Toda paciencia tiene un límite, y la de los estudiantes y profesores ha sobrepasado ya la línea de la espera y el sosiego para salir a las calles a reclamar aquello que les prometieron hace más de un año pero de lo que aún no han visto fruto alguno: la reforma educacional.
Este lunes, profesores, estudiantes y apoderados acudieron a la Intendencia Metropolitana para solicitar autorización para marchar por las calles de Santiago el próximo 9 de abril. La marcha de secundarios está convocada para las 11:00 en la Plaza Italia, lugar donde se espera el reencuentro de miles de estudiantes bajo una misma bandera: la reforma educacional.
Ricardo Paredes, vocero de las Cones -Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios-, comentó que esperan una actitud dialogante por parte del Gobierno para crear junto a los movimientos sociales nuevos proyectos relacionados con la reforma educacional: «Esperamos que todos los estudiantes secundarios, toda la ciudadanía en general vaya a manifestarse por una demanda la cual debe ser una realidad, una demanda la cual ya se ha anunciado por parte del Gobierno que debe empezar a discutirse, pero que además de aquello no exista solamente la voluntad de comunicar, sino que además debe existir la voluntad política de trabajarlo en conjunto«, indicó.
La Cones anunció además su adhesión a la movilización fijada por la Confech para el próximo 16 de abril. Más de 25 universidades participarán en la movilización con el objetivo de marchar masivamente por las calles de Santiago para demandar la reforma educacional que discutieron en pleno representantes de las 25 universidades.
Los dirigentes estudiantiles alzaron las críticas hacia el gobierno y las promesas presidenciales de Bachelet tras la noticia de que algunos de los compromisos adquiridos con la reforma educacional podrían no llevarse a cabo a consecuencia de la falta de financiación suficiente para sacarlos adelante.
Al parecer, el dinero recaudado con la reforma tributaria no es suficiente para cubrir los gastos que conlleva la reforma educacional. Aún así, el vocero Álvaro Elizalde aseguró que el Ejecutivo cumplirá sus compromisos y que la gratuidad en la educación comenzará a partir de 2016.
El proyecto sobre gratuidad educativa -uno de los reclamos más importantes del movimiento estudiantil- deberá ser tramitado durante el segundo semestre de este año, algo para lo que será necesario, según las declaraciones del senador Rossi recogidas por Cooperativa, reconocer el problema presupuestario y reevaluar las prioridades para así cumplir el compromiso adquirido por la presidenta Bachelet.
Los reclamos del movimientos estudiantil son más que sensatos, justos y legítimos, pues la reforma educacional fue el eje de la campaña electoral del actual gobierno de Chile y la razón por la que muchos votantes decidieron confiar en Bachelet para llevar el timón de su país durante los siguientes cuatro años. Sería una falta de respeto absoluta hacia sus votantes si la mandataria rompiera su promesa, decepcionando -más aún- a aquellos que algún día, por ilusión o esperanza, confiaron en ella tanto como para ofrecerles su arma democrática más valiosa: el voto.
La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Valentina Saavedra, recuerda que es responsabilidad del Gobierno hacerse cargo del descuadre y no cargar con el pago a los estudiantes ni a sus familias, pues es culpa de la mala previsión del gobierno que no se hayan logrado recaudar los fondos suficientes para llevar a cabo la reforma educativa que de forma tan convincente defendía Bachelet antes de su victoria electoral.
Dos citas importantes nos esperan los próximos días: las marchas estudiantiles del 9 y del 16 de abril que llenarán las calles de Santiago no sólo de estudiantes, si no de todo aquel ciudadano que se solidarice con la causa de estos jóvenes que reclaman legítimamente una reforma que se les prometió y de la que hasta el momento han visto más palabras que hechos.