Tsunami destruyó más de 150 caletas de la pesca artesanal

Entre las regiones de O’Higgins y la Araucanía la destrucción en las comunidades de pescadores y de recolectores de pequeña escala, tales como algueros y mariscadores, es casi absoluta


Autor: Sebastian Saá

Entre las regiones de O’Higgins y la Araucanía la destrucción en las comunidades de pescadores y de recolectores de pequeña escala, tales como algueros y mariscadores, es casi absoluta. Mientras que en las regiones de Valparaíso y de Los Lagos la destrucción es grave. Esto corresponde a un litoral de aproximadamente 700 kilómetros entre San Antonio y Valdivia.

A pesar de la gran destrucción de infraestructura aún no existe un recuento alarmante de víctimas. Esto, debido a la experiencia y sentido común de la gente que inmediatamente ocurrido el movimiento telúrico arrancó a refugiarse a cerros y sectores más altos. El gobierno y la Armada reconocieron errores en alertar sobre el Tsunami. En varias ciudades varias embarcaciones están varadas en las calles.

Unas 100 caletas de pescadores artesanales habrían sido destruidas en su totalidad, mientras otras 70 tendrían daños de diferente gravedad en su infraestructura, embarcaciones, habitabilidad y población, producto del terremoto grado 8,8 en la escala de Richter, y posterior tsunami que azotó el fin de semana la zona centro- sur de Chile.

Embarcaciones y aparejos de pesca, infraestructura portuaria, de refrigeración, sistemas de agua potable y electricidad, edificios públicos, escuelas, hospitales, así como bodegas y vías de acceso caminero están inutilizables. En los lugares que fueron menos afectados, existen malas condiciones de seguridad y operatividad.

Los impactos en la economía de las comunidades costeras y pesca artesanal chilena se estima podrá extenderse a lo menos por 2 años, luego que el maremoto ha modificado la geografía en varias zonas del litoral.

Entre las regiones de O’Higgins y la Araucanía la destrucción en las comunidades de pescadores y de recolectores de pequeña escala, tales como algueros y mariscadores, es casi absoluta. Mientras que en las regiones de Valparaíso y de Los Lagos la destrucción es grave. Esto corresponde a un litoral de aproximadamente 700 kilómetros entre San Antonio y Valdivia.

En un primer recuento realizado con información de diferentes radioemisoras, diarios locales, facebook, twiter y la comunicación con las organizaciones ciudadanas y comunidades costeras, Ecoceanos News, ha determinado preliminarmente que entre San Antonio hasta desembocadura del Rio Rapel, al sur de la Región de Valparaíso, las caletas sufrieron el hundimiento y volcamiento de un alto número de embarcaciones de pesca artesanal, así como la destrucción de lugares de desembarque y bodegas. Además de daños en la infraestructura portuaria y de actividad comerciales vinculada al turismo. Similar situación ocurrió desde Puerto Saavedra, región de la Araucanía, hasta Corral, en la región de Los Ríos.

Pero desde la desembocadura del rio Rapel y la desembocadura del rio Cautín, en la Región de la Araucanía, la destrucción en varios tramos fue casi total.

A pesar de la gran destrucción de infraestructura aún no existe un recuento alarmante de víctimas. Esto, debido a la experiencia y sentido común de la gente que inmediatamente ocurrido el movimiento telúrico arrancó a refugiarse a cerros y sectores más altos. El gobierno y la Armada reconocieron errores en alertar sobre el Tsunami.

En Pichilemu, ya no existe infraestructura y el pueblo ha abandonado el área. Las caletas pesqueras ubicadas hacia el sur también fueron completamente arrasadas. Allí se incluyen las de Duao, Iloca, Llico y Putu.

La ciudad puerto de Constitución, fue arrasada por olas de hasta 12 metros y es uno de los lugares más afectados por el tsunami. La infraestructura de las comunidades de pescadores artesanales en este sector fueron completamente destruidas, tales como las caletas de Maguillines, Rio Maule, Pelluhue, Curanipe, Mariscadero, Buchupureo y Tauco, entre otras.

En la zona del epicentro del terremoto, el mar no arrasó con todas las localidades, como es el caso de Cobquecura. Allí el mar no cubrió al pueblo ni a algunas localidades de pescadores. Sin embargo en los 52 km de costa abierta que abarca desde Trehualemu hasta el sur del rio del río Itata, las grandes olas barrieron con todo.

En la Bahía de Coliumo, mas al sur, el maremoto destruyó las instalaciones costeras. El pueblo de Dichato se encuentra totalmente derrumbado, mientras que Pingueral aún conserva un sector en pie, a pesar que todas sus zonas aledañas fueron afectadas por tres gigantescas olas.

En la zona del Golfo de Arauco, el Tsunami destruyó la poderosa infraestructura portuaria de la pesca industrial y de las caletas artesanales, así como de la industria petrolera, de carga y de la fuerza naval chilena. En esta área, el mar ingresó cientos de metros al interior de la ciudad, depositando containers y grandes embarcaciones de pesca industrial y de artesanales en las calles de Talcahuano.

Por su parte, el importante puerto pesquero de Lebu se vio afectado al descender el nivel de las aguas dejando centenares embarcaciones varadas. Pero algunos pescadores afirman que los terrenos se elevaron y esa es la razón que las embarcaciones que fueron menos dañadas están ahora varadas. Aquí las grandes olas ingresaron por el curso del río, y al retroceder se formó un dique que impide que el mar nuevamente eleve las aguas en lo que fue este puerto pesquero. Dirigentes de pescadores confirmaron que entre 80 a 100 naves de la pesca artesanal han debido recalar en el puerto de Corral, ubicado en la Región de los Ríos. En Lebu se encontraban registradas alrededor de 500 embarcaciones semi-industriales, las cuales legalmente tenían registro de la pesca artesanal.

Desde la zona de Lebu a Tirúa, el mar golpeó con fuerza a las comunidades costeras del pueblo Mapuche- Lafkenche. Tirúa fue arrasada, destruyéndose la mayoría de sus casas y edificios públicos. Existe un gran número de botes pesqueros en las calles del pueblo, a cientos de metros del litoral.

En tanto, muelles arrasados desde sus bases y más de veinte embarcaciones destruidas es el panorama preliminar en caleta Queule, en Toltén. Hay una embarcación la “VLO” abandonada a 500 metros de la costa en medio de un potrero. Entre seis a siete marejadas hubo después del terremoto.

En Mehuin, en la costa Valdiviana, las marejadas lograron tumbar varias embarcaciones, mientras que en Niebla y Corral no hubo mayores daños.

Fuente: www.ecoceanos.cl


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