Hace casi un mes, cientos de trabajadores de Prosegur comenzaron la paralización de sus actividades. Las motivaciones para llevar a cabo la huelga residían en el fracaso de las negociaciones entre el sindicato y la empresa, así como en el rechazo de las demandas de los trabajadores. Este miércoles, a las 15:00 horas, ambas partes se reunirán de nuevo para tratar de poner solución al conflicto de forma satisfactoria.
Los más de 600 empleados en huelga exigen a la empresa Prosegur un aumento de sus salarios, así como una mejora en las condiciones laborales y avances significativos en las medidas de seguridad frente al aumento de los asaltos que se produjeron el año pasado. Los trabajadores exigen al Gobierno que intervenga para que las remuneraciones de sus trabajos representen realmente la dificultad y peligrosidad de sus labores.
El conflicto entre los trabajadores y la empresa española se alargó más de lo esperado a consecuencia de la intransigencia de los empleadores para llegar a un acuerdo satisfactorio para los trabajadores.
Durante la última reunión, el sindicato de trabajadores de Prosegur rechazó la oferta de la empresa y el encuentro finalizó sin resultados positivos. La oferta que presentó Prosegur fue rechazada porque implicaba un aumento salarial del 1% y un crédito de 450 mil pesos por funcionario.
Los trabajadores de Prosegur exigen un incremento salarial del 3% este año y del 2% en 2016, además de un bono de término de conflicto de un millón de pesos, y un préstamo blando de 700 mil pesos.
La situación de los trabajadores de Brinks es distinta ya que el pasado lunes llegaron a un acuerdo con la empresa y depusieron una huelga que se había prolongado por más 22 días.