La Teletón, su aparataje mediático y su danza de billetes lleva a los chilenos a creer saldada su deuda con los discapacitados cuando se emocionan, donan dinero y compran los productos con la mediática cruz roja. La realidad indica, sin embargo, que la rehabilitación y plena integración está lejos de resolverse en “27 horas de amor”, cuando se es discapacitado toda la vida.
Dos años después de la respuesta que Gladys Marín diera a los empresarios que ofrecían un millón para la Teletón si se besaba con Joaquín Lavín, el entonces senador Jorge Lavandero aseguraba tener información de que al menos el 30% de la recaudación se invertía en pagos de artistas y que el 5% de ese monto era directamente para Mario Kreutzberger, Don Francisco, lo que le valió el rechazo de sus colegas y, según algunos, el inicio de su muerte política.
Asimismo, exigía aclarar si las empresas gozan de una exención de impuestos por sus donaciones, valiéndose de una ley que las favorece para entidades sin fines de lucro, lo que, finalmente, era doble negocio para las corporaciones.
En la ocasión, el empresario Arturo Navarro, presidente del Directorio de la Fundación Teletón, contrarrestaba diciendo que “no hay ningún artista ni colaborador que reciba sueldo de la Fundación, menos Don Francisco. A los artistas extranjeros les pagamos el pasaje y el hotel, no honorarios”.
En 2006, el alcalde de Las Condes, Francisco De la Maza, discutió por la prensa con Don Francisco, luego de que rechazara poner publicidad de las empresas de la Teletón en su comuna. Don Francisco respondió airado que el edil se estaba aprovechando políticamente del tema, a lo que De la Maza replicó tachando al animador como “vaca sagrada” y su actitud de “mafiosa”.
«No tengo por qué autorizar campañas publicitarias de empresas que están haciendo un negocio”, expresó.
Pero estas críticas no son las únicas. Algunas personas discapacitadas y otras fundaciones que abordan diversos tipos de discapacidad, quienes expresan los problemas más profundos que acarrea el enfoque que hace la Teletón de esta realidad, potenciada por una escasa efectividad estatal para lograr la rehabilitación masiva y la integración social.
EL SHOW DE LOS MILLONES
Patricio Jaramilllo vive en silla de ruedas desde niño. Sufrió las consecuencias de la poliomelitis y sobrevivió a todos los obstáculos que había hace 40 años para un discapacitado.
Hoy es coordinador general de la Fundación Esperanza Nuestra, fundada en Maipú en 1970 por el sacerdote jesuita, también discapacitado, Aldo Giachi, y que hoy, bajo el alero del Hogar de Cristo, acoge a adultos con lesiones medulares, que no pueden rehabilitarse por un tema económico (un mes de rehabilitación en una clínica privada oscila entre los 3 y 4 millones de pesos), cobrándoseles un aporte de acuerdo a su bolsillo.
Para él, si ahora en Chile se habla de discapacidad “es gracias al impacto mediático de la Teletón” ya que aporta a la sensibilización y a la integración, “que es un problema de la sociedad, no de la Teletón”, afirma.
“Es un negocio, un invento hecho por una figura egocéntrica de la televisión. A él le interesa su imagen, ser líder de opinión. Además, no creo que Rafael Araneda ni Felipe Camiroaga tengan sensibilidad de servicio público, si ni los políticos la tienen”. Así de tajante es la opinión de Harry Tello, discapacitado que hoy vive en una casa de acogida cerca de Avenida Matta, donde fue trasladado desde la Posta Central, tras caer en la calle y quebrarse la rótula.
Tello, también víctima de polio, se atendió con la Sociedad Pro Ayuda al Niño Lisiado hasta los 19 años, a fines de los ’70. Aunque guarda un buen recuerdo de su paso, considera que Don Francisco “ha callado la promoción de la ley antidiscriminación o los problemas de la ciudad, cuando, su tan respetada palabra, podría haber provocado un cambio real y no sólo juntar plata”.
“Me llama la atención la enorme cantidad de recursos y la escasa efectividad de la campaña y los centros de rehabilitación, muy acotados -ayudan directamente sólo a un 0,8 % de la totalidad de afectados-. Jamás se educa, no se propone una ley, pareciera no convenirles que los discapacitados conozcan sus derechos”, expresa Alejandro Hernández, presidente de la Fundación Nacional de Discapacitados (FND).
Voz reconocida internacionalmente en la materia, considera que la campaña “está muy por detrás de actualizarse” en materia de Derechos Humanos (DDHH). Revisando el artículo 5 de los Derechos del Niño, se señala que todos tienen derecho a la salud y la rehabilitación, mientras la Convención Internacional por los DDHH de las personas con Discapacidad, entrega a los gobiernos la responsabilidad de su tratamiento e integración.
“Teletón no está en línea con la integración basada en derechos. Hace décadas que la discapacidad pasó de un terreno biomédico a uno de DDHH, pero la campaña funciona igual que en el ‘78”, continúa Hernández.
Y ¿por qué ocurre esto?: “Hay fuertes conveniencias económicas, tanto de las productoras de televisión y las empresas, como de las personas que trabajan su imagen a costa de la necesidad”, concluye.
PERSUASIÓN E IMAGEN
Otro elemento que este Doctor en Discapacidad rechaza es la utilización publicitaria que se hace de los niños y el morbo de los testimonios. “¿Por qué no salen sólo sus caras, sino las deformaciones? ¿Por qué no salen las familias? Eso es manipulación, es antiético”, afirma.
Aunque Jaramillo le quita dramatismo: “Es la lógica de la televisión. Hay que impactar a la gente. A la gente le importa sólo lo que le muestra la televisión”, expresa.
Tello va más allá y considera “grotesco, morboso y cruel” que los niños aparezcan rodeados de las figuras televisivas.”Los sanos, los poderosos, al lado de los pobrecitos que necesitan ayuda”.
El presidente de la FND además es crítico del papel de las empresas: «Si yo quiero ayudar no tengo para qué salir frente a las cámaras. Esa es la segunda fase de manipulación, después de la manipulación a través de los spot”, opina.
Jaramillo concuerda esta vez: “Aquí ninguna empresa viene a ofrecernos plata anónimamente, cuando pedimos 500 mil pesos nos cuesta mucho lograrlo. En la Teletón lo hacen porque los están viendo. Las empresas no dan nada gratis”.
Por último, es innegable que inconscientemente se relaciona discapacidad con Teletón. Y aquí “el problema es que las discapacidades son diversas: Física, mental, siquiátrica, sensorial (vista y oído), orgánica, siendo el tema bastante más amplio de lo que se aborda en el show”, señala Hernández.
“Lamentablemente, para las otras discapacidades esto es un punto en contra. Los derechos de las personas con discapacidad mental son mucho menos respetados”, coincide el Coordinador de Esperanza Nuestra.
EL FANTASMA DEL ESTADO
Ximena Rivas, directora del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), reconociendo lo bajo del acceso a rehabilitación (ver recuadro), considera que la Teletón “suple un vacío que hoy existe y que es muy necesario que se llene”.
En este sentido, tanto Tello como los directores de Esperanza Nuestra y FND concuerdan en que la labor del Estado y del Senadis ha sido insuficiente, “por eso, estas cosas las tienen que manejar los privados, no hay otra forma. El Estado nunca ha asumido el problema y no sé si lo hará alguna vez; no lo hace ni apoya a los que lo hacen por ellos”, reclama Patricio Jaramillo, comentando que llevan años tratando de lograr que Fonasa (Fondo Nacional de Salud) financie alguna de las prestaciones que realizan.
Hernández considera que los gobiernos, desde fines de los ‘70 hasta hoy, no han dado un salto cualitativo en la materia. “Se ha querido endosar la responsabilidad de la rehabilitación e integración en una campaña que no ayuda efectivamente”.
La Directora del Senadis destaca que la nueva Ley de Discapacidad, aprobada en 2009, mantiene las atribuciones del ex Fonadis, y se le suma la responsabilidad de coordinar un Comité de Ministros de la Discapacidad (salud, educación, vivienda, trabajo, justicia, transporte y telecomunicaciones) con objeto de dar una solución integrada en todos estos aspectos.
Sin embargo, “mirando las experiencias internacionales, nunca el Estado da abasto para cubrir las necesidades de las personas con discapacidad. Por eso no le podemos cargar la mano, debemos coordinar y potenciar instituciones privadas. Debemos facilitarle el trabajo a los que hoy lo están haciendo”, afirma.
“He conversado con gente de Estados Unidos, Inglaterra, Australia, Suecia, Dinamarca, y no pueden entender que a la gente se le pida donaciones para que los niños tengan acceso a salud”, contradice el Presidente de la FND.
Rivas comenta, además, que el Ministerio de Salud tiene una red de centros de rehabilitación, pero que deben focalizarse en los adultos, que “hoy están desamparados”, y aclara que, si bien el derecho a rehabilitación está consagrado en la ley hace mucho tiempo, “no había ninguna institucionalidad responsable. Hoy tenemos la obligación de velar por esto”.
Harry Tello no cree que el Senadis logre muchos avances. “He enviado cartas a Ximena Rivas, me han citado y atendido bien, pero no he recibido respuesta a ninguna de mis preguntas”, comenta, en relación a una misiva en que manifestaba su preocupación por la falta de accesibilidad en la remodelación de la Vega Central y proponía una tarjeta de descuento para discapacitados en cines, teatros y museos.
HASTA CUÁNDO TELETÓN
Para Jaramillo, la Teletón “debe mantenerse y de la forma que está, porque el día en que pase al Estado fracasará, por un tema burocrático y por un tema de calidad”.
Misma opinión tiene Rivas, para quien “la plata está sumamente bien invertida. Va a ser siempre necesario que exista”.
Al contrario, Hernández aspira más lejos: “El rol fundamental lo tienen los diputados y senadores que están claros que la Teletón no debe continuar. Esto no puede seguir igual en un país con mayores estándares educativos y de conciencia. Tengo la convicción que en 10 años esta campaña desaparecerá”.
Recuadros
ALGUNAS CIFRAS
Según la Organización Mundial de la Salud, un 15% de la población mundial sufre algún tipo de discapacidad, es decir, 900 millones de personas. En Latinoamérica hay 90 millones y en Chile más de 2 millones y medio (12,9% del total de la población).
La discapacidad más frecuente es la sensorial –vista y oído- (70,4%), luego discapacidades de tipo físico (16,5%), mentales (9 %) y psiquiátricas (4,1%).
El 56% de las personas con discapacidad se atiende como indigente en el sistema de salud, en Chile, el 94% nunca ha recibido rehabilitación integral; El 81% vive con Pensión Básica Solidaria de Invalidez de $75.000 mensuales, y el 19% no califica para obtener Pensión Básica Solidaria ni tiene trabajo.
Un 42% no termina su educación básica y de 1.625.000 personas en edad de trabajar, el 90% está cesante, un 9% trabaja en labores informales y sólo un 1% tiene contrato laboral.
El último presupuesto del Senadis fue de $9 mil millones. Para el próximo año esperan un aumento hasta los $11 mil 500 millones. El año pasado se beneficiaron 4 mil casos con ayudas técnicas (sillas de rueda, prótesis, etc), quedando 5 mil casos en lista de espera.
Fuentes: INE (2004), FND, Ximena Rivas (Senadis)
TELETÓN EN NUMEROS
La Cuenta Pública de la Fundación Teletón señala que los costos totales del año 2008 ascendieron a $17.537.904.746. Estos se dividen entre costos de mantención de los 10 centros de rehabilitación ($15.269.108.414) y los costos de la Fundación para generar recursos ($2.268.796.332), en los que el mayor gasto se concentra en el evento Teletón ($3.192.246.530) y su mayor ingreso en la venta de productos, servicios y publicitarios ($1.920.956.782). La campaña del año 2007, por su parte, reunió $13.255.231.970 y durante el 2008, la Sociedad atendió a 22.319 pacientes a lo largo del país.
Del 2007 al 2008 hubo un incremento de un 6,3% de pacientes atendidos, se realizaron 664.246 atenciones medico-terapéuticas, representando un aumento del 3,3% respecto de lo realizado en el año anterior.
Respecto a la última versión de 2008, un resumen indica que se recaudaron $22.533.294.849, provenientes en un 76,8% del aporte público y un 23,2% del aporte de las empresas.
Vale decir que las cuentas no detallan los montos destinados a honorarios de directores, gerentes y administrativos de la Fundación, lo que para Alejandro Hernández, de FND (quien no recibe sueldo de FND) le merece dudas: “¿Cuáles son sus sueldos? Deben ser sueldos tremendamente abultados, basta darse una vuelta por los estacionamientos y notar que sólo hay autos de lujo”.
PLANES SENADIS
La directora del Senadis, Ximena Rivas, asegura que todas las viviendas sociales del Minvu (Ministerio de Vivienda y Urbanismo), aparte de las enmarcadas en el proceso de reconstrucción, serán aptas para discapacitados.
“Anteriormente, un subsidio especial ampliaba sólo sus casas, ahora todas serán así, pudiendo entrar a las de sus vecinos sin problema”, explica.
En diciembre, lanzarán junto al Ministerio de Educación, una PSU accesible, en la que sordos y ciegos podrán rendir una prueba piloto especial.
Reconociendo que el trabajo es el fin último de la integración, potenciarán los puestos de trabajo en el sector público y privado, y se capacitarán cuidadores, “para que las madres de niños discapacitados que deben cuidarlos, puedan dejarlos en manos de estas personas capacitadas y así trabajar o distraerse”.
Por Cristóbal Cornejo González
El Ciudadano N°92, primera quincena diciembre 2010.