Durante este viernes, los trabajadores de los sindicatos de Tottus Cordillera y Peñaflor cumplen 24 días en huelga. A las movilizaciones se han sumado dos huelgas de hambre que debieron ser depuestas por el desgaste de los manifestantes. Sin embargo, los gerentes de la empresa liderada por el grupo Solari no han dado su brazo a torcer.
Un total de 240 socios, entre ambos sindicatos, presentaron una serie de demandas colectivas por mejoras en sus condiciones laborales. Actualmente, los trabajadores denuncian una situación precaria, por lo que solicitan un aumento en los bonos de locomoción y alimentación, además de un alza en sus remuneraciones, que en el caso de algunos apenas alcanzan los 170 mil pesos mensuales. Sueldos muy por debajo del salario mínimo legal y con bonos por alimento de $1800 pesos.
«Les pedimos sumar mil pesos a nuestro bono de alimentación y nos ofrecen $300. A ese nivel las respuestas», reconoce el tesorero del Sindicato Tottus de Peñaflor, Patricio Sandoval. También solicitan el pago de los días de huelga.
A la vez, Angélica Salas, presidenta del Sindicato de Tottus Cordillera señala que la empresa se ha negado a otorgarles ofertas cercanas a lo exigido. «Para la gente más antigua, ofrecen el 4,5% de aumento en un plazo de 42 meses. Para los que tienen de 0 a 1 año, nada, el 1%, y para quienes llevan 1 a 4 años, el 2,5%», indica. Cifras paupérrimas que no han permitido ningún acercamiento en las posiciones.
Los trabajadores viajaron a Santiago hasta las oficinas del grupo Solari, pero aseguran que no tuvieron atención ni respuesta alguna. «En este momento estamos luchando con Golliat, que tiene poder y no le importa si la gente está huelga de hambre o lleva 24 días. A ellos no les importa nada», agrega el dirigente.
La empresa, que se ha mantenido en un rango de negociación muy bajo y lejano a las expectativas de los trabajadores, apunta al desgaste de los dos sindicatos movilizados. Según los trabajadores, los gerentes les recuerdan que «no es necesario que sigamos, que de un total de 50 locales, son solo dos los que están luchando», según cuenta Sandoval.
LA HUELGA SIGUE EN MEDIO DE FESTEJOS DIECIOCHEROS
Ad portas de las celebraciones de Fiestas Patrias, cerca de 300 trabajadores movilizados en total no cuentan con aguinaldos ni sueldo de quincena. Por ello, los sindicatos reúnen aportes voluntarios para poder solucionar las situaciones más difíciles de cara a las próximas fiestas.
«Hay familias donde ambos en el matrimonio trabajan en un local. O sea que no tienen nada. Vienen con sus hijos para acá y hemos juntado cosas que la gente que nos da», detalla el tesorero del Sindicato Tottus de Peñaflor. La información es corroborada por la presidenta del Sindicato Tottus Cordillera, quien agrega que «imagínese cómo están los ánimos, la gente cada vez tiene más rabia».
Hasta ahora, en 17 años, ningún trabajador se organizó antes en una huelga en Tottus, lo que explica la desazón de los gerentes de la empresa y la nula voluntad de negociar. Las autoridades, además, le reprochan a los trabajadores las pérdidas que ha implicado para ellos la huelga, mientras que los trabajadores aseguran que ambos locales tienen ganancias superiores a los 100 millones de pesos diarios.
«Del pliego de peticiones que teníamos nos hemos bajado mucho. Yo creo que no nos podemos bajar más los pantalones porque no tenemos las piernas más largas. Aún así ellos no tranzan. Es un gallito, nosotros estamos marcando precedente con una huelga de 24 días y eso es malo para los otros sindicatos», argumenta Salas.
Para los sindicatos movilizados, la empresa está apostando por el desgaste del movimiento y los medios actúan en complicidad, dada los rentables auspicios del grupo Solari en canales de televisión, radio y prensa.
«Los medios están todos vendidos, llamamos a la tele y no ha venido nadie en 24 días de huelga. Fuimos a Santiago y no nos pescaron tampoco, lamentablemente la plata mueve todo», cierra el dirigente de Peñaflor. Por estos días, y en plenos festejos dieciocheros, la huelga sigue.