Luego de tres semanas de marchas, protestas y bloqueos, el Ejecutivo deberá sentarse a la mesa una vez que se despejen totalmente los caminos para negociar con los dirigentes del Movimiento Social por Aysén las demandas que los pobladores de la zona austral vienen exigiendo desde tiempos de los gobiernos de la Concertación.
Dirigentes sociales, ambientales y sindicales, revelan la lógica de un gobierno autoritario que criminaliza la protesta, condiciona el diálogo, reprime y amenaza con aplicar la Ley de Seguridad Interior del Estado con tal de preservar el orden público.
Fueron más de cuatro horas de reunión en la Cámara de Comercio regional, donde las organizaciones vecinales, sociales y gremiales del Movimiento Social por Aysén determinaron desbloquear el total de las rutas para permitir el ingreso de alimento y productos esenciales e iniciar el diálogo con el Gobierno para resolver los once puntos que demandan ayseninos y ayseninas.
El proceso de despeje de caminos será “gradual”, indicó Iván Fuentes, vocero del Movimiento Social por Aysén. Primero ingresará el alimento y luego el combustible. El vocero de Gobierno, Andrés Chadwick, señaló que una vez que se complete el desbloqueo de caminos, carreteras y puentes “que tanto daño han causado a la región de Aysén” –parafraseando a su primo, el Presidente Piñera, quien dijo lo mismo- iniciarán de inmediato el diálogo.
El Gobierno, si bien hizo prevalecer su autoridad -al no ceder en su posición de iniciar el diálogo hasta que los camiones despejaran las rutas- podría ser interpretado como una “victoria” de parte de un Ejecutivo que no cedió ante las presiones de los manifestantes.
“Este es un Gobierno de derecha, por lo cual le gusta imponer, no dialogar. Creen que ceder significa debilidad”, aseguró el presidente de la Asociación Nacional de Empelados Fiscales (Anef), Raúl de la Puente.
Sin embargo, para el periodista Juan Pablo Cárdenas, premio Nacional de Periodismo 2005, manifestó en su comentario radial, que sería una pésima lectura del Gobierno creer que por su intransigencia el movimiento ha forzado el desbloqueo de las rutas. “Solo se trata una madura y consiente posición, en virtud de la falta de abastecimiento que está afectando a la zona tras tres semanas de conflicto”.
Ahora, el movimiento de Aysén exige respuestas concretas. “Si ya nos costó tanto llegar a esto, lo que tiene que suceder en la mesa de trabajo es que en definitiva de verdad resolvamos los problemas de la Patagonia”, manifestó Fuentes.
En tanto, el ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, viajó a la zona austral para establecer una mesa de trabajo que de inicio a la discusión mañana, a primera hora. Según La Segunda, el secretario de Estado vendría con una nueva propuesta para la demanda del subsidio al combustible.
“El desbloqueo se emprende para favorecer el diálogo que los aysesinos han estado fomentando con el Gobierno, el cual ha desestimado durante tres semanas y que ahora se ve forzado a emprender”, agregó Cárdenas en su columna radial de hoy.
EL ORDEN: CABALLO DE BATALLA DEL GOBIERNO
Lo que generó un estancamiento en la discusión entre el Gobierno y los dirigentes del movimiento social, responde a la negativa del poder central de iniciar una discusión sin el orden público reestablecido.
“El orden garantiza la libertad de desarrollo económico, de libre tránsito y en ella se pueden desarrollar los negocios. Por ello, todos quienes estén en contra de esta libertad de desplazarse, son criminalizados por parte del Gobierno como violentistas, que están al margen de la ley”, explicó Ignacio Iriarte, magíster en desarrollo organizacional y coordinador de comunicaciones de la Asociación Chilena de ONG’s Acción.
El orden es, por tanto, la lógica que está instalada en el “ADN” de la derecha política y social.
Según Ignacio Iriarte, el Chile de los últimos 35 años ha demostrado ser un país conservador, en el que existe un público, sobre todo vinculado al voto duro de la derecha, que valoran mucho este “orden”. Sin embargo -advierte- ocurre que a pesar de la existencia de ese discurso, la gente está cuestionando el modelo. “Hay personas que están asociadas al mundo de la derecha y que también están a favor de la causa”, aseguró.
De hecho, de acuerdo a una encuesta dada a conocer por la fundación Aysén Futuro, la protesta en la región tiene un 81% de respaldo, incluido los bloqueos y las demandas visibilizadas por los ciudadanos organizados.
“El Gobierno erró el foco en términos comunicacionales. Se debió haber apostado a negociar y a conversar con actitud más cercana y menos soberbia, más humilde”, concluyó Iriarte.
El primer acto de autoritarismo de parte del Gobierno fue, para el coordinador de Acción Ecológica, Luis Mariano Rendón, “poner de interlocutora a la intendenta de Aysén, Pilar Cuevas, cuando había un repudio transversal, incluso de partidos de Gobierno, a su figura, por la pésima gestión que había realizado cuando el conflicto recién enciende”.
“Después -agregó Rendón- llega el ministro Rodrigo Álvarez diciendo ‘no, es que no puede estar la gente de Santiago en la mesa de negociación’, cuando no estaban allí. Luego, que había que desbloquear los caminos y completamente ‘porque la ley no se cumple de a pedacitos’, como decía el vocero Andrés Chadwick”.
LA LÓGICA DEL GOBIERNO PARA ENFRENTAR LA PROTESTA
Si retrocedemos un poco más, en medio de las protestas, entre la primera y segunda semana de movilizaciones, marcaron la jornada la llegada de Fuerzas Especiales de Carabineros y el desembarco de un avión Hércules con una dotación de policías que nunca antes se había visto en la zona.
Según el abogado de la Defensoría Popular, Rodrigo Román, lo anterior apunta directamente a eludir el problema de fondo y “criminalizar la protesta social, consagrándola como un delito cuando es un derecho fundamental”.
Por ello, el Gobierno utiliza la lógica del desgaste. Por un lado amenaza con aplicar la Ley de Seguridad Interior del Estado, “que tiene como propósito enfrentar conflictos sociales de magnitudes sociales como estas imputando delitos con penas aumentadas, y, por otro -agregó Román- “tal como se hizo con el conflicto estudiantil, se apaga el fuego con bencina, respondiendo con más brutalidad policial, con más dotación de carabineros para contener la revuelta y no se replique en distintas partes del país”.
A la luz de las acciones que ha realizado el Gobierno y a la lógica que aplica en este tipo de conflictos, y asumiendo que existe un grupo de asesores encargados en la materia, “me da la impresión de un Gobierno torpe”, concluyó.
Para José Ankalao, presidente de la Federación Mapuche de Estudiantes (Femae), el Gobierno tiene tres maneras de abordar los movimientos sociales, y son exactamente los mismos que ha utilizado con las protestas estudiantiles y las movilizaciones del pueblo mapuche.
“Lo primero, hace negociar con una pistola en la cabeza, con la lógica de que lo que no puede controlar, lo bombardea; lo segundo, el miedo, representado por un Gobierno cuyas autoridades son los mejores alumnos que tuvo la escuela de la dictadura: ellos aplican la violencia de forma más camuflada; y tercero, el manejo comunicacional, criminalizando la protesta a través de los medios de comunicación que ellos mismos manejan”, aseguró Ankalao.
Raúl de la Puente, de la Anef, concluyó diciendo las autoridades del Gobierno “tienen mucha gente con estudios técnicos, pero sin los conocimientos para dirigir un país. Ellos quieren imponer una fórmula a la ciudadanía amparada en el orden, y no entienden que el orden está dado en base a la justicia; en la medida que haya justicia, va a haber orden”.
Además, aseguró que la conducta del Gobierno durante este conflicto es una advertencia de cómo actuarán para “las tremendas movilizaciones que se vienen” con los estudiantes, los mapuche, y los ecologistas. Asimismo, será un precedente de cómo se conducirá esta nueva y primera etapa de negociaciones a partir de mañana.
El movimiento por Aysén ya dado señales de estar dispuesto a bajar la “tregua” e iniciar una nueva etapa pero de más bloqueos y protesta, si es que el Gobierno no responde con soluciones.
Por Esteban Acuña Venegas
El Ciudadano