Triunfo ambientalista: Desisten construcción de proyecto hidroeléctrico Alto Cautín

El proyecto “Hidroeléctrica Alto Cautín S.A”, que tenía como representante legal a Carlos Bustamante,  esperaba construir una central hidroeléctrica de pasada, de 6 MW de capacidad, la que pretendía utilizar las aguas del río Cautín para que funcionara y operara a 7 kilómetros al sureste de Curacautín.

Triunfo ambientalista: Desisten construcción de proyecto hidroeléctrico Alto Cautín

Autor: Ciudadano

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Foto: rio Cautín

El 18 de mayo se ingresó vía oficinas en Temuco una resolución exenta del Servicio de Evaluación Ambiental en Santiago en donde se declaró el desistimiento del proyecto hidroeléctrico Alto Cautín, en relación a la obligación del artículo cuatro transitorio del DS Nº 40 del 2012, del Ministerio del Medio Ambiente.

Las comunidades de Curacautín señalaron por medio de “Kautín Libre” que la constante acción y presión de los lof del territorio y los amigos y amigas no mapuche del sector lograron que hoy se declare el desistimiento del proyecto aprobado en 2006 por el SEA, tras cumplir todos los plazos para empezar la construcción de la central. Este hecho, según las comunidades, “es un ejemplo claro de que la fuerza social es el mecanismo para detener la invasión hidroeléctrica”.

Considerando que aquella comuna de La Araucanía ha comenzado a tener cada día más actividad turística, en donde el río Cautín tiene una importancia fundamental, es impresentable que grandes empresas eléctricas quieran instalar centrales de paso, porque claramente no aportan nada al avance comunal, muy por el contrario, perjudican todas las iniciativas de turismo sustentable observadas como futuras fuentes de desarrollo, es decir, sólo responden a la necesidad que tienen las grandes empresas mineras e industriales de producir cada día más energía.

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Las comunidades mapuche de Curacautín alguna vez detuvieron las obras que servirían para instalar la central, es decir, las faenas de tala de una faja de árboles nativos en la ribera del río el 27 de julio de 2014. En esa oportunidad ingresaron en la Corte de Apelaciones de Temuco un recurso de protección en contra del Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental y el 4 de agosto del mismo año, la Corte de Apelaciones ordenó que los trabajos quedaran paralizados temporalmente.

La noticia que es bien recibida por los defensores del Wallmapu, también deja una sensación de incertidumbre frente a los demás proyectos hidroeléctricos que se pretenden instalar en la zona y que buscan en todo ámbito la intervención del río Cautín. Entre ellos se encuentra el proyecto Doña Alicia de capitales españoles y que fue aprobado por el gobierno; y otro de inversionistas nacionales como el denominado Hueñivales, vinculado al empresario Juan Claro. 

También figuran otras centrales inferiores a los 3 MW como la llamada El Pintoresco, que también pretende empezar a funcionar a pesar de la constante oposición de las comunidades. En ese contexto, el gobierno ha hecho caso omiso a las voces ciudadanas y le ha dado la espalda a las organizaciones sociales y políticas que lograron frenar por un momento la terrible amenaza ambiental que se viene en camino, porque a pesar de que las firmas interesadas manifiestan a diario que no hay una afectación ambiental de especies endémicas (declarando la no existencia de ellas), los ciudadanos aseguran haber identificado gran cantidad de flora, aves, mamíferos, reptiles, hongos, peces y anfibios que serían altamente dañados y que no están considerados en los estudios.

El Ciudadano  conversó con Diego Sepúlveda, miembro activo de la organización Vive Curacautín, quienes han defendido arduamente la detención de proyectos que además de  asesinar el medio ambiente, destruyen la fuente de trabajo de muchos locatarios, Sepúlveda definió esta desestimación como un pequeño triunfo, ya que aún se debe seguir peleando en varios lugares en donde se busca instalar hidroeléctricas con mayores índices de potencia, “como el de Hueñivales, que es un proyecto cuatro veces más grande y que está llegando al final de la etapa de consulta ciudadana”. Entonces, aseguró que si bien es un descanso que Alto Cautín se haya terminado, se debe continuar la lucha.

Lo significativo de todos estos triunfos que existen dentro de las organizaciones, en relación al aparataje estatal, es que dentro del sistema de Evaluación de Impacto Ambiental en escasas ocasiones se han revertido procesos en donde ya están prácticamente aprobados los proyectos, de hecho, comentó Sepúlveda, “el gobierno anterior fue el primero en donde se revirtió una resolución desde el SEA y ésta, sería la segunda o la tercera en que se da vuelta la posición original del Estado”.

Los triunfos son grandes y significativos, según el vocero, “a partir de la instancia en donde desde una organización vemos que hace veinte o quince años (desde que se promulga la ley bases generales del medio ambiente) o desde que se establecen los sistemas evaluadores, históricamente los estudios de impacto ambiental habían sido aprobados sin pasar por ningún control de los organismos competentes, pero de un tiempo a esta parte hemos visto un avance y eso es lo realmente positivo”.

Finalmente, Sepúlveda manifestó que para derrocar de aquí en adelante los próximos proyectos que amenazan el ecosistema y la calidad de vida de los habitantes, los movimientos sociales deben continuar tal y como están ahora, porque si bien existen algunos roces internos, particularmente entre las comunidades y las organizaciones ecologistas, cada grupo desde su lucha, debe seguir viendo a las comisiones

Los proyectos hidroeléctricos dañan la estructura, el desarrollo, la paz y la convivencia de quienes habitan la cuenca del río Cautín, pero sobre todo, generan un movimiento lucrativo en el que se venden los derechos del agua a las empresas, causando desigualdad, impotencia en los ciudadanos y vulneración de derechos ancestrales. Además de la notable  ausencia de políticas justas y culturalmente pertinentes. Por eso es ahora cuando las agrupaciones locales, nacionales y sociales que quieran defender el río, el Geoparque y el medio ambiente, deben alzar las voces y seguir procedimientos rápidos que puedan, otra vez, detener o pausar un verdadero atentado en La Araucanía.


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