. Cerca de 100 mil asistentes.
Numerosas pancartas y consignas coreadas por los manifestantes subrayaron que la reforma tributaria y la reforma educacional que ha propuesto el gobierno dejan intactas las bases constitucionales que amparan el neoliberalismo económico y la educación entendida como un bien de mercado.
El miembro de la Red de Estudiantes por una Asamblea Constituyente, Matías Sagredo, precisó que “ el modelo educacional imperante se fundamenta en el artículo 19°, numerales 10 y 11″.
Sagredo, quien fue parte de la revolución pingüina, recordó que tras las protestas estudiantiles de 2006, el gobierno de Michelle Bachelet hizo todo un operativo publicitario para significar que impulsaría una verdadera revolución en su política educacional, la que al final sólo se tradujo en cambios cosméticos consagrados en la LGE, promulgada el 2008. Así como van las cosas, una vez más, lo que se viene en materia de reforma educacional no altera para nada el carácter elitista, segregador, competitivo e individualista del sistema educacional actual.
«Toda reforma que pase por el Congreso nacional está condenada al fracaso como el 2006» y «sólo una Asamblea Constituyente electa por los ciudadanos, en un proceso libre y limpio, podrá realizar las transformaciones que nuestra Educación precisa, los parlamentarios tienen que entender esto y renunciar al rol constituyente, que corresponde a la ciudadanía», señaló el dirigente estudiantil.
Sagredo instó a los estudiantes, académicos, apoderados y a toda la comunidad educativa a ejercer sus derechos soberanos impulsando un debate profundo sobre este tema, buscando convergencias con todos los sectores sociales y políticos capaces de movilizarse contra el régimen actual.
“En doscientos años, los pueblos de Chile nunca han tenido una Asamblea Constituyente y es por eso que cada federación, cada centro de alumnos, cada departamento, debe estudiar a fondo lo actual normativa constitucional y nuestros derechos constituyentes, discutir propuestas para modificarla en la perspectiva de su democratización. Sólo una Constitución emanada de una Asamblea Constituyente garantiza las bases para una auténtica Reforma Educacional”, concluyó.