Trabajadores del Hogar de Cristo podrían ir a huelga

Hoy, martes 7 de junio, se decidirá en Asamblea del Sindicato de trabajadores y trabajadoras del Hogar de Cristo, si entran o no en paro indefinido

Trabajadores del Hogar de Cristo podrían ir a huelga

Autor: Cesarius

Hoy, martes 7 de junio, se decidirá en Asamblea del Sindicato de trabajadores y trabajadoras del Hogar de Cristo, si entran o no en paro indefinido. Reclaman que sus condiciones laborales los tienen viviendo en la pobreza. Es segunda vez en su historia que amenazan con un huelga.

El Hogar de Cristo nació con el sueño del Padre Alberto Hurtado, en 1945, con la misión de “acoger dignamente y con amor a los más pobres entre los pobres”. Siguió creciendo hasta hoy, cuando cuentan con sucursales a lo largo de todo el país y con programas de asistencia para personas pobres de acogimiento, educación, asistencia médica, y más.

Generalmente, trabajan con personas que viven debajo de la línea de pobreza, y específicamente a quienes ganen menos de 64 mil pesos mensuales. Sin embargo, según Liliana Otárola, secretaria general del sindicato Santiago del Hogar de Cristo, la gran mayoría de sus trabajadores y trabajadoras en la capital gana 210 mil pesos mensuales, un salario que en el caso de una familia de cuatro, dejaría a sus propios trabajadores debajo de la línea de pobreza que allí trabajan.

No obstante, Claudia Gómez Díaz, directora de Comunicaciones Corporativas, sostiene que el sueldo más bajo de las personas que negocian colectivamente, es de 258.600 pesos (un poco más alto que el ingreso ético familiar), y el promedio asciende a $371.153.

Los trabajadores y trabajadoras están pidiendo un aumento de salario de 50 mil pesos y una mejora de las condiciones laborales, que incluye una separación de las unidades de trabajo y más protección para los empleados.

“Muchas veces somos agredidos porque es gente de la calle, la mayoría. Ellos siempre han tenido que defenderse, uno desde esta parte lo entiende, pero ¿Qué pasa con nosotros cuando ellos (nos agreden)? Piensan que nosotros, en vez de hacerles un bien, los vamos a agredir y la Fundación no se hace responsable de eso», dijo Liliana Otárola, dirigente del Sindicato Santiago.

El Hogar de Cristo ofreció un aumento de 8 mil pesos, lo cual el sindicato rechazó en la votación el martes recién pasado (31 de mayo). Por segunda vez en la historia del sindicato, los trabajadores votaron declararse en huelga, la cual se aprobó con el 81,79% de los 403 votos la semana pasada.

En 2010, los trabajadores aprobaron continuar un año más sin un aumento de sueldo, a causa de la necesidad humanitaria presentada por el terremoto. Eso quiere decir que han transcurrido tres años desde el último aumento para ellos, mientras que el costo de vida sigue creciendo, lo cual se nota especialmente en Santiago, la ciudad con el costo de vida más alto del país.

Sin embargo, la administración del Hogar de Cristo mantiene que “esta votación responde a un proceso legal que la institución de beneficencia respeta… Esperamos un pronto entendimiento con los trabajadores porque sabemos que todos estamos pensando en construir una mejor organización para seguir entregando nuestro apoyo a los más necesitados”, dijo el director de Operaciones Sociales, Andrés Miller.

A propósito del tema de las demandas de los trabajadores y trabajadoras, el Hogar de Cristo se quedó sin comentario, diciendo que siguen en negociaciones y que están “en completa disposición de escuchar y llegar a acuerdos con los trabajadores”, señaló Miller.

A pesar de lo expresado por parte de la Administración, los trabajadores se sienten “anónimos, como que la sociedad no sabe que para salir bonitos en las fotos de la campaña (para socios) afeitaditos todos, hay un grupo de personas atrás que hace que eso esté así todos los días, no solamente en las fotos. Hay un grupo humano atrás que trabaja, que mantienen sus familias con sus sueldos,” dijo Lorena Alvarado, trabajadora y miembro del Sindicato.

Si no llegan a un acuerdo, la huelga empezará el 9 de junio, y lo que pasará con los desposeídos que dependen en los servicios que les suministra el Hogar de Cristo puede quedar en el aire.


Por Megan Sallomi

El Ciudadano


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