Los empleados, movilizados en la gran mayoría de las sucursales de la empresa, reclaman mejoras de las condiciones laborales que pasan por un bono por antigüedad, el aumento en el de colación, bono de vacaciones, aumento en los sueldos y un bono de término de conflicto que, según la presidenta del sindicato, Verónica Navarrete, les fue negado “tajantemente”.
“Por parte de la empresa no recibimos nada. Ellos no quieren aún sentarse a negociar el proyecto de negociación que nosotros presentamos”, explicó a este medio Javier Briseño, miembro de la directiva sindical.
Los trabajadores denuncian que desde la gerencia de la empresa se negaron a negociar argumentando que la empresa pasa por un mal momento económico: “Nicolás Donoso, gerente de finanzas, nos dijo que la empresa estaba a punto de quiebra”, criticó el dirigente. Y añadió: “Nos dijeron que si negociaban con nosotros se iban a la quiebra”.
La negociación entre el sindicato y la Isapre, controlada por grupo Bethia de Carlos Heller, se discutió durante un mes y medio. La presidenta de la organización denunció ayer que desde hace un mes, es decir, durante el proceso de conversaciones, la empresa ya tenía listos a los reemplazos, por lo que anunció una denuncia por prácticas antisindicales.
“Vamos a seguir hasta última instancia, hasta poder negociar algo”, aseguró Javier Briseño. Y agregó: “Tenemos el apoyo y el respaldo de nuestros socios, de la CUT.